jueves, 20 de julio de 2017

Trump ataca a sus colaboradores, incluido su procurador general

Asombrando una vez más a la cúpula, el presidente Donald Trump atacó al procurador general Jeff Sessions casi culpándolo de traición, junto con el subprocurador y el jefe en funciones de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI). Esto provocó especulación sobre si estaba preparando el terreno para despedir a todo este equipo; y para que el fiscal especial frene la investigación federal sobre la posible colusión con los rusos en la elección y sus secuelas.
En una entrevista con The New York Times, Trump declaró que no habría nombrado a Sessions a su puesto sabiendo que éste se recusaría de la investigación sobre la mano rusa en las elecciones, indicando que esto llevó a la decisión del Departamento de Justicia de nombrar a un fiscal especial para encabezar esa investigación.
“Sessions no tendría que haberse recusado, y si lo pensaba hacer, debió avisarme antes de que aceptara el puesto y así yo hubiera nombrado a otra persona”, comentó Trump. Calificó la decisión de Sessions, quien fue el primer senador en apoyar su candidatura, como algo “extremadamente injusto, y esa es una palabra leve, con el presidente”.
Esta inusual acusación publica del presidente contra un integrante de su gabinete de inmediato provocó dudas sobre la estancia de Sessions en su puesto. Este jueves el procurador general afirmó que piensa permanecer “tanto tiempo como sea apropiado” en su trabajo. Poco más tarde, la vocera de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders, aseguró que el presidente mantiene su confianza en su procurador general, ya que si eso no fuese el caso Sessions ya no ocuparía el puesto; dijo que Trump sólo estaba “decepcionado” de el.
En la entrevista, también atacó de nuevo al ex director de la FBI James Comey, a quien Trump despidió en mayo en una acción que provocó acusaciones de obstrucción de justicia, ya que Comey encabezaba la investigación sobre la interferencia electoral de los rusos y sus relaciones con el equipo del magnate. Casi acusándolo de un cierto tipo de chantaje, contó que Comey le comentó, cuando él aún era presidente, que había un archivo con información comprometedora sobre Trump que el presidente interpretó como una amenaza de Comey para mantener su puesto. Agregó que el testimonio de Comey ante el Congreso después de ser despedido, “está lleno de mentiras”.
Trump también criticó al actual director en funciones del FBI, Andrew McCabe, como al subprocurador general Rod Rosenstein, quien recomendó el despido de Comey, pero quien después designó a Robert Mueller como fiscal especial encargado de la investigación sobre la mano rusa en las elecciones.
Aparentemente Trump no reconoce que fue su decisión de despedir a Comey, y no la recusación de Sessions, lo que llevó al nombramiento de un fiscal especial.
El presidente indicó que Mueller ha integrado un equipo de investigación lleno de gente con “conflictos de interés” - por ejemplo, que eran simpatizantes de Hillary Clinton - y les advirtió que más vale que sólo se limiten a lo de Rusia y no ampliar la investigación a otros asuntos, como los negocios de los Trump.
En la entrevista, Trump comentó que no piensa que él personalmente esté bajo investigación. “No creo que nos estén investigando…¿por que? No he hecho nada malo”.
Sin embargo, se supone que Mueller sí está investigando algunos de los lazos financieros de la familia Trump con Rusia y al presidente, personalmente, por posible obstrucción de justicia al despedir a Comey, entre otras cosas.
La práctica de Trump de humillar a sus aliados y servidores, incluyendo integrantes de su propio gabinete, sigue sorprendiendo a los circuitos del poder en este país, pero algunos críticos comentaron que en esta entrevista, continúa mostrando algo más preocupante: su falta de respeto por la ley.
“La entrevista deja claro que Trump es la amenaza más grande que enfrenta Estados Unidos. Está declarando la guerra contra el imperio de ley”, comentó Max Boot, analista conservador en el Consejo de Relaciones Exteriores y ex asesor de campañas presidenciales republicanas, en un tuit.
Al mismo tiempo, la entrevista detonó la especulación sobre si Trump estaba contemplando poner fin a la investigación del Departamento de Justicia al despedir al procurador, al subprocurador y al fiscal especial -algo con ecos de lo que hizo Richard Nixon para intentar poner fin al escándalo de Watergate que finalmente acabo con su presidencia.
Salud
Mientras tanto, a pesar de las órdenes que el pasado miércoles Trump dio a los senadores republicanos en el sentido de que tenían que “cumplir con su promesa” de desmantelar la reforma de salud del anterior presidente, Barack Obama, los legisladores no lograron avanzar en llegar a un consenso, algo que fue en parte producto tanto de la debilidad del presidente más reprobado en la historia, como por la incesante oposición popular a la contrarreforma.
Los senadores también fueron testigos de más acciones de protesta contra su intento de promover la contrarreforma de salud, con más de 180 arrestos de manifestantes en acciones de desobediencia civil reportados el miércoles en el Congreso.
En otra muestra mas del rechazo de la propuesta republicana, una nueva encuesta de AP/NORC registró que 62 por ciento de la población opina que es responsabilidad del gobierno federal asegurar que todo estadunidense tenga seguro de salud - o sea, justo lo opuesto y aún más progresista que lo que ofrece el llamado Obamacare.
La noticia, anoche, de que el senador republicano y ex candidato presidencial John McCain fue diagnosticado con cáncer cerebral generó un momento de inusual bipartidismo en expresiones de solidaridad entre sus colegas y figuras de toda la gama política, pero también complicó aún más la matemática sobre los votos necesarios para impulsar la contra-reforma de salud, como la próxima tarea del Senado, la aprobación del presupuesto federal. Los republicanos cuentan con una mayoría de 52 contra 48 en la cámara alta, y requieren por lo menos 50 votos para aprobar legislación.
Falso
Tanto el diario The New York Times, como el Washington Post han actualizado sus registros de las mentiras, declaraciones falsas o engañosas de Trump en sus primeros seis meses en la Casa Blanca. ElTimes actualizó su lista de cada mentira y el Post ofrece un banco de datos interactivo.  El post registra un total de 836 afirmaciones falsas o engañosas, un promedio de 4.6 al día.

FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: DAVID BROOKS