martes, 1 de mayo de 2018

Lita fue asesinada por su propio primo en Tamaulipas; han pasado 7 meses y la Fiscalía no da con él

Lita Obispo, de 28 años, fue asesinada presuntamente por su primo Gustavo, de 23 años, el 19 de septiembre de 2017. El pariente de la joven está prófugo y la familia pide ayuda para que sea localizado y detenido. El homicidio de una mujer se puede acreditar como feminicidio cuando entre la víctima y su agresor existe una relación de confianza, sentimental o afectiva, según se establece en el inciso IV del Artículo 325 del Código Penal Federal. El estado de Tamaulipas no cuenta con protocolo para la investigación de los feminicidios, de acuerdo al más reciente estudio del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio y presentado en su informe de 2017.


Lita Obispo Félix fue asesinada dentro de su casa presuntamente por su primo Gustavo el 19 septiembre de 2017, en Tampico, Tamaulipas. El joven de 23 años está prófugo y hasta el momento las autoridades no lo han podido capturar. La familia lanzó un llamado de auxilio para ubicación del supuesto agresor.

Su nombre real era Carmen Obispo Félix, pero sus amistades y parientes la llamaban de cariño “Lita”. A sus 28 años de edad era enfermera y trabajaba en un laboratorio clínico donde acumuló al menos 10 años de antigüedad.

Trabajar casi todo el día y después acudir a clases de baile era su rutina diaria, platica Graciela Obispo, la hermana menor de la víctima.

Lita vivía en Tampico, Tamaulipas, con sus dos hermanos: Alejandro, el mayor, y Graciela, la menor. Lita y Alejandro eran el sustento de sus padres, que están enfermos y viven en San Luis Potosí.

El 18 de septiembre se quedó sola en casa, pues su hermana menor pasó la noche con una compañera para terminar un proyecto escolar, y Alejandro trabajaba en otro municipio. Ese día, Lita avisó a su hermana que Gustavo, su primo, se hospedaría en la vivienda porque al día siguiente saldría temprano rumbo a Xilitla, San Luis Potosí, de donde es originario y vivía con sus abuelos.
“Ella me avisó por chat que Gustavo se iba a quedar en casa y que en la mañana se iba a ir. No se me hizo raro porque no es la primera vez que él se quedaba con nosotros”, comenta Graciela.
La entrada laboral de Lita era a las siete de la mañana, pero ella acostumbraba a llegar antes. El martes 19 de septiembre, el jefe de laboratorio clínico marcó al celular de la joven al percatarse de su inusual retraso. No tuvo respuesta.
Minutos antes de las ocho de la mañana llamó a la madrina de Lita, quien vive en un piso arriba de su departamento y es familiar de él. La madrina de los hermanos Obispo bajó para saber si la chica estaba enferma. La puerta principal de su departamento estaba medio abierta y desde el exterior llamó a la joven, pero como no contestaba entró. La mujer halló a Lita tirada en el piso de la sala.

Una ambulancia arribó para dar atención médica, pero la joven ya no tenía signos vitales. Había sido estrangulada, al parecer con un cordón con el que se amarran cajas de huevo. El informe forense establece que los hechos se registraron a las tres de la mañana.

Lita se convirtió así en una de las 146 mujeres asesinadas en Tamaulipas durante el 2017.


Después de privar de la vida a la joven enfermera, robaron el dinero en efectivo que tenían en el inmueble, una televisión, dos cámaras, un DVD, una guitarra, el celular de la víctima –junto con su cargador– y otros objetos.

EL PRIMO

Graciela estaba en clases cuando su madrina le llamó y le pidió acudir inmediatamente a su casa.
“Cuando vi los mensajes de mi madrina sentí que algo estaba mal. Llegué a nuestra casa, vi a policías alrededor y mi madrina lo único que me dijo fue: ‘lo siento mucho’. Yo entré en shock”.
–¿Dónde está Gustavo? –, preguntó ipso facto Graciela al enterarse del asesinato de su hermana. Le respondieron que no había nadie en el inmueble y fue cuando ella explicó a los policías que su primo había pernoctado esa noche.
“Cuando me dijeron que no estaba, de inmediato sospeché que el había tenido algo que ver”, comenta la joven.

Gustavo partió a Xilitla ese mismo martes. Llegó a casa de sus abuelos por la noche.

Una línea de autobuses registró la compra de un boleto a nombre de él durante la mañana, horas posteriores  al crimen.

Graciela detalla que la relación de su familia con su primo siempre ha sido dificil. Él creció con sus abuelos debido a que su madre lo “abandonó”  con ellos y su caracter siempre fue arizco hacía sus parientes.

“A toda la familia Félix se le comunicó lo que pasó y que pensábamos que él [Gustavo] había sido. Unos tíos fueron a Xilitla, llegaron el miércoles [un día después de los hechos], vieron a mis abuelos, les platicaron lo que pasó, que al parecer había sido Gustavo, y mi abuela dijo: ‘pero si Gustavo está aquí, él llegó el martes por la noche’”.


Graciela dio aviso a la policía de que el sospechoso estaba en casa de sus abuelos en San Luis Potosí, pero los agentes le explicaron que no podían detenerlo porque ya había pasado el tiempo de flagrancia y aún no había una orden de aprehensión contra el probable responsable.

Los tíos, con inventos, tomaron una imagen del joven ese mismo miércoles, dice Graciela.

La entrevistada señala que la familia actuó normal, fingiendo que no sospechaban de Gustavo para no perderlo de vista, en tanto seguían las investigaciones y se conseguían elementos para una orden de aprehensión. Sin embargo, el joven huyó al día siguiente.

Lita fue sepultada en San Luis Potosí el jueves 21 de septiembre. Graciela y un tío acudieron a la casa de sus abuelos, ahí obtuvieron información que Gustavo se vio el miércoles con un amigo.

El amigo de Gustavo fue interrogado por los allegados de Lita y la policía.
“Él no sabía nada de lo que hizo [Gustavo] en Tamaulipas. Ese muchacho le dijo a mis tíos que el día que vio a Gustavo, él le dijo que había dejado unas cosas en un lugar de Huichihuayán [también municipio de SLP], que lo llevó y le entregó una mochila. Entre las pertenencias que le dio a su amigo estaba un DVD que era el de nosotras. Yo lo reconocí porque en la casa teníamos la caja de ese DVD. Gustavo también le dijo a ese muchacho que tenía una televisión escondida en otro lado. Ahí fue donde no nos que él la mató”, afirma Graciela.
Con el DVD que Gustavo le dio a su amigo como prueba circunstancial y otras evidencias, la policía giró una orden de aprehensión, abunda Graciela. Gustavo no ha sido visto desde el miércoles 20 de septiembre, dice la joven.


La familia sospecha que el primo de Lita se enteró que era señalado por el asesinato debido a las redes sociales y escapó. “Para el miércoles el caso ya se había difundido en noticiarios y en Facebook”, comenta Graciela.

TAMAULIPAS; SIN PROTOCOLO PARA FEMINICIDIO

El feminicidio se tipificó en Tamaulipas el 22 de junio de 2011, pero diversos elementos normativos adicionales a la privación de la vida de una mujer por razones de género impedían su acreditación en ese entonces. Sin embargo, con la primera reforma al tipo penal realizada el 23 de junio de 2016, para homologarlo al tipo penal federal, se eliminaron esos elementos que imposibilitaban su acreditación.

Un homicidio de mujer se puede acreditar como feminicidio cuando entre la víctima y su agresor existe una relación de confianza, sentimental o afectiva, según se establece en inciso IV del Artículo 325 del Código Penal Federal. Al ser el primo quien privó de la vida a Lita, podría acreditarse el feminicida pues rompió el lazo de confianza que ella tenía a él.

No obstante el estado de Tamaulipas no cuenta con Protocolo para la investigación de los feminicidios, de acuerdo al análisis realizado por el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio y presentado en su informe de 2017.
“A la fecha en el estado de Tamaulipas no se ha solicitado la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVG), por el riesgo que implicaría para las pocas organizaciones defensoras de los derechos humanos que existen en el estado”, abunda el informe de la organización.

Otro aspecto que también destaca el estudio de OCNF es que Tamaulipas no brinda información suficiente en cuanto a feminicidios.

De acuerdo con el informe de ONU Mujeres, en 2016 se cometieron 126 defunciones femeninas con presunción de homicidios. Mientras que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró que en 2017 se cometieron 145 homicidios y solo un feminicidio.

La familia de Lita Obispo reclama justicia para la joven. Graciela, la hermana, demanda a las autoridades que busquen al joven para que el crimen no quede impune. A su vez, a la sociedad ha pedido difundir el caso para encontrar al presunto autor y llevarlo a juicio.

De las 399 asesinadas a nivel nacional de enero a febrero del presente año, al menos 15 fueron en Tamaulipas, de acuerdo a las cifras oficiales de homicidios dolosos.


En relación a las cifras que las autoridades señalan como feminicidios, sólo reportan 122 a nivel nacional de enero a febrero de 2018.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: SUGEYRY GÁNDARA.
LINK: http://www.sinembargo.mx/28-04-2018/3409029