lunes, 21 de octubre de 2019

Grupos al interior del sindicato de Pemex pelean por la dirigencia y el contrato colectivo

Líderes de al menos tres grupos al interior del sindicato pelean ante tribunales y la Secretaría del Trabajo la toma de nota, es decir el reconocimiento oficial de la organización.

Tras la renuncia de Carlos Romero Deschamps a la dirigencia del sindicato petrolero después de 26 años, su segundo al mando y secretario del Interior, Manuel Limón Hernández, tomó su lugar y de acuerdo a los estatutos de la organización podría seguir hasta 2024 sin realizar una nueva elección.

En tanto, líderes de al menos tres grupos al interior del sindicato pelean ante la Secretaría del Trabajo y tribunales la toma de nota del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, es decir el reconocimiento oficial de la organización, y la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo, ambos en poder de la dirigencia en funciones.



De acuerdo con agremiados, la renuncia de Romero Deschamps el pasado 16 de octubre no ha cambiado nada al interior del sindicato porque los dirigentes de las 36 secciones sindicales, así como funcionarios de mando en Pemex incluso del área de recursos humanos, son allegados al grupo político del dirigente que retuvo el poder durante más de dos décadas.

De no haber un cambio radical legal, las cosas podrían permanecer igual en el sindicato. De acuerdo con el abogado laborista, Pablo Franco, los estatutos sindicales prevén que, ante la ausencia del secretario general, lo cubre el secretario del Interior y Actas, y además prácticamente tienen las mismas funciones.

Por eso es que Limón podría permanecer en el puesto hasta concluir el periodo vigente de la toma de nota, es decir, el reconocimiento oficial como organización gremial, que en este caso vence hasta diciembre de 2024. De hecho, Romero Deschamps también llegó a la dirigencia cubriendo una suplencia, y luego fue electo como secretario general en 1993.

Por ello, dice Franco, ni siquiera es necesario realizar una nueva elección para renovar al secretario general porque el actual Comité Ejecutivo Nacional tiene representatividad hasta los próximos cinco años.

Si bien advierte que la toma de nota que entregó la administración anterior de la Secretaría del Trabajo, en septiembre de 2018, incluso antes de concluir el periodo de la anterior, “viola la Constitución y no debió darse”, porque en ese momento ya debía cumplir con la realización de elección con base al 123 Constitucional que prevé elecciones por “voto secreto y directo”, y no a través de delegados seccionales, como ha sido históricamente.

Aunque se podía impugnar la entrega de toma de nota, el periodo para hacerlo ya concluyó en septiembre pasado, puesto que sólo se contempla hasta un año.

Por otra parte, explica el abogado, para que el actual comité ejecutivo sea renovado, los estatutos sólo contempla la vía de la renuncia de todos los actuales dirigentes que anularía esa elección “y entonces sí el Consejo General de Vigilancia iniciaría un procedimiento para nueva elección, lo cual lo veo muy lejano porque el consejo se integra con representantes de las 36 secciones, pero los comités seccionales son los cómplices de Romero Deschamps”.

La pugna por el poder


Aunque siempre hubo oposición a la dirigencia de Deschamps, ninguna logró mermar su poder, pero en este momento existen tres grupos que buscan la representación gremial desde los tribunales y negociaciones con la Secretaría del Trabajo, de quien dependerá incluso la decisión de revocar o no la toma de nota de la actual dirigencia.

Uno de los grupos es el Sindicato Petroleros de México (Petromex) que a tres años de comenzar a organizarse, el pasado 26 de marzo fue reconocido por la Secretaría del Trabajo como un segundo sindicato de Pemex bajo el registro 70/16, y 86 años después de la creación de la primera organización gremial.

Óscar Solórzano, vocero de Petromex, asegura que en noviembre próximo interpondrán una demanda ante la Junta Federación de Conciliación y Arbitraje para obtener la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo, para que crear una nueva opción de representación y los sindicalistas tengan la opción de Petromex.

En entrevista con Animal Político asegura que esta organización no busca suplir la dirigencia del STPRM, sino aplicar un modelo sindical anticorrupción y acabar con la “estructura criminal que ha funcionado como cartel” del sindicato actual.

“Los trabajadores entienden que la renuncia de Romero es una estrategia que operó él mismo al viejo estilo priista, dejó a un personero a un testaferro y Romero se quiere ir a gozar toda la fortuna que robó. Por eso no basta con cambiar personajes, hay que cambiar el modelo sindical”.

Por eso, dice el vocero, los trabajadores están viendo como una opción a Petromex y están afiliando “con mayor celeridad” que a la fecha suman mil 500. Con el reconocimiento oficial y el apoyo de nuevos afiliados, el sindicato acudirá el próximo 24 de octubre a las oficinas centrales de Pemex para solicitar nuevamente una audiencia con el titular, Octavio Oropeza quien “nos ha negado el derecho de audiencia”.

Desde marzo, Oropeza no ha recibido a la nueva agrupación, “no nos quiere reconocer como representación sindical”, y eso es indispensable para poder entrar a las instalaciones o hacer diligencias en calidad de defensor de los trabajadores, insiste Solórzano.

En tanto, otro agremiado busca dirigir al STPRM. Se trata de Mario Rubicel Coss García, quien asegura tener el apoyo de Morena y se nombra dirigente “legítimo”, según dijo en conferencia de prensa el pasado jueves.

Asegura que los trabajadores lo eligieron como dirigente en una convención realizada el 16 de diciembre pasado, luego de la celebración de 32 asambleas seccionales, para la elección del nuevo Comité Ejecutivo Seccional de 2019-2024, como marcan los estatutos.

Sin embargo, Deschamps fue reelegido antes de diciembre y, por ello, solicitó nuevamente la toma de nota ante la Secretaría del Trabajo que le fue entregada en septiembre de 2018, antes de concluir el sexenio de Peña Nieto, lo cual, dijo Rubicel Ross, es ilegal.

Por eso, solicitó la toma de nota a la Secretaría del Trabajo y al no tener ninguna resolución al respecto, interpuso un amparo ante el Juez Octavo de Distrito y que deberá resolverse el próximo 19 de noviembre y determinar si le da la razón.

Incluso, su caso llegó al Senado el pasado 29 de mayo en voz del senador del PT Reginaldo Sandoval, quien propuso un punto de acuerdo para que la Secretaría del Trabajo entregue la toma de nota a Rubicel Coss.

Omar Toledo es un sindicalista quien desde 2008 interpuso una demanda que alegaba la ilegalidad de otro periodo de dirigencia de Romero Deschamps y que en 2009 un Tribunal colegiado le dio la razón al declararla fundada y ordenaba al juez quinto de distrito ordenó anular la toma de nota al STPRM emitida por la Secretaría del Trabajo.

“No nos interesa que Romero Deschamps renuncie, necesitamos hacer una limpia generalizada, no podemos seguir más con lo mismo. Sigue la misma mugre, pero el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que los trabajadores van a decidir quién los represente y nosotros ya no queremos más de lo mismo y los vamos a echar. Si tenemos que tomar el sindicato, lo vamos a tomar”, dice en entrevista con Animal Político.


El pasado 29 de agosto, Toledo entregó un documento a la Secretaría del Trabajo para que, con base a la resolución del Tribunal, la dependencia le autorice la personalidad jurídica para llamar a elección en “forma democrática y apegada a estatutos” y renovar a la dirigencia, según se lee en el oficio entregado a este medio.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: NAYELI ROLDÁN.
LINK: https://www.animalpolitico.com/2019/10/sindicato-pemex-pugna-control-contrato-colectivo/