El 5 de junio pasado, tras darse a conocer que Lozoya había obtenido una suspensión ante órdenes de aprehensión -al ser señalado como presunto responsable de triangulaciones y operaciones con recursos de procedencia ilícita, al estar al frente de Pemex-, la Fiscalía General señaló que estaba obligado a “comparecer y a ponerse, en un lapso de tres días hábiles, a disposición de dicha autoridad judicial que emitió la orden de aprehensión”.
Sin embargo, ya anunció que no cumplirá con dicho mandato.
En una carta, acusó que un juez le concedió a la Fiscalía General una orden de aprehensión en su contra, aunque los delitos que se le imputan no son graves ni ameritan prisión preventiva oficiosa.
“Es claro que si me presento ante el juez de control me van a vincular a proceso y van a pretender dictar prisión preventiva justificada, no obstante que el delito que se me imputa no lo amerita y nunca me sustraje de la acción de la justicia, en consecuencia, tengo todo el derecho de cuidar mi libertad, ya que todas estas acciones son definitivamente una persecución política orquestada en mi contra”, expresó.
En otro punto de su mensaje, Lozoya dijo que enfrenta también una persecución mediática, detrás de la cual “hay intereses de poder los cuales serán revelados en su momento”, y que la Unidad de Inteligencia Financiera congeló sus cuentas de forma ilegal y arbitraria.
“Quiero manifestar que en el momento en que la Fiscalía General de la Nación me dé las garantías a las que tengo derecho, de inmediato estoy dispuesto a colaborar, y manifestar la verdad histórica y jurídica de todos los hechos suscitados, en el periodo en que me desempeñé como Director General de Petróleos Mexicanos, en donde aclararé que funcionarios del nivel que sea, intervinieron en lo que hoy se investiga”, dijo Lozoya.
“Siempre he estado dispuesto a decir la verdad, con las consecuencias que haya para cualquier persona”.
FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: REDACCIÓN.
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