domingo, 24 de septiembre de 2017

Obispos de Oaxaca se unen en el reparto de ayuda a afectados por sismos

IXTALTEPEC, Oax. (proceso.com.mx).- Ocho obispos de la provincia de Oaxaca se unieron “al dolor, al miedo, a la desconfianza y a la esperanza” de las víctimas de los terremotos al oficiar una misa especialmente a quienes han sufrido y siguen sufriendo la muerte de un familiar, que se han quedado sin casa y sin lo indispensable para continuar solos afrontando la vida.
Desde el kiosco de la devastada población zapoteca de Asunción Ixtaltepec donde se montó un altar flanqueado por un Cristo y la imagen peregrina de la inmaculada Virgen de Juquila, el arzobispo metropolitano José Luis Chávez Botello destacó que dentro de la tragedia “se repite el milagro de la multiplicación de los panes, de la solidaridad y de los milagros”.
Acompañado de los obispos de Tehuantepec, Óscar Armando Campos Contreras; el auxiliar de Antequera Oaxaca, Gonzalo Alonso Calzada; de la Prelatura Mixe, Héctor Guerrero; de Puerto Escondido, Pedro Vásquez Villalobos; de Huautla, Armando Álvarez; de Tuxtepec, Alberto González y el emérito Arturo Lona Reyes, el purpurado destacó que “es momento no sólo de los bienes materiales sino de reconstruir la vida. Hay que reconstruir algo más allá, la manera de vivir en nuestra sociedad”.
Chávez Botello destacó que “este acontecimiento de terremotos es un llamado fuerte a todos, Dios nos llama hoy y ya muchos están respondiendo. Detengámonos en cuatro palabras del mensaje: Vayan, moverse ya es signo de vida, más cuando podemos levantarnos y orientamos los pasos para construir, para ayudar a vivir mejor. Siempre los llamados del Señor tienen un sentido y una finalidad”.
Estos hechos “suelen ser un llamado a cambiar la manera de vivir, hacernos conscientes de nuestra misión, a levantar la esperanza y constatar que hay futuro de vida mejor, pero esto exige hacerle caso, levantarnos, ponernos en camino”.
Ante decenas de fieles que se encuentran en duelo o perdieron sus bienes, destacó que en las zonas siniestradas “palpamos que todos tenemos algo que ofrecer. Tenemos capacidad y fuerza física, no se espera recibir un mandato, no se espera ser llamado, la disponibilidad siempre hace tomar iniciativas rápidas”.
El arzobispo mencionó que en estas tragedias “palpamos solidaridad, buscar ayudar sin estorbar, mucho menos dañar. Cuando la palabra de Dios se tienta el corazón se piensa más en los que sufren, entonces, sí es posible sacar lo mejor del corazón para salvar y cuidar vidas. Cuando dejamos tocarnos por la palabra de Dios el señor hace milagros”.
Insistió en que la misa es especialmente para todos los que han sufrido y siguen sufriendo la muerte de un familiar, que tienen familiares heridos y tantos hermanos y hermanos que han quedado sin casa, sin lo indispensable para continuar solos afrontando la vida.
Mientras que el obispo de Tehuantepec, Óscar Armando Campos Contreras, expresó su agradecimiento porque hay distintas manifestaciones de solidaridad y cariño, con oraciones, despenas y ayudas económicas por todos los necesitados de los terremotos.
Sin embargo, dijo hay que ser agradecidos con Dios y con ellos, pero vamos a trabajar donde Dios quiera y como Dios quiera.
El padre Leonel Cárdenas explicó que desde un principio cuando se enteraron de las necesidades, abrieron un centro de acopio en el centro diocesano en apoyo a la Diócesis de Tehuantepec, Ixhuatán, San Mateo del Mar, Ixtaltepec y Salina Cruz, aunque “hay que ir pensando, en dos semanas, qué más podrían hacer porque las necesidades son muy grandes”.
Explicó que la dinámica es entregar los víveres a través de los párrocos para tener la certeza de que lleguen a las víctimas de los terremotos del 7 y 19 de septiembre, porque lamentablemente hay personas que se aprovechan de esta situación.
FUENTE: PROCESO
AUTOR: PEDRO MATIAS