martes, 24 de abril de 2018

Mamá de 26 años y con embarazo de 9 meses desapareció en Neza, Edomex, desde hace tres días

María Guadalupe Serrano Martínez, de 26 años de edad, tiene 39 semanas de gestación. Lo último que se supo de ella fue verla salir de su casa en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México, cerca de las 13:00 horas del pasado 21 de abril. La familia teme por la seguridad de la joven debido a los recientes asesinatos en contra de mujeres embarazadas en México que suman 11 casos, además de que el Edomex está en primer lugar como el más violento y la más peligroso para ser mujer, con un Gobierno que “en lugar de actuar de fondo maquilla cifras y trata de atender el problema con programas asistencialistas, clientelistas y electoreros que de nada sirven”, denunciaron a inicios del mes organizaciones civiles mexiquenses.

Las autoridades del municipio de Nezahualcóyotl y del Estado de México levantaron una alerta para dar con la localización de una mujer embarazada desaparecida desde el pasado 21 de abril.

María Guadalupe Serrano Martínez, de 26 años de edad y con nueve meses de gestación, salió de su casa, ubicada en la colonia Esperanza del municipio mencionado, cerca de las 13:00 horas. Eso fue lo último que se supo de ella.


De acuerdo con información del periódico local A Fondo Estado de México, la familia teme por su seguridad debido a los recientes casos de asesinato en contra de mujeres embarazadas en México.

María Guadalupe vestía un mallón color gris con blanco, una bolsa de algodón azul y zapatos de gamuza color café.


Como señas particulares, la joven tiene 39 semanas de gestación, un tatuaje en la mano izquierda de tres puntos en color verde.

11 EMBARZADAS ASESINADAS 

Durante los últimos días del mes de marzo y los primeros días de abril se conocieron los casos de mujeres embarazadas que fueron asesinadas para sustraer a sus bebés de su vientre y robarlos. Las mujeres eran engañadas diciendo que se les daría ropa para sus hijos y después eran atacadas.

Una de las víctimas de nombre Jessica, que tenía 8 meses de embarazo, fue contactada por Cynthia “N” vía Facebook quien la invitó a su casa, ofreciéndole ropa nueva para su bebé. El pasado 27 de marzo Jessica se presentó a la cita en un domicilio de la colonia Nuevo Progreso, en el puerto de Tampico, Tamaulipas, donde fue sometida y asfixiada hasta quedar inconsciente para abrir su abdomen y sacar al bebé.

Las pruebas forenses determinaron que murió de un “shock hipovolémico por herida punzocortante en cavidad abdominal”, lo que significa que se desangró y que Cynthia sacó a la bebé cuando la joven mamá aún estaba con vida.

Otro de los casos fue el de “Judith”,joven embarazada de 22 años de edad, quien fue asesinada brutalmente y su cuerpo abandonado cerca de un paraje en el rancho Santa Rita en Alvarado, Veracruz, ya sin su bebé. A Judith la contactó una mujer en la clínica del IMSS de Lerdo de Tejada quien le dijo le regalaría ropa para su bebé por lo que debía acompañarla a su casa en la comunidad Punta Arena.

Horas más tarde su cuerpo fue encontrado con una profunda herida en su vientre y sin su bebé, estaba en el noveno mes de gestación.


En Tabasco, Alba Lizbeth, de 24 años de edad, abandonó la ranchería Corralillo y desapareció. Alba, que tenía ocho meses de embarazo, fue localizada sin signos vitales en un paraje. El cadáver tenía signos de violencia extrema: golpes y cuchilladas en el vientre.

Los asesinatos de las tres mujeres embarazadas en Tabasco, Veracruz y Tamaulipas se registraron en una semana, y en dos de los casos se les extrajo el producto. Sin embargo, estos son los casos que mayor atención han recibido pero no los unicos según María Salgueiro, autora del Mapa de Feminicidio en México. “Lamentablemente esto ha ocurrido desde hace tiempo, pero los casos se quedaban sólo en la nota roja”, explica Salgueiro, quién ha documentado 11 casos donde matan a las madres para hurtar a los bebés desde 2013.

Sin embargo, en México, los caos son más. Suman 11 feminicidios. En 2014, Nadia Catalina, Nathaly y Luvineydi Yasmín estaban embarazadas cuando les abrieron el vientre y las mataron en Nayarit y Tamaulipas. Clara, Jazmín y Daniela fueron asesinadas por sus propias “amigas” en la Ciudad de México, Tijuana y Chihuahua. Isamar Chávez de la Rosa fue victimada por una prima lejana en Tamaulipas, y a Diana Jazmín la descuartizaron en Querétaro. Todas estas mujeres fueron asesinadas en diferente tiempo y estados del país, y con el mismo fin: robar a sus bebés.

SUSTRACCIÓN DE MENORES

Especialistas coincidieron para SinEmbargo que en que los sectores más vulnerables en el robo infantil son los que encuentran en pobreza, en zonas rurales o “en donde hay un control del crimen”.
“Sobre todo es gente humilde o de escasos recursos. Ese un patrón que se ha venido viendo a lo largo de estos años”, revela el presidente de la Fundación Nacional de Investigación de Niños Robados y Desaparecidos I.A.P, Guillermo Gutiérrez Romero.

Juan Martín Pérez García, de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), destaca que el robo de infantes es una violación a los derechos humanos, porque los sacan de la protección familiar o del Estado, “hablamos que su proyecto de vida queda roto y a expensas de los delitos y la voluntad de quien quedó con ellos”.

Gutiérrez Romero estima 8 mil casos de robo de infantes desde hace cinco años.

La Fundación Nacional de Niños Robados señala que en 2 mil 850 casos los pequeños sustraídos son de 0 a 4 años; alrededor de 300 entre los 5 a 9 años, y 2 mil 125 son niños de 10 a 14 años.


Juan Martín Pérez sostiene que el robo de niños coloca a los pequeños en un abanico muy amplio de delitos como adopciones irregulares y trata de personas con fines de explotación laboral y sexual.

El representante de la Red por los Derechos de la Infancia en México explicó que de cada 10 niños robados de 0 a 4 años, 6 son varones. En este rango de edad, la mayoría son con fines de adopciones ilegales, comenta el experto.

En el caso de los menores de 15 a 17 años, ocho de cada 10 son mujeres. Los delitos para los que las hurtan es, mayormente, para la trata con fines sexuales.

Los varones de 12 a 17 años robados, “la gran mayoría son víctimas de exploración laboral de grupos criminales, cosecha o recolección de droga”.

El especialista indica que el robo de niños para el tráfico de órganos es muy difícil porque se requiere de un equipo altamente costoso, médicos especialistas e infraestructura para la conservación. No cualquier cirujano puede extraer órganos y el lugar de resguardo debe de ser muy sofisticado.
“Esto nos habla de una sofisticación de crimen que por ahora no hay evidencia de que ocurra en México”, agrega.
Por su parte, Gutiérrez Romero indicó que los bebés también pueden ser entregados a grupos criminales y éstos los venden.

“El costo puede variar. Hay criminales que ofrecen estos niños a otro grupo delincuencial que ya tiene contactos para la compra-venta; hay otros más sofisticados en donde pueden sacar a los bebés del país. Pero también hay mexicanos y mexicanas que pueden hacer una adopción ilegal. Las cantidades fluctúan, puede ser desde 30 mil pesos hasta los miles de dólares”, explica.


Guillermo Gutiérrez y Juan Martín Pérez coincidieron que la extracción de bebés o niños de días de nacidos se presenta principalmente para practicas “mágico religioso”, es decir ritos satánicos.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/24-04-2018/3411144