lunes, 12 de febrero de 2018

El salario de hambre ha incubado parte del fracaso económico de México, dicen consultores y ONGs

Los salarios bajos en México afectan al crecimiento económico porque desincentivan a la población a capacitarse y producir más al prever que su ingreso no será proporcional a su nivel de escolaridad. Ante ello, mejorar los sueldos conviene a todos, aseguraron miembros de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. Aunque un licenciado gana, en promedio, 80 por ciento más que una persona que terminó hasta el bachillerato (IMCO), los salarios mensuales de posgrado y licenciatura cayeron 28 y 20 por ciento en 2016, documenta el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana. Las más de 60 organizaciones civiles que integran la Acción presentaron el jueves pasado una queja ante la CIDH para que revise el salario mínimo de 88.36 pesos diarios por violar el artículo 123 de la Constitución al no ser suficiente para pagar la canasta alimentaria que cuesta 99.36 pesos. Ese mismo día, el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau reiteró que en México los salarios “son extremadamente bajos”, lo cual genera una desventaja para los otros dos socios del TLCAN al atraer más la inversión de las empresas por la mano de obra barata.


El salario mínimo por debajo del costo de la canasta básica, que impacta en los otros salarios, no solo afecta a los 7 millones de trabajadores formales e informales que lo ganan al día, sino también al crecimiento económico nacional porque desincentiva a la población para invertir en mayor educación y capacitación, elementos que generan más valor a la productividad, aseguraron miembros de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
“No tengo que estudiar tanto, de todas formas me van a pagar poco”, explicó en entrevista Roberto Velez, director del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
El salario mínimo está en 88.36 pesos, pero considerando la histórica tasa de inflación de 6.77 por ciento, en diciembre se ubicó en 67.15 pesos, cifra menor al costo de la canasta básica individual de 99.36 pesos, de acuerdo con cifras oficiales. El salario de los trabajadores formales cerró el año pasado en un promedio de 336.26 pesos diarios. El sector de agricultura, construcción y comercio se paga menos que el de industria y servicios, como muestra la tabla.

Un trabajador con posgrado gana en promedio 18 mil 926 pesos y un licenciado gana 11 mil 327 pesos semanales, 80 por ciento más que una persona que terminó hasta el bachillerato (6 mil 305 pesos), reveló un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Sin embargo, los salarios mensuales de posgrado y licenciatura cayeron 28 y 20 por ciento en 2016 en comparación con 2005, de acuerdo con los datos más actualizados del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana.

Además, desde 2012 la pérdida de poder adquisitivo ha mostrado una mayor correlación con el nivel de estudios: a más escolaridad, más pérdida de poder adquisitivo. Mientras el salario mínimo ha perdido casi 4 por ciento de su poder adquisitivo en la presente administración, el salario promedio, empujado por las abruptas caídas en salarios de trabajadores con posgrado, universidad y preparatoria, lo ha hecho en 14.4 por ciento, documenta el Observatorio.
“Como una señal de mercado, si tú le dices a la población [que] eso es lo que te van a pagar cuando llegues al mercado laboral, entonces tus decisiones de inversión, por ejemplo en tu educación, se desincentivan. Eso eventualmente le pega a la productividad porque se estará menos capacitado para generar valor agregado”, afirmó Roberto Velez, del CEEY.

“Si no alcanzas el potencial de productividad una vez hecha la inversión en capital humano, afecta el potencial de crecimiento económico”, añadió.

El país creció 2.1 en 2017, menos que en 2016, desacelerado principalmente por una recesión en el sector industrial, publicó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Rogelio Hermosillo, ex coordinador de Acción Frente a la Pobreza, dijo que para un dinamismo económico se necesita un mercado laboral fuerte, por lo que conviene mejorar el ingreso de los trabajadores.
“Un país con igualdad de oportunidades sin privilegios ni corrupción nos conviene a todos”, declaró.
En comparación con otros países, el trabajo en México es el peor pagado entre los 35 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) al ser en promedio de 14.63 dólares, en comparación con la media de 50.21 dólares, reveló ese organismo global en su último informe en la materia.

Este jueves, mientras el Tratado de Libre Comercio de América del Norte se renegocia, el Primer Ministro de Canadá Justin Trudeau reiteró que “los salarios son extremadamente bajos” en México. En octubre, durante su visita al país pidió ante el Senado mejorar los sueldos.


Durante la mañana de ese mismo día, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza presentó una queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para que revise el salario mínimo por violar el artículo 123 de la Constitución mexicana al no ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, hecho que reconoció la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

“A LAS EMPRESAS NO LES CONVIENE”

Este febrero, durante una reunión con el sector empresarial, el Gobernador del Banco de México (Banxico), Alejandro Díaz de León, expuso que “la mejor manera de inducir las ganancias en productividad es haciendo más eficiente, con más conocimiento y herramientas a la mano de obra”.

Jesús Padilla Zenteno, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de la Ciudad de México, agregó en ese encuentro con el encargado de la política monetaria que la única forma de lograr un crecimiento sostenido de la economía mexicana es aumentar la capacidad de consumo del ciudadano, por lo que en el 2018 la iniciativa privada seguirá alzando la voz para que el salario mínimo sea suficiente para comprar una canasta básica individual.
“La economía del país ha crecido a un ritmo de 2.1 por ciento en los tres últimos años, pero de forma desigual, favoreciendo sólo a ciertas entidades y estratos sociales, por lo que debemos buscar los mecanismos para homologar ese crecimiento en todos los sectores”, dijo Padilla Zenteno.

En noviembre del año pasado, durante El Buen Fin, el consumo privado creció 0.5 por ciento respecto a octubre y 2.9 por ciento frente al mismo mes del 2016, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Aunque a inicio de año, la confianza del consumidor cayó 3.7 por ciento respecto a diciembre.

Rogelio Gómez Hermosillo, consultor internacional, experto en programas sociales y ex coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, afirmó que el sector empresarial –con quienes ha hablado– también exige una mejora en el salario de los trabajadores porque “el interés es el fortalecimiento de la economía nacional y lograr un país con cohesión social”.

“A la economía mexicana, incluso a las grandes empresas, no les conviene que más del 50 por ciento de la población no tenga ingreso suficiente”, sentenció. El 50.6 por ciento de la población mexicana tuvo un ingreso inferior a la línea de bienestar (canasta alimentaria y servicios básicos) durante 2016, de acuerdo con el Coneval.


FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: DULCE OLVERA.
LINK: http://www.sinembargo.mx/12-02-2018/3383283