jueves, 24 de agosto de 2017

Un maestro, un cuarto de tablas y cartón. Butacas viejas. Allí van a clases 22 niños de Chilpancingo

En la primaria Carmen Serdán, en Chilpancingo, Guerrero, toman clases en un salón provisional porque el plantel no cuenta con las instalaciones adecuadas, pese a que tiene clave propia y está incorporada al programa de Escuelas de Tiempo Completo. Hay salón, una bodega y baños que son de tablas de madera, lámina de metal y cartón. Vicente Díaz Campo es el único maestro de la primaria. Los alumnos de todos los grados aprenden el mismo tema durante las clases, pero hacen ejercicios diferentes, de acuerdo a su nivel de aprendizaje, para comprender las lecciones.

Los 22 alumnos de la Primaria Federal Carmen Serdán, de la colonia Ahuacatitlán, Chilpancingo, Guerrero, toman clases en un salón provisional porque el plantel no cuenta con las instalaciones adecuadas, pese a que tiene clave propia y está incorporada al programa de Escuelas de Tiempo Completo.

La colonia Ahuacatitlán está ubicada en la periferia, al sur de la capital, aunque cuenta con servicios públicos, electricidad y agua, sus calles no están pavimentadas y tienen grietas entre las que se pueden ver los tubos del drenaje.

Sólo una ruta de Urvan del transporte público, la que va a la colonia OPCG, llega hasta Ahuacatitlán y a sus colonias vecinas, Huamatitlán, Viudas de Huautla y Valle Esmeralda, entre otras.

La Primaria Federal Carmen Serdán se encuentra en un amplio terreno que fue donado por los vecinos para construir la escuela. Con apenas cuatro años funcionando, el plantel obtuvo su propia clave, aunque las instalaciones provisionales, que consisten en un salón, una bodega y baños, son de tablas de madera, lámina de metal y cartón, sólo los baños, uno para niños y otro para niñas, cuentan con una estructura de concreto.
Parte del mobiliario de la escuela, como sillas, butacas y mesas, fue donado por otras que pertenecen a la zona escolar 2, con sede en Chilpancingo; mientras que el material para la construcción de las instalaciones provisionales se compró con recursos del programa de Escuelas de Tiempo Completo.

En una visita a la escuela, el director, Vicente Díaz Campo informó que él es el único maestro de la primaria, aunque también cuenta con un auxiliar, ya que su modalidad es multigrado, lo que significa que los alumnos de todos los grados aprenden el mismo tema durante las clases, pero hacen ejercicios diferentes, de acuerdo a su nivel de aprendizaje, para comprender las lecciones.

La escuela tiene una jornada ampliada, con un horario de 8 de la mañana a 2:30 de la tarde; mientras los alumnos toman clases, albañiles trabajan en la obra del primer salón con una estructura de concreto, que el Instituto Guerrerense para la Infraestructura Física Educativa (IGIFE) aprobó para el plantel.

Según Díaz Ocampo, el salón podría estar listo a finales de septiembre, su construcción comenzó en julio pasado, y espera que una vez que los padres de familia, que habitan en las colonias alrededor de la escuela, vean que las instalaciones son las que debe tener toda institución, la matrícula aumentará.
Contó que los padres de familia que viven en esa zona trabajan como obreros, comerciantes, empleados del gobierno estatal y del municipal, pero no se les solicitó una cuota de inscripción o reinscripción, “lo único que se les pide es el trabajo físico, la mano de obra, se necesitó su apoyo para colocar la malla (que rodea el terreno de la escuela), las láminas y otras cosas, pero aquí no hay entrada de recursos”.

Desde su creación, otros tres maestros atendieron a los alumnos, que al principio eran 18; luego, la matrícula aumentó a 20, 22 y hasta a 25, aunque algunos desertaron porque eran habitantes del fraccionamiento El Mirador, donde fueron reubicados los damnificados de las tormentas Ingrid y Manuel.

La inestabilidad de la matrícula, la ubicación del plantel y la falta de instalaciones adecuadas, provocaron que los otros maestros solicitaran su cambio de adscripción y, según Díaz Ocampo, “lo consiguieron rápido, a mí, los padres de familia me pidieron que impulsara la escuela, que atendiera a sus hijos y ya llevo dos años aquí”.
Díaz Ocampo, lamentó que haya escuelas que cuentan con clave propia y están reconocidas por la Secretaría de Educación Pública (SEP), que no reciben el apoyo inmediato de las dependencias correspondientes para mejorar sus instalaciones y brindar un mejor servicio.

El gobierno estatal dona uniformes a los alumnos de la primaria Carmen Serdán, mientras que la SEP les proporciona los libros de texto gratuitos, aunque este ciclo escolar los lotes que llegaron al plantel fueron insuficientes, ya que la dependencia envió el número correspondiente a la matrícula del ciclo pasado, que fue de 20 alumnos, por lo que Díaz Ocampo deberá acudir a solicitar los restantes para que todos los menores cuenten con los materiales necesarios para su educación básica.

FUENTE: SIN EMBARGO/EL SUR.
AUTOR: REDACCIÓN/ALINA NAVARRETE FERNÁNDEZ.
LINK: http://www.sinembargo.mx/24-08-2017/3291385