lunes, 21 de agosto de 2017

Canadá y EU presionan a México en TLCAN por los bajos salarios; así no podemos competir, dicen

En la cuarta jornada de negociaciones de esta primera ronda de revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en Washington, las mesas debaten sobre temas peliagudos, como las reglas de origen, la resolución de conflictos y los salarios.

Hasta ahora, Canadá ha mostrado una gran disposición para limar asperezas con sus contrapartes estadounidenses y mexicanos como ocurrió el pasado miércoles con la declaración de su Ministra de Exteriores, Chrystia Freeland, y también a lo largo de estos días con la gestión de su negociador jefe, Steve Verheul.

Aún así, como explicaba Jerry Dias, el presidente de Unifor, uno de los principales sindicatos de ese país que incluye a las industrias automotriz, energética y de telecomunicaciones, “Canadá no debe tener miedo a abandonar las negociaciones”. En este sentido, Dias se mostró completamente de acuerdo a incrementar las reglas de origen de determinados sectores, como el de autos y acusó a México de haber conseguido la mayor parte de empleos manufactureros.


“Debemos unir fuerzas para tratar temas y problemas fundamentales” dijo afirmando que el gobierno canadiense y sus representantes están preparados. Además alabó la figura de Verheul, al que definió como un “gran negociador”. Pero, al ser preguntado si Canadá estaría mejor fuera del TLCAN, no dudó en señalar que, históricamente, el país genera un mayor porcentaje de crecimiento en sus exportaciones con países con los que no tiene un acuerdo comercial formal.
“Es hora de hablar de estándares laborales mínimos” enfatizó, aludiendo al asunto de los salarios en México, otro punto de fricción para algunos participantes en la negociaciones. México y Canadá ocupan el tercer lugar entre sus respectivos socios comerciales. Cada año, Canadá recibe aproximadamente a 20 mil trabajadores agrícolas, como parte del Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales, el cual suele ser mencionado como un acuerdo modelo para la movilidad laboral a nivel internacional.

El líder sindical agregó que el problema de México es que sus negociadores se niegan a revisar los salarios. “Son tan bajos que no podemos competir”, dijo Jerry Dias durante las mesas de negociación.

No sólo Canadá está interesado en el tema de los salarios en México, el pasado 7 de agosto, Bloomberg aseguró que el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría lograr que en las renegociaciones del TLCAN los trabajadores mexicanos obtengan un aumento salarial.
“Trump quiere evitar que las empresas estadounidenses se trasladen a México, donde los trabajadores ganan la cuarta parte de los salarios de sus pares de Estados Unidos. Cerrar esa brecha podría convencer a las firmas estadounidenses de quedarse en su país”, señaló el medio especializado en negocios.

México se ubicó en el último lugar de los 35 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). La mano de obra fue la peor pagada durante 2016.

A través de las negociaciones del TLCAN, que comienzan el próximo 16 de agosto, los funcionarios estadounidenses impulsarán los salarios más altos y mejores condiciones laborales para los empleados mexicanos.
Según expuso Bloomberg, debido a que los sueldos mexicanos son de los más bajos de los países más desarrollados, la reforma laboral es un objetivo importante para lograr la exigencia de Trump de obtener un acuerdo mejor para los trabajadores estadounidenses; de lo contrario abandonará el pacto firmado en 1994.

El trabajo mexicano se paga en promedio de 14.63 dólares, muy por abajo de la media, la cual es de 50.21 dólares. Los trabajadores mexicanos ganan menos que los de Chile, donde se paga en promedio 20.51 dólares, Letonia, (25. 38) y Eslovaquia 29.9, reveló un informe publicado por la OCDE en abril pasado.

El Gobierno de Trump “hará una fuerte presión, y considero que con razón, respecto a los estándares laborales”, dijo a Bloomberg Gerardo Otero, profesor de la Universidad Simon Fraser de Canadá que ha publicado más de 100 artículos o libros sobre México y América Latina. “Si los precios mexicanos suben debido a los aumentos salariales podría haber una oportunidad de cerrar la brecha”.

EU NO ENSEÑA TODAS SUS CARTAS

En las últimas mesas que se debaten en la jornada del domingo, continúa presente el asunto de las reglas de origen. El representante comercial de Estados Unidos, el embajador, Robert Lighthizer ya aventuró que este sería uno de los temas clave de la profunda revisión que busca su país en estas negociaciones.
Hasta la fecha, las compañías que quieran beneficiarse del TLCAN deben cumplir con el requisito de contar con el 62.5 por ciento del contenido debe ser norteamericano en el caso de los automóviles y del 60 por ciento para otros componentes. Durante las idas y venidas, corrillos y bambalinas se llegó a apuntar que Estados Unidos buscaba incrementar esta cifra hasta el 80 por ciento, incluso imponer su propia cuota de productos “made in America”. Sin embargo, los detalles y peticiones de la delegación estadounidense han brillado por su ausencia.
La delegación estadounidense no ha dado detalles sobre el alcance que busca en estos requisitos. Tampoco dio cifras específicas sobre qué significado tiene la referencia al contenido “sustancial estadounidense” que aparentemente buscan sus negociadores.


Al mismo tiempo, otro asunto en la agenda de alto interés para México y Canadá, el de presionar a EU para que relaje sus normativas del “Compra América” en las contrataciones públicas y de acceso a productos y servicios mexicanos y canadienses para optar, al menos, a la posibilidad de competir con sus pares estadounidenses, también quedaría limitado.

Y es que el gobierno estadounidense ha publicado un aviso pidiendo comentarios públicos sobre los costes y beneficios de los acuerdos comerciales sobre el funcionamiento de las leyes de “Compra América” (acceda aquí) en la contratación pública. Un hecho que coincide con las negociadores del TLCAN aquí en Washington.

Esta petición es parte de una orden ejecutiva firmado por Trump a principios de este año diseñada para hacer el máximo uso de estas reglas. El decreto ordenó a los departamentos gubernamentales realizar estudios durante cinco meses antes de poner un informe final sobre la mesa del presidente el próximo 24 de noviembre.
Un aviso invita ya a realizar comentarios públicos para este informe ya está disponible online y se publicará oficialmente en el registro federal estadounidense el lunes, buscando presentaciones de la industria antes del próximo 18 de septiembre.

Esto choca de frente con los objetivos tanto de Canadá como de México que desean ampliar las obligaciones sobre contrataciones públicas dentro del marco del TLCAN, dándole a sus empresas más oportunidades para poder pujar en los contratos del gobierno de Estados Unidos, especialmente en los suculentos proyectos de infraestructura a nivel estatal y local.

Sin embargo, algunos expertos indican que el hecho de que se haya publicado esta notificación pública es una estrategia deliberada para que la delegación estadounidense justifique no abordar profundamente esta cuestión dentro del TLCAN, ya que tiene un mayor alcance multilateral y más amplio.

FUENTE: SIN EMBARGO/ECONOMÍAHOY.MX.
AUTOR: REDACCIÓN/JOSÉ LUIS HARO.
LINK: http://www.sinembargo.mx/20-08-2017/3289142