miércoles, 12 de diciembre de 2018

97% de las escuelas de educación básica tienen carencias de infraestructura

17 millones de estudiantes y 750 mil maestros asisten a escuelas con carencias, de acuerdo con un informe del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE).

El desarrollo de la infraestructura física educativa ha sido deficiente, insuficiente e inadecuado, situación que vulnera el derecho de las niñas, niños y adolescentes a una educación de calidad, señala el documento Políticas para fortalecer la infraestructura escolar en México, del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), en el que se plantea el panorama en este sector y se emiten una serie de recomendaciones.



En uno de los 11 documentos que presentó este lunes el INEE sobre la política educativa, se informa que 29 % de las escuelas de educación básica presenta problemas estructurales y otras carencias asociadas, en tanto que 2 % muestra daño estructural. Y aunque 66 % no tiene este tipo de daño, sí presentan al menos una carencia de otro tipo; solo 3 % de las escuelas de educación básica no tienen carencia alguna.


Lo anterior refleja que 17 millones de estudiantes y 750 mil maestros asisten a escuelas con carencias. De un total de 145, 704 escuelas de educación básica, 33 % funcionan con estructuras atípicas que no se apegan a la normatividad establecida; 45 % no están conectadas al desagüe y 20 % no están integradas a una red de agua potable. Además, 5 % continúa sin acceso a servicios de electricidad.





En los siguientes niveles de educación, las peores condiciones las tienen las telesecundarias y las escuelas comunitarias, así como los telebachilleratos comunitarios, de los que 99.4 % carece de laboratorios de ciencias y 84 % no tiene una biblioteca.

Actualmente, dice el documento del INEE, la acción pública prioriza el fortalecimiento de la calidad de la infraestructura física educativa mediante 12 intervenciones (entre programas, estrategias y fondos) orientadas a la construcción, rehabilitación y equipamiento de los espacios educativos. Esta información sugiere que la política pública carece de un eje articulado, tal diversidad de dependencias se traduce en dispersión de objetivos, unidades responsables y componentes de atención.

Ese contexto de desarticulación institucional, se lee en el documento, genera áreas críticas que dificultan avanzar en la materia, entre ellas: ausencia de una estrategia de mantenimiento oportuna y equitativa, falta de un sistema de información actualizado y continuo, desarticulación entre tendencias de desarrollo pedagógico y el diseño de espacios educativos (hay escasa consideración de los intereses y necesidades de los integrantes de las comunidades educativas) e insuficiencia de recursos económicos para mejorar la infraestructura, así como escasa eficiencia y transparencia en su aplicación.

Frente a esto, el INEE, tomando en cuenta experiencias internacionales en contextos similares al de México, plantea seis recomendaciones para la acción pública en materia de infraestructura educativa:

1. Promover un enfoque de política articulado e integral, con objetivos claros y responsabilidades bien definidas, clarificando los ámbitos de competencia y funciones de los distintos órdenes de gobierno e instituciones involucradas.

2. Crear un sistema de información nacional, actualizado, expedito y continuo que permita disponer de los datos necesarios para la toma oportuna de decisiones.

3. Generar una estrategia precisa de focalización para proporcionar una atención prioritaria a las escuelas con mayores carencias en zonas urbanas y rurales, considerando los niveles educativos, tipos de servicios y grupos en situación de vulnerabilidad, así como las condiciones de pobreza de las localidades.

4. Desarrollar una estrategia de mantenimiento permanente y diferenciada y definir claramente las funciones que, en este rubro, tendrán tanto las instituciones de los distintos órdenes de gobierno, como la comunidad escolar (el mantenimiento de las escuelas no debe recaer en los padres de familia).

5. Establecer una estrategia que asegure fuentes de financiamiento apropiadas y equitativas en el corto, mediano y largo plazo, además se debe promover una participación más equitativa entre los órdenes de gobierno y sus instituciones.


6. Diseñar un plan de mediano y largo plazo para alinear los proyectos de actualización de inmuebles y de construcción de nuevos espacios con las tendencias pedagógicas, pero, sobre todo, para poderlos adaptar a los modelos y necesidades particulares de las distintas zonas del país.

FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: ANDREA VEGA.
LINK: https://www.animalpolitico.com/2018/12/escuelas-carencias-infraestructura/