lunes, 31 de julio de 2017

Exigen justicia y el derecho a la verdad por el multihomicidio de la Narvarte

CIUDAD DE MÉXICO: Afuera del edificio donde sus hijas y hermanos fueron asesinados hace dos años, familiares de las víctimas del multihomicidio de la colonia Narvarte aseguraron que seguirán con la exigencia a la Procuraduría General de Justicia (PGJ) del gobierno de Miguel Ángel Mancera para que cumpla con la obligación de garantizarles su derecho a la verdad y la justicia en el caso.

Las hermanas del fotoperiodista colaborador de Proceso, Rubén Espinosa, una de las cinco víctimas, dudaron de las declaraciones de los vecinos en el sentido de que el día del crimen no escucharon ningún ruido extraño. Además, exigieron que se agote la línea de investigación sobre las amenazas y hostigamiento que éste y Nadia Vera denunciaron públicamente y en las que señalaron como responsables al entonces gobernador de Veracruz, Javier Duarte, y su secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, ambos actualmente presos.

En el acto participó la madre de Lesvy Berlín Rivera, Araceli Osorio, quien reiteró su denuncia por las irregularidades en la investigación del feminicidio de su hija en las inmediaciones de Ciudad Universitaria.

Desde el mediodía de este domingo, un templete fue montado frente al número 1909 de la calle Luz Saviñón, en cuyo departamento 401 fueron torturados, violentados sexualmente y ejecutados Rubén Espinosa, la modelo colombiana Mile Virginia Martín, la trabajadora doméstica Alejandra Negrete, la maquillista Yesenia Quiroz y la activista Nadia Vera.

Indira Alfaro, madre de Yesenia y quien viajó desde Mexicali a la capital para participar en los actos conmemorativos del segundo aniversario del crimen, recordó a su hija de 18 años como “una niña soñadora, buena hija, buena hermana, buena tía y buena amiga. Le decían ‘la doctora corazón’ porque siempre le daba consejos de amor a sus amigos”.

La mujer exigió la aclaración del crimen de su hija y de las otras cuatro víctimas y aseguró que seguirán en lucha para denunciar las irregularidades de la investigación y para limpiar la imagen de su hija.

Fredy Morales, hermano de Mile, viajó por primera vez a la capital mexicana desde Bogotá para unirse físicamente al reclamo de justicia. De pocas palabras, describió a la joven como “muy buena hermana, hija, excelente tía, con muchos sueños y con muchas ilusiones”.

Contó que ella viajó a México para trabajar y poder ayudar a su familia. Luego, reprochó: “hubo mucha discriminación contra ella. Sin conocerla le echaron la culpa de todo, sin investigar a fondo. Estoy aquí para exigir justicia, que se aclare qué fue lo que pasó y por qué mataron a mi hermana”.

Incredulidad y complicidad

Alma Espinosa describió a su hermano Rubén como “una persona muy humilde, que le gustaba ayudar a los demás, luchar por la verdad y dar a conocer lo que pasaba en el país. Por eso decidieron asesinarlo”.

Luego de recordar el maltrato que personal de la PGJ le dio desde que llegó al edificio en busca de su hermano y condenar las filtraciones de información de la autoridad a las principales televisoras del país, recriminó que, a dos años del caso, la dependencia no tenga ninguna línea de investigación agotada, en particular la del trabajo periodístico de Rubén y el activismo de Nadia.

“Ellos denunciaron acoso y amenazas, es mucha coincidencia que ellos estuvieran en ese departamento juntos cuando los mataron. No creemos que digan que murieron por estar en el lugar equivocado”, dijo.

Por ello, advirtió que como familia “no nos podemos conformar con esa explicación ni con la de todos los periodistas asesinado en México. No tenemos que acostumbrarnos a que los maten, por eso seguiremos en pie de lucha para que este multihomicidio no quede impune”.

A su vez, Patricia Espinosa leyó un mensaje de Edgar Ríos, amigo de Rubén en Xalapa, quien aseguró que tras el asesinato de éste: “Muchos periodistas han sucumbido al miedo… muchos vendieron sus plumas y otros se aprovecharon de tu muerte… Acá nos siguen y nos seguirán matando… Cortaron tu cabeza con esa vieja costumbre de dar un ejemplo (pero) aún muerto, sigues pesando”.

Enseguida, con la vista a la ventana del departamento del edificio donde ocurrió el crimen, recriminó que los habitantes del mismo y de los inmuebles aledaños hayan declarado que aquella tarde de 31 de julio no escucharon nada raro. “No es posible que la gente siga callando. Yo entré al lugar  y por lo que vi, no es posible que nadie haya escuchado nada. Es imposible. Eso es ser cómplices y parte de los asesinos”, sentenció.

Luego, reiteró la demanda de justicia, que se investigue de nuevo el caso con la pista del feminicidio y del asesinato de periodistas y activistas. Y recordó: “Fueron torturados y eso debe castigarse. No vamos a quedarnos callados, yo no voy a ser cómplice de este gobierno. No me voy a callar”.

Durante el acto, la moderadora de la mesa leyó poemas escritos por Mirtha Pérez, madre de Nadia. Además, una amiga de Comitán, de donde la joven era originaria, la recordó como “una de esas mujeres que aún después de muerta siguen sembrando vida”.

Araceli Osorio, madre de Lesvy Berlín, hizo un recuento de las acciones irregulares cometidas por la PGJ y la UNAM desde el descubrimiento del cadáver de la joven el pasado 3 de mayo. Entre ellas, acusó a la Fiscalía de Coyoacán de filtrar información de la carpeta de investigación del caso y de respaldar únicamente la versión del novio de la joven, principal sospechoso de su feminicidio.

También afirmó que no sólo en este caso, sino en muchos, “la PGJ debería ser aliada de las víctimas, porque hasta ahora las autoridades siempre se ponen del lado del verdugo. Y lo hace porque pueden, porque se los permitimos, pero ya basta”.

Antes de la participación de los familiares de las víctimas, en la calle Luz Saviñón hubo presentaciones musicales, performances y una mesa de discusión sobre feminicidios en México.

Al mediodía de este lunes 31, la defensa de los familiares de las víctimas hará un pronunciamiento público sobre los pendientes de la investigación. Posteriormente, familiares, amigos, organizaciones de periodistas y de defensores de derechos humanos tienen previsto un acto de protesta frente a la sede de la PGJ donde despacha el recién ratificado procurador Edmundo Garrido.

En su edición 2116, actualmente en circulación, la revista Proceso presenta un recuento de las irregularidades que la PGJ ha cometido en la investigación del caso. Además, presenta una entrevista con Garrido Osorio, quien habla sobre la “disposición” de la Procuraduría a seguir la Recomendación 4/2017 emitida el pasado 21 de junio por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) con 15 puntos específicos para recomponer la indagatoria y garantizar el respeto a los derechos de las víctimas.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: SARA PANTOJA.