viernes, 16 de junio de 2017

Trump reconoce que está bajo investigación por caso Rusia

Nueva York. Por primera vez, Donald Trump reconoció que está personalmente bajo investigación del fiscal especial encargado de la indagación sobre la mano rusa en las elecciones de 2016 y de nuevo atacó a los responsables de esta “cacería de brujas”, incluyendo a su propio subprocurador general.

El berrinche presidencial continuó por segundo día después de que el Washington Post reveló que la investigación encabezada por el fiscal especial Robert Mueller ahora tiene, por primera vez, a Trump bajo la lupa. Una vez más con un tuit esta mañana, Trump declaró que “¡estoy siendo investigado por despedir al director del FBI por el hombre quien me dijo que despidiera al director del FBI! ¡Cacería de brujas!”.
Aparentemente Trump ahora está acusando a Rod Rosenstein, el subprocurador general, quien está a cargo de todo lo relacionado con el asunto de Rusia y las elecciones en el Departamento de Justicia después de que su jefe, el procurador general Jeff Sessions, fue obligado a recusarse de todo que tenga que ver con ese tema.
Fue Rosenstein quien escribió, bajo solicitud del presidente, un memorándum con una evaluación crítica del entonces director del FBI quien encabezaba la investigación sobre los rusos y que fue empleada por Trump para justificar el dramático despido de James Comey. Ese despido detonó, entre otras cosas, la ampliación de la investigación para incluir ahora a Trump por posible obstrucción de la justicia.
A la vez, ante el revuelo provocado por el despido de Comey y para rescatar la credibilidad de la investigación en curso del FBI, fue Rosenstein quien nombró a Mueller como fiscal especial para continuar la indagación.
Rosenstein, por su lado, emitió este viernes una declaración inusual advirtiendo al público de ser “escépticos sobre alegaciones anónimas” en torno al caso, en referencia a una serie de filtraciones sobre la investigación a medios como el Post y el New York Times, y eso junto con el ataque de Trump fue interpretado como señales de que el subprocurador está bajo una creciente presión.
De hecho, han circulado versiones de que Trump está furioso con Sessions y Rosenstein por haber permitido la evolución de la investigación que ahora incluye las maniobras del presidente.
Ahora Rosenstein, por su papel en el despido de Comey y por lo tanto un testigo potencial en el caso, podría verse obligado a recusarse también de todo lo relacionado con esta investigación, y si ese es el caso, el mando se tendría que colocar en la número tres de la jerarquía del Departamento de Justicia, la procuradora general asociada Rachel Brand, reportó ABC News.
Pero el presidente, en su tuit, parece olvidar que pocas horas después de citar el informe de Rosenstein como la razón del despido de Comey el 9 de mayo, él mismo declaró públicamente que aun antes de ese informe, él ya había decidido despedir a Comey, y que tenía que ver con la investigación sobre Rusia. 
Comey testificó la semana pasada que sospecha haber sido despedido para descarrilar la investigación que encabezaba, y también confirmó que Trump había intentado interferir en su investigación, solicitándole “dejara ir” a su ex asesor de Seguridad Nacional Michael Flynn, entre otras cosas. Indico que le corresponde ahora a Mueller determinar si estas acciones del presidente son una obstrucción de la justicia.
Hoy la influyente senadora demócrata Dianne Feinstein, integrante del Comité de Inteligencia, comentó que estaba “cada vez más preocupada” de que Trump podría decidir despedir a Mueller y a Rosenstein, agregando que el mensaje emitido por los tuits es que el presidente cree que está sobre la ley.
Su berrinche hoy no se limitó a un solo tuit, sino que emitió otros a lo largo de la mañana. En uno afirmo que después de siete meses de investigaciones “sobre mi ‘colusión con los rusos’, nadie ha podido mostrar alguna prueba. Triste”, y otro atacando otra vez a los medios y señalando que “los medios de noticias falsas me odian cuando uso lo que ha resultado ser un medio social muy poderoso -más de 100 millones de personas. Yo puedo darles la vuelta”.
Otro tuit presidencial más reiteró que a pesar de todo esto, la economía está en auge: “a pesar de la falsa cacería de brujas que se realiza en America, los números económicos y de empleo son estupendos. Las regulaciones están muy reducidas, empleos y entusiasmo muy arriba”.
Pero la investigación de Mueller, como otras cuatro más de comités legislativos, proceden. Hoy, integrantes del equipo de transición de Trump que colaboraron con él después de las elecciones hasta que asumió la presidencia en enero, han recibido una orden para preservar todo material físico y electrónico relacionado con el asunto ruso, reportó el New York Times.
La orden incluye también todo material relacionado con archivos de verificación de cinco integrantes de la campaña de Trump, incluyendo a Flynn y Paul Manafort quien fue por un tiempo el jefe de campaña. Todo esto es interpretado como indicaciones de las dimensiones de la investigación de Mueller y los comités.
Mientras tanto, una pregunta empieza a circular. David Remnick, director del The New Yorker, encabeza su artículo de hoy: “¿Quién en la Casa Blanca se volteará contra Donald Trump?”..Argumenta que “el egoísmo de Trump, su demanda de lealtad de un solo sentido, y su incapacidad para asumir responsabilidad para sus propias no verdades y errores, hacen claro sus biógrafos, era su patrón en los negocios y eso ha resultado ser su patrón como presidente”, pregunta cuándo llegará el momento en que alguien del circuito interno del presidente decida que no pueden más con esto “¿Todos ellos arriesgarán sus futuros para proteger a alguien enfocado sólo en sí mismo, y al carajo con lo demás?”. 
Como muchos otros en esta coyuntura, recuerda que ese momento -en donde algunos de los íntimos decidieron que ya no podían aguantar el juego cada vez más peligroso de un mandatario- llegó en el caso de Watergate y ello marcó el fin de esa presidencia.

FUENTE: LA JORNADA
AUTOR: DAVID BROOKS