Previo a su última captura, Flores Hernández fue detenido en 2013 por una acusación de lavado de dinero y delincuencia organizada, pero en el 2015 logró recuperar su libertad, sin que la PGR haya explicado el motivo de su liberación tras dos años de proceso penal.
La PGR detalló que Raúl Flores enfrenta un proceso de extradición a solicitud de la justicia estadounidense, ya que es requerido por la Corte Federal del Distrito de Columbia en Estados Unidos por el delito asociación delictuosa por distribuir cinco kilogramos o más de cocaína.
Adicionalmente, enfrenta una segunda orden de captura emitida por una Corte Federal de Distrito del Sur de California por otro cargo de tráfico de cocaína, misma que todavía no se ha traducido en una solicitud formal de extradición, según un comunicado emitido por la PGR.
La dependencia agregó que tras la captura de Raúl Flores Hernández, el presunto narcotraficante fue puesto a disposición de un Juez de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio con residencia en el Centro de Justicia Federal que se ubica en el Reclusorio Sur, impartidor de justicia que le dictó prisión preventiva en lo que se resuelve su proceso de extradición.
“El requerido, en el año 2013, ingresó al penal federal número 4 del Noroeste, por su probable responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, obteniendo su libertad en el año 2015”, explicó la PGR.
Raúl Flores, identificado por la PGR desde 2010
A pesar de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos considera que Raúl Flores Hernández, “El Tío”, es un capo con actividad criminal desde 1980, fue hasta el año 2010 que la PGR lo identificó como operador de un grupo delictivo.
El 30 de agosto del 2010, el entonces Procurador General de la República, Arturo Chávez Chávez, emitió un acuerdo en el que se señalaba a Raúl Flores como responsable de una célula criminal dedicado al lavado de dinero y el tráfico de drogas, por lo que ofreció una recompensa de cinco millones de pesos por información que llevara a su captura.
Flores Hernández contaba desde esa fecha una orden de aprehensión por al menos cuatro delitos: delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita, posesión de arma de fuego de uso exclusivo de las fuerzas y posesión de cartuchos reservados para uso exclusivo del Ejército, la Armada y Fuerza Aérea.
La ficha emitida por la PGR agrega que el capo utilizaba una identidad falsa a nombre de Miguel Casas Linares y que su zona de operación era el territorio del Distrito Federal y la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
De acuerdo con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, “El Tío” tiene relaciones comerciales con los Cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, lo que le permitió estar al margen de las confrontaciones delictivas.
FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: JUAN OMAR FIERRO.
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