lunes, 2 de abril de 2018

Refresqueras se acaban el agua del Valle de México y ni siquiera pagan por ella: académicos

De los siete cuerpos subterráneos de la cuenca del Valle de México evaluados para el estudio, cuatro fueron identificados como sobreexplotados: el de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México fue declarado en extinción; el de Texcoco en grado extremo y los de Cuautitlán-Pachuca y Chalco-Amecameca en nivel alto. Académicas de UAM denunciaron que 16 firmas gigantes obtienen beneficios extraordinarios al usar el agua, de la cual pagan un costo mínimo al Gobierno capitalino, y que no recompensa los daños medioambientales causados.

Compañías refresqueras y embotelladoras podrían agotar los mantos acuíferos de la Ciudad de México debido a la sobreexplotación de recursos de manera definitiva y al bajo costo que pagan por el agua extraída, alertaron académicas de la Universidad Autónoma de México (UAM).

Anahí Lanuza García, maestra en Ciencias e Ingeniería Ambientales por la Unidad Azcapotzalco de la UAM, denunció que 16 firmas gigantes obtienen beneficios extraordinarios al usar el agua, de la cual pagan un costo mínimo al Gobierno capitalino, y que no recompensa los daños medioambientales causados.



Estas compañías sacan alrededor de siete millones 900 mil metros cúbicos por año, más de la mitad provenientes del acuífero Cuautitlán-Pachuca: cuatro millones 246 mil 880; de la zona metropolitana de la Ciudad de México extraen tres millones 408 mil 387 y del de Chalco-Amecameca 246 mil,lo que equivale a 6.5 por ciento respecto del recurso subterráneo empleado por la industria manufacturera de la cuenca del Valle de México.

Exponen que la tarifa por metro cubico de agua es de 19.82 pesos, de acuerdo con la Ley Federal de Derechos.

Las refresqueras y purificadoras grandes alcanzaron en 2016 una producción con un valor de 32 mil 249 millones de pesos, lo que representa el 4.2 por ciento del valor de la registrada por la industria manufacturera de la cuenca, con beneficios netos de 762 mil 514 millones de pesos,es decir, por cada metro cubico de agua extraído logran ganancias de mil 008 pesos con 21 centavos, lo que equivale a un peso por litro.
“Es claro que resulta extraordinariamente redituable a las 16 empresas extraer el vital líquido de dichas zonas”, manifestó Lanuza García.

Junto con la doctora Lilia Rodríguez Tapia, jefa del Área de Investigación Crecimiento Económico y Medio Ambiente, la maestra Lanuza García indicó que este sector “oligopólico” contribuye notablemente en el déficit del agua por sobreexplotación de las fuentes. Ambas académicas refieron que la explotación de los mantos acuíferos no sólo afecta a la capital, sino también a otros estados y va desde 0.60 por ciento en la zona metropolitana de la Ciudad de México; en 1.13 por ciento en Chalco-Amecameca, Estado de México, y en 7.3 por ciento en Cuautitlán-Pachuca, en el estado de Morelos.

Las acádemicas señalaron que el pago por el agua es poco en comparación con la recaudación. Acusan que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no ha visado qué tanto liquido se ha sustraído ni quién lo hizo, razón por la exigen una investigación exhaustiva sobre el otorgamiento de concesiones, los volúmenes y los usos.
“Ante tal circunstancia desfavorable para la gente y la sustentabilidad del propio bien hídrico resulta recomendable emprender una revisión de las adjudicaciones conferidas hace más de 20 años, sobre todo de aquellas con fines comerciales y volúmenes prominentes”, subrayaron las involucradas en el estudio.
Indicaron que a las personas físicas o morales que tenga una concesión para explotar el recurso con un fin industrial se les debería aplicar un tarifa adicional que sea equitativa con las cantidades que sustraen.
“Tenemos que enmarcar el problema general y luego revisar la particularidad del impacto de esto en regiones específicas; en el caso de la cuenca del Valle de México se estimó el valor económico del fluido para todas las empresas instaladas en esa cuenca”, porque ante todo “queremos hacer conciencia de que la sociedad civil, el Gobierno, el sector privado y las instituciones educativas y de investigación debemos realizar acciones para cuidar el patrimonio hídrico y lograr la sustentabilidad”, señaló Rodríguez Tapia.

De los siete cuerpos subterráneos de la cuenca del Valle de México evaluados para el estudio, cuatro fueron identificados como sobreexplotados: el de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México fue declarado en extinción; el de Texcoco en grado extremo y los de Cuautitlán-Pachuca y Chalco-Amecameca en nivel alto.

En la región del Valle de México existen cinco mil 677 establecimientos del sector de las bebidas no alcohólicas conformados por la elaboración de hielo, líquidos azucarados y 98 por ciento purifica y embotella.

De los cinco mil 677 establecimientos, el Estado de México es asiento de tres mil 313 firmas; la Ciudad de México de dos mil 185; Hidalgo de 159 y Tlaxcala de 20, aunque sólo 18 se toman porque cuentan los derechos o concesiones de extracción del fluido subterráneo.

La investigación fue elaborada en la tesis de maestría de Lanuza García: “Análisis del impacto de la industria de bebidas no alcohólicas en los recursos hídricos en la Cuenca del Valle de México”, con la dirección de los doctores Jorge Morales Novelo y Rodríguez Tapia.


El trabajo integra la investigación hacia una gestión integral del agua por cuenca hidrológica: un análisis de la disponibilidad y usos.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/02-04-2018/3403517