jueves, 30 de noviembre de 2017

Carstens se va con prestigio a un súper banco: el BPI; aquí hereda la inflación más alta en 16 años

Este 30 de noviembre, Agustín Carstens deja la dirección del Banco de México para empezar una nueva andadura como gerente general del Banco de Pagos Internacionales. Se va en la última y una de las más difíciles etapas del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, cuando la deuda pública ha crecido a niveles nunca vistos: 44.5 por ciento del PIB y cuando la inflación se ha elevado a su nivel más alto en 16 años. Sobre el tema de la transparencia, Carstens, siendo un servidor público, debe presentar su declaración patrimonial, al igual que los demás miembros de Banxico, sin embargo, no la hace pública. De acuerdo con datos del Banco de México, en 2011, Agustín Carstens recibía un sueldo bruto anual de 3 millones 895 mil 662 pesos, que disminuía a 2 millones 770 mil 984 pesos (sueldo neto) tras una retención de 1 millón 124 mil 678 pesos por concepto de impuesto sobre la renta. Tras casi ocho años en el que afianzó su prestigio y logró el respeto de políticos, empresarios y opinión pública, Carsten deja un vacío difícil de llenar en una institución clave para la estabilidad macroeconómica del país, de acuerdo con analistas.

Agustín Guillermo Carstens Carstens, a quien muchos consideran un tecnócrata brillante, dejará oficialmente el Banco de México (Banxico) este jueves. Se va en la última y una de las más difíciles etapas del sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, cuando la deuda pública ha crecido a niveles nunca vistos: 44.5 por ciento del PIB y cuando la inflación ha resentido la disparidad en el tipo de cambio.

Tras casi ocho años en el que afianzó su prestigio y logró el respeto de políticos, empresarios y opinión pública, Carsten deja un vacío difícil de llenar en una institución clave para la estabilidad macroeconómica del país, de acuerdo con analistas.

“En el sector financiero pensamos que Carstens hizo muy buena labor, le tocaron momentos complicados para las finanzas en México, le tocó vivir una crisis muy importante en el mundo y la manejo muy bien”, dijo a SinEmbargo Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico y Bursátil del CI Banco.

A finales de 2009, Carstens asumió el cargo de gobernador del Banco de México con la tarea de estabilizar la macroeconomía del país y controlar la inflación y la devaluación del peso, en unos momentos convulsos con el arranque de la crisis económica mundial.

Resolvió su acometido, y Carstens refrendó el respaldo que recibe de los mercados financieros, empresarios y políticos, quienes destacan de él su profesionalismo, transparencia y capacidad negociadora.
“El doctor Carstens hizo una muy buena labor sobre todo en el tema de la inflación. Se metió más en la inflación subyacente, que es la de los alimentos y productos agropecuarios, porque esa inflación tiene poco que ver con la política monetaria y más sobre cómo funcionan los productos agropecuarios en el mercado”, explicó Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y poseedor de una maestría y un doctorado de la Universidad de Chicago, Carstens inicia el 1 de diciembre una nueva andadura profesional como gerente del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).


En medio de tantos elogios, cuesta encontrar voces críticas como la del economista Jonathan Heath, quien en una columna en el diario Reforma destacó el “despilfarro” en burocracia interna implementada por Carstens desde que llegó al instituto emisor el 1 de enero del 2010.

“Mientras Carstens ha criticado el manejo imprudente del Gobierno federal en torno a las finanzas públicas, aumentó el organigrama exponencialmente. […] El despilfarro no se queda allí. Muchos analistas desde hace tiempo han pedido a gritos una comisión en el Senado cuya función sea vigilar, controlar y cuestionar la logística administrativa del Banco, ya que como está ahora, se concentra un gran poder desmedido en el papel del Gobernador, que en la práctica no rinde cuentas a nadie, escribió Heath en Reforma.

Sobre el tema de la transparencia, Carstens, siendo un servidor público, debe presentar su declaración patrimonial, al igual que los demás miembros de Banxico, sin embargo, él y los demás funcionarios no la hacen pública.
La página del Banco de México detalla: “El servidor público presentó en tiempo y forma su declaración de situación patrimonial, en términos de la normatividad aplicable. La evolución de su declaración patrimonial se encuentra en proceso de verificación, con base en los datos y justificaciones presentados por el declarante. El servidor público ejerciendo el derecho previsto en la citada normatividad, no autorizó la publicitación de la presente declaración”.

De acuerdo con datos del Banco de México, en 2011, Agustín Carstens, recibía un sueldo bruto anual de 3 millones 895 mil 662 pesos, que disminuía a 2 millones 770 mil 984 pesos (sueldo neto) tras una retención de 1 millón 124 mil 678 pesos por concepto de impuesto sobre la renta.

Además del sueldo neto de casi tres millones de pesos, Carstens recibía 1 millón 432 mil 634 pesos por concepto de prestaciones, que incluía una prima vacacional por 307 mil 432 pesos, aguinaldo por 830 mil 067 pesos y ayuda de despensa por 285 mil 135 pesos, además de una canasta navideña por 3 mil 571 pesos.

¿CÓMO DEJA CARSTENS LA INFLACIÓN?

El Banco de México tiene como objetivo una inflación del 3.0 por ciento con un margen de flexibilidad de un punto porcentual hacia arriba o hacia abajo, con lo cual una inflación de entre 2.0 por ciento y 4.0 por ciento se considera dentro del objetivo.


El 1 de enero de 2010, Carstens recibió el cargo con una inflación ligeramente por arriba de la meta, de 4.5 por ciento. En 2014, con la llegada de las reformas estructurales, los precios bajaron a niveles récord, pero la historia cambió a partir del “gasolinazo”.

El alza del 20 por ciento en los precios de los combustibles y la depreciación que ha sufrido el peso frente al dólar de manera constante a partir de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos hicieron subir los precios de los productos y servicios de manera generalizada.

En enero de 2010, la inflación anual se ubicó en 4.5 por ciento, pero desde que comenzó este año la inflación se ha disparado por arriba del 6.0 por ciento.

En octubre pasado se ubicó en 6.37 por ciento, de acuerdo con datos publicados a principios de noviembre por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Con esta cifra, Carstens se irá de Banxico con la inflación más alta en 16 años.

TASA DE INTERÉS

Cuando Agustín Carstens tomó el control de Banxico, la tasa de interés de referencia se encontraba en 4.5 por ciento. Entre 2010 y mediados de 2014, el banco central se ocupó de bajar gradualmente el costo del dinero para estimular la economía, permitiendo que se consumiera a un menor costo.

Durante ese periodo, Estados Unidos conservaba tasas de interés cercanas a cero, una política monetaria implementada tras la crisis financiera y con el mismo objetivo de estimular la economía. La diferencia entre la tasa estadounidense y la mexicana permitía que invertir y traer capitales fuera más atractivo que llevarlos al vecino país del norte.

A finales de 2015, la Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos, normalizó su tasa de interés y comenzó a elevarla paulatinamente, con lo cual se incrementó el atractivo de Estados Unidos y Banxico se vio en la necesidad de pagar cada vez más por el ahorro en México.
“Hay otra cosa que me hubiera gustado ver más en el Banxico que tiene que ver en la comprensión de cómo influye la política monetaria de Estados Unidos en la depreciación del peso. Lo que hizo el Banco Central para mitigar la depreciación del peso fue subir la tasa de interés, faltó implementar otras acciones”, consideró Marcelo Delajara.

Diversos analistas coinciden en que el nuevo gobernador, Alejandro Díaz de León Carrillo, quien reemplazará a Carstens en el cargo desde el 1 de diciembre de 2017 al 31 de diciembre de 2021, tiene un gran reto al frente de la institución.
“Hay que darle el beneficio de la duda al nuevo gobernador del Banco de México. En su gestión va a tener que demostrar que se mantiene independiente al Gobierno federal”, dijo Delajara respecto a las diversas voces que ligan a Díaz de León con el Secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso. 
Para Jorge Gordillo, del CI Bnaco, es “normal” que actores políticos crean que la autonomía de Banxico se perderá, ya que Alejandro Díaz de León fue subsecretario de Hacienda cuando Luis Videgaray era Secretario de Hacienda.


El economista considera que el nuevo Gobernador tiene que desenmascares de eso, “está en él en garantizar que el Banco de México sea independiente”.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: GUADALUPE FUENTES LÓPEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/29-11-2017/3333098