miércoles, 19 de julio de 2017

Trump retoma ofensiva para que sea aprobada la contrarreforma de salud

Nueva York. Tal vez un poco tarde, Donald Trump convocó a toda la bancada republicana del Senado para advertirles que “tienen que cumplir con su promesa” para desmantelar la reforma de salud 24 horas después de que el último intento para hacerlo fracasó en parte por las consecuencias de un presidente errático y con el menor apoyo popular en la historia moderna.
La surrealidad política que ha imperado en este país desde la coronación de Trump continúa distorsionando el debate nacional con acentos orwelianos. Cuando Trump les dijo a los senadores republicanos que cumplieran su promesa al pueblo estadunidense, nadie se atrevió a responder que la gran mayoría de ese pueblo ha registrando en todas las encuestas su rechazo de esa “promesa” y más aún que reprueba no sólo al presidente, sino a todo el Congreso.
Sin embargo, y girando de posición otra vez después de que sólo hace 24 horas, ante el fracaso espectacular de los republicanos y su Casa Blanca de impulsar la contra-reforma de salud en el Senado, comentó que era tiempo de dejar fallar al llamado Obamacare sin más acción por ahora, Trump decidió este miércoles intentar resucitar el asunto para evitar una grave derrota política. “Mi mensaje es muy simple. Tenemos que quedarnos aquí… hasta que este proyecto de ley esté sobre mi escritorio”, declaró en la comida en la Casa Blanca con casi toda la bancada republicana (llegaron 49 de los 52). Los invitó a suspender su tradicional receso de agosto y prolongar su sesión hasta que logren aprobar un plan de seguro de salud, asegurando que “estamos cerca”.
Subrayó que durante siete años los republicanos han prometido que desmantelarán el Obamacare, y afirmó que él está listo para actuar y ya:,” tengo mi pluma en mi mano, estoy sentado en esa oficina… Nunca han tenido eso antes… yo sí lo firmaré”.
Poco después de la comida algunos senadores dijeron que estaban más optimistas que antes de que tal vez se lograría un consenso. Sin embargo, persisten los mismos obstáculos al plan inicial o la alternativa de sólo revocar la reforma que, según cálculos oficiales de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) dejaría a entre 22 a 32 millones sin seguro de salud en una década, incluyendo las olas de protestas por todo el país y el rechazo por las principales asociaciones profesionales médicas y hospitalarias, además de las profundas divisiones dentro del partido del presidente.
Por ahora, entre republicanos moderados que opinan que el plan actual anulará el acceso a la salud para millones de gente de bajos ingresos; y los ultraconservadores que dicen que desean medidas más extremas para desmantelar el llamado Obamacare, no se han logrado obtener los 50 de los 52 votos republicanos en la cámara alta que se requieren para aprobar la contrarforma.
Yo gané
En otro rubro, este miércoles se realizó la primera reunión de la Comisión Presidencial de Asesoramiento sobre Integridad Electoral, creada por Trump y su equipo para evaluar un fenómeno inexistente: el voto fraudulento masivo. Trump ha insistido desde la elección que él hubiera ganado el voto popular si no fuera por el voto ilegal de entre 3 y 5 millones de inmigrantes (Hillary Clinton ganó por casi 2.9 millones de votos sobre Trump). Hay nula evidencia de tal cosa.
Trump comentó ante la comisión que “cada vez que ocurre el voto fraudulento cancela el voto de un ciudadano legal”.
La comisión provoco controversia cuando su vicepresidente Kris Kobach, feroz anti-migrante y promotor de mayores medidas de verificación de votantes, solicito a los gobiernos estatales entrenar información detallada de sus padrones, incluyendo nombres, domicilios, fechas de nacimiento, afiliación política, fichas criminales e historial de voto personal. Más de 20 estados rehusaron y otros más dijeron que tendieran que evaluar la solicitud, todos indicando que potencialmente violaba la privacidad de los ciudadanos.
Este miércoles Trump acusó que esos estados de, aparentemente, estar ocultando algó y afirmó que “si un estado no desea compartir esta información, uno tiene que ponderar de que están preocupados”.
Pero ademas de examinar este fenómeno fabricado, la Comisión, según críticos y defensores de derechos civiles, tiene el propósito de usar ese pretexto para imponer medidas que en efecto dificultan la participación electoral sobre todo de minorías y la gente pobre.
Los rusos
Por otro lado, se divulgaron mas detalles sobre la identidad y trabajo del octavo participante en la ahora famosa reunión entre una abogada rusa y el hijo de Trump para cobrador información potencialmente dañina contra Hillary Clinton en medio de la campaña electoral en junio del 2016. Irakly Kaveladze, un hombre de negocios quien fue investigado por el gobierno federal hace 17 años, cuando descubrieron que había registrado 2 mil empresas en el estado de Delaware y abrió mas de 100 cuentas bancarias a través de las cuales sus clientes rusos trasladaron cientos de millones de dólares a destinos internacionales, participó en la reunión en representación de los Agalarov, multimillonarios rusos que han tenido negocios con Trump, reportó el New York Times.
Mientras tanto, el yerno y asesor presidencial (y participante en esa reunión con los rusos), Jared Kushner, declarará ante el Comité de Inteligencia del Senado el próximo lunes en sesión a puerta cerrada en torno a la investigación sobre la mano rusa en la elección.
Kushner y el ex jefe de campaña Paul Manafort ahora también están programados para comparecer ante el Comité Judicial del Senado el próximo miércoles sobre el mismo tema, anuncio el comité esta noche.
Clinton sigue perdiendo
Aunque los demócratas y otros opositores de Trump estaban gozando los autogoles de Trump con el revés sufrido con la contrarreforma de salud y la nube rusa estacionada sobre la Casa Blanca, esas noticias no necesariamente se traducen en apoyo para ellos.
Por ejemplo, mientras todos han resaltado el hecho de que Trump padece de un nivel de aprobación históricamente bajo, hay alguien que está incluso peor: Hillary Clinton. La ex candidata presidencial demócrata y aún reina de su partido es vista favorablemente por sólo 39 por ciento de los estadunidenses, dos puntos más abajo que Trump en la más reciente encuesta nacional de Bloomberg.

FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: DAVID BROOKS