martes, 11 de junio de 2019

Emilio Lozoya presionó y amenazó al consejo de Pemex para comprar empresa quebrada

Documentos y testimonios obtenidos en exclusiva por Univisión revelan cómo Pemex aprobó la compra de una compañía de fertilizantes en quiebra pese a las objeciones de consejeros de la empresa. La compra tiene a Emilio Lozoya, ex directivo de la petrolera, defendiéndose de una orden de aprehensión, mientras que el abogado insiste en que todo lo que sucedía dentro de la petrolera tenía el visto bueno del ex Presidente Enrique Peña Nieto.

El ex director de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, está defendiéndose de una orden de aprehensión por una acusación de que la petrolera que dirigía pagó un sobrecosto de 193 millones de dólares por la compra de una compañía de fertilizantes en quiebra.

La compra de Grupo Fertinal fue justificada citando un informe de la firma PricewaterhouseCoopers (PWC) que contenía información alejada de la realidad en cuanto al valor de la empresa y que fue elaborado a la medida de quienes presionaban por la aprobación del contrato, según documentos y testimonios obtenidos en exclusiva por Univisión.



El informe de PWC sí advierte que en los últimos años Fertinal había operado con pérdidas, que su valor era mucho menor a otras compañías de tamaño similar y que tenía deudas millonarias.

En una denuncia presentada por Pemex a la fiscalía mexicana en marzo de este año Pemex aseguró que según el criterio de expertos consultados, Fertinal, comprada en diciembre de 2015, “se encontraba técnicamente en quiebra desde su adquisición”.

El proceso de aprobación del polémico contrato estuvo además rodeado de presiones e incluso amenazas, según una persona del consejo de Administración de Pemex que se oponía a la compra de la empresa.

“Lo peor que me ha sucedido en la vida ha sido formar parte del Consejo de Administración de Pemex. Hubo un acoso constante a los consejeros. Recibíamos mensajes, nos tenían intervenidos los teléfonos, nos investigaron a todos”, dijo la persona que integró el Consejo mientras Lozoya era el director general.
Univisión Investiga obtuvo en exclusiva 87 páginas de correos electrónicos internos entre directivos de la petrolera y miembros de su Consejo de Administración, enviados durante el proceso de negociación para la compra de Fertinal.

Los correos y testimonios obtenidos por Univisión reflejan que aunque las decisiones se tomaban colectivamente en el Consejo de Administración, Lozoya no ocultaba su afán porque se aprobara el contrato.

Uno de los miembros del Consejo, que pidió no ser identificado, relató que, en una ocasión, un subalterno dirigía la junta en reemplazo de Lozoya que estaba en Londres. Los consejeros debatían que era innecesario invertir en compras, cuando la petrolera tenía otros asuntos prioritarios, como la exploración de nuevos campos ante la caída del precio del petróleo.
“Cuando vio que estaba perdiendo el debate, esta persona le llamó por teléfono a Lozoya, lo puso en altavoz y él personalmente trató de convencernos de que aprobáramos la continuación del proyecto”, dijo esta fuente.
Javier Coello, abogado de Lozoya respondió que todo pasaba por el Consejo de Administración.

“Él (Lozoya) podía recibir millones de correos. El punto es que en Pemex no se mueve nada si no pasa por el Consejo de Administración y no se mueve la hoja de un árbol sin que venga de más arriba”, dijo Coello.
El 5 de marzo de 2019, la apoderada legal de Petróleos Mexicanos (Pemex), Martha Rodríguez, denunció ante la Fiscalía General de México la compra de la compañía Fertinal como un daño al patrimonio del país.

La compra se realizó en diciembre de 2015. La empresa Fertinal tenía entre sus principales activos una mina de roca fosfórica en Baja California Sur y una planta de fertilizantes en Michoacán. Según este documento de la denuncia, que Univisión revisó, Pemex pudo haber negociado el valor neto de la compañía en 15 millones de dólares, más sus deudas, por 426 millones de dólares.

En lugar de esto, Pemex terminó pagando 635 millones de dólares.
“Fertinal tenía la práctica de revaluar sus activos, lo que implicó una sobreevaluación de la empresa, que no estaba soportada en la realidad”, establece la denuncia.
Varios consejeros aceptaron hablar para este reportaje sobre la aprobación del proyecto y los correos. Coincidieron en que la compra sucedió gracias a dos factores clave: una auditoría previa, hecha por la firma de consultoría PWC, que presentó una información irreal sobre el estado de la empresa y la presión directa sobre el Consejo de Administración que ejerció el propio Lozoya y varios colaboradores cercanos.

La firma PWC no respondió a repetidas solicitudes de entrevista para este reportaje. Javier Coello, abogado de Lozoya, dijo que “la Fiscalía deberá probar que Emilio (Lozoya) empujó” el proceso de compra de la empresa y su financiamiento, por 635 millones de dólares.
PRESIONES AL CONSEJO

El proceso de compra de Fertinal comenzó meses después de que la petrolera aprobara una nueva distribución interna, con la que se había creado una subsidiaria llamada Pemex Fertilizantes. Desde 2014, la administración de Lozoya lanzó un ambicioso plan de producción de fertilizantes, con la compra de una primera planta en Veracruz, llamada Agro Nitrogenados, ahora también bajo investigación por las autoridades federales por haber sido supuestamente comprada a sobreprecio.

En la investigación de esta primera compra, las autoridades mexicanas indagan si existieron pagos de sobornos como parte de la trama del caso Odebrecht en México.

México había aprobado a finales de 2013 una reforma energética que abría parcialmente, por primera vez, la industria petrolera mexicana. Lozoya buscaba, según los correos internos, “cambiar el chip” de Pemex para ampliar su abanico de negocios.

Desde entonces sus colaboradores plantearon por escrito la posibilidad de presentar ante el Consejo de Administración la compra de una segunda planta, ubicada en Lázaro Cárdenas, Michoacán. Durante meses, entre finales de 2014 y el verano de 2015, los directivos promovieron la compra de Fertinal como un modo de reactivar la industria nacional de fertilizantes.

“Nos insistían en que de esta compra dependía la independencia alimentaria de México, nos dijeron de todo para convencernos”, dijo una persona que era entonces miembro del Consejo.
Según la correspondencia obtenida por Univisión, la compra de la planta era una forma de mostrar al Consejo de Administración que Pemex Fertilizantes podía dar resultados.

“Es un proyecto a considerar como plan de choque (…) de otra forma van a ver que no estamos produciendo y van a asustarse”, escribió en un correo en agosto de 2015 Edgar Torres, quien entonces dirigía Pemex Fertilizantes. Torres no respondió a solicitudes de entrevista, hechas a través de su oficina.

Unos meses antes, en el Comité de Estrategia de Pemex, habían comenzado reuniones relativas a la compra de la planta. Uno de sus miembros dijo que su jefe directo le instruyó que participara y aprobara la valoración del proyecto porque “eran órdenes de Presidencia”.
“Es la única ocasión, durante todo el tiempo cuando trabajé en la administración pública federal, que me pidieron hacer algo por órdenes ‘de arriba'”, dijo esta misma fuente.

Dos asistentes a dichas reuniones coincidieron en que Lozoya participó, aunque no lo hacía cuando el Comité debatía otros temas, para convencer a los consejeros de que aprobaran el proyecto.

Otro consejero externo, Carlos Elizondo Mayer-Serra, se quejaba en un correo de que no les daban tiempo suficiente para analizar la información de la compra, antes de decidir.
“Es imposible que la administración pretenda que tomemos decisiones de inversión sin tener un plan completo al respecto”, escribió en octubre de 2015.
A pesar de los contratiempos, el Consejo aprobó la compra el 26 de octubre. El único voto en contra fue, precisamente, el de Elizondo.
“Voté en contra porque Pemex casi nunca ha sido exitoso en negocios de transformación industrial. Las ganancias esperadas con la compra de Fertinal eran apenas el 1 por ciento de las pérdidas de entonces de Pemex Refinación. Era mejor concentrarnos en mejorar Pemex Refinación”, dijo el exconsejero en entrevista con Univisión.

Tres años más tarde la Auditoría Superior de la Federación determinó que, al momento de su compra, Fertinal estaba operando con pérdidas y millonarios préstamos, principalmente de Banco Azteca.

El documento de denuncia de Pemex a la Fiscalía indica que los vendedores fueron los empresarios Massimo Covarrubias, Carlos Guillermo Ibarra, Giancarlo Fustini, Pablo Ignacio Duhart, Ángel Ricardo Carmona, Ignacio Sierra, Anna Chiara Piffer, además de las compañías Grupo Fertinal, Banco Azteca, NPK Holding, Westside Capital Markets, Baserock BBVA e Inmobiliaria Corporativa Las Cañadas.

UN REPORTE CON INFORMACIÓN ENGAÑOSA

Después de votar contra el proyecto, Elizondo no fue copiado en una cadena de correos de noviembre de 2015, en los que se debatió el precio que Pemex pagaría por Fertinal.

En esa extensa cadena de comunicación, Lozoya sí aparece copiado. Coello, su abogado, dijo que esto no es prueba de la intervención directa de su cliente, que ya obtuvo una primera suspensión contra una orden de aprehensión, pero aún se defiende de varias acusaciones penales.

En esta cadena de correos, el protagonista fue Alberto Tiburcio, un contador mexicano que dirigió la firma de consultoría Ernst & Young. Por su experiencia como auditor financiero, ha integrado varios de los consejos de administración de las compañías más grandes del país.

En 2015 era consejero externo de Pemex y dirigía el Comité de Auditoría. Es él quien, después de haber votado a favor de la compra de Fertinal, insistió en que Pemex debía pagar muy poco por ella, principalmente porque tenía un margen muy alto de deuda. Él no respondió a repetidas solicitudes de entrevista para este reportaje.
El 22 de mayo de este año, la secretaría de la Función Pública inhabilitó por 15 años como funcionario a Edgar Torres, el directivo de Pemex que lideró la operación y firmó el contrato de compra de Fertinal. También lo multaron con 620 millones de pesos (unos 30 millones de dólares) por haber autorizado el pago de un sobrecosto y “por irregularidades en la adquisición del Grupo Fertinal”, de acuerdo con el boletín de prensa que anunció la inhabilitación.

Es precisamente este funcionario quien responde a los cuestionamientos de Tiburcio en las comunicaciones obtenidas por Univisión. Repetidamente, el consejero externo criticó la calidad del informe de due diligence (auditoría previa a la compra) hecha por PWC.
“Solo para recordarles que está pendiente el que nos respondan si los costos financieros están o no incluidos en los 184.5 millones de dólares (…) Es una pregunta muy simple que quedaron en resolverla el día de ayer”.
Tiburcio escribía a los directivos de la petrolera por quinta vez en una semana solicitando que le respondieran la misma pregunta. Era 27 de noviembre de 2015. El Consejo había aprobado un mes antes la compra de Grupo Fertinal, pero Tiburcio tenía serios cuestionamientos sobre los detalles financieros.
“Las consideraciones que hicimos en la reunión en que se fijó el precio no proceden en virtud de que éstas se basaron en un informe que incluyó información ‘misleading’. En opinión de los tres consejeros independientes que participamos en dicha reunión, el precio máximo acordado (US$260 millones) debe reducirse sensiblemente”, escribía Tiburcio.

Expertos en finanzas consultados para esta historia coincidieron en que “información misleading” en este contexto significa “información engañosa”.

Las críticas de Tiburcio apuntaban a omisiones específicas en el informe de PWC, que evaluó la situación financiera, material, ambiental y legal de Fertinal.

Univisión obtuvo copia del mismo borrador de este informe analizado por el Consejo de Administración cuando se aprobó la compra. Tres expertos en finanzas analizaron el documento, a solicitud de Univisión. Coincidieron en que presenta omisiones, como el hecho de que PWC dice que Fertinal contrató créditos millonarios, pero “no tuvo a la vista los pagarés”, por lo que admiten que no confirmaron que las deudas existían, ni cuáles eran sus intereses.
Otra omisión fue que la firma calculó el precio de los terrenos y las construcciones con datos de una “reevaluación” que dio la propia empresa, sin que aparentemente PWC validara la información de manera externa. Según la denuncia de Pemex, estas “reevaluaciones” eran engañosas y una práctica frecuente en la operación de Fertinal.

Los expertos apuntaron a que la revisión de PWC sobre el estado físico de las instalaciones tampoco fue precisa.

La Auditoría Superior de la Federación determinó que Pemex debió invertir millones de dólares en los equipos porque “presentan daños ocasionados por el ambiente, el tiempo y el uso de tecnología de diseño original de décadas anteriores, algunos equipos son obsoletos y las refacciones están descontinuadas en el mercado”.

Durante los primeros años de operación después de la compra, la planta paraba con frecuencia para reparaciones urgentes halló la Auditoría.

Tiburcio ya apuntaba algunas de estas omisiones en la correspondencia de noviembre de 2015. Entre sus cuestionamientos estaba si PWC había calculado el valor de la empresa considerando cuánta deuda tenía y cuántos intereses debía pagar.

En un correo, Torres responde que eso “lo podríamos comentar cuando tenga disponibilidad de tiempo” y en otros casos le reenviaba tablas que ya estaban en el informe de PWC. Tiburcio anunció en un correo que había hablado con sus preocupaciones directamente con Lozoya en un pasillo de Pemex.
“Aun cuando la respuesta de PWC que me enviaron no es clara, la interpreto como un reconocimiento a un nuevo error en el reporte de Due Diligence al haberse incluido el ‘ahorro’ de los intereses como una sinergia (…)”, escribió Tiburcio en otro correo.
El consejero insistía: “dada la urgencia del asunto, le llamé y acabo de colgar con Carlos Silva de PWC… me dijo que efectivamente debía reducirse el precio”.


Silva era el encargado del informe de PWC, según se aprecia en los correos. Al ser contactado para esta investigación, dijo que la entrevista debía solicitarse a través de la firma y colgó el teléfono. El jefe de marketing respondió a un primer correo de Univisión, pero no a los siguientes.

La denuncia de las autoridades mexicanas explica que, a pesar de todas las alertas, Pemex compró la compañía alegando que era “solvente”. En los correos se observa que el propio Lozoya revisó y corrigió el boletín de prensa del anuncio de la compra.
Antes de publicarse, lo envió a Miguel Messmacher, entonces subsecretario de Hacienda, para que diera su visto bueno. Este funcionario no debía supervisar asuntos de Pemex, por ser una empresa del Estado que no depende directamente del Ejecutivo, señalaron los ex consejeros entrevistados. Sin embargo, le ordenó a Lozoya eliminar un párrafo del boletín, y éste cumplió.
Años más tarde, la Auditoría determinó que Fertinal tenía tantos problemas de operación y de suministro de materia prima que era probable que debiera cerrarse.


Coello ha dicho a la prensa mexicana que le gustaría que el ex Presidente Enrique Peña Nieto comparezca por este caso, pero las autoridades federales han aclarado que él no forma parte de la investigación.

FUENTE: SIN EMBARGO/UNIVISIÓN.
AUTOR: /PENILEY RAMÍREZ FERNÁNDEZ.
LINK: https://www.sinembargo.mx/11-06-2019/3594934