miércoles, 12 de abril de 2017

El Alcalde preso por no cumplir promesas acusa a su pueblo, en extrema pobreza, de “amapolero”

El Alcalde Javier Carmona, retenido por habitantes de Juquila Yucucani, acusó al pueblo de ser “amapoleros” y que por esa razón lo detuvieron; sin embargo, los pobladores afirmaron que fue por incumplir sus promesas. El líder de la comunidad, Benito Zeferino, reconoció que las indígenas que aparecen en un video que se hizo viral en las redes a finales de enero, en el que se ven oponiéndose a que soldados destruyan un plantío de amapola, son de ese pueblo pero declaró que las mujeres no los agredieron y que sólo querían impedir que destruyeran “el trabajo” de ellas y sus maridos, pero al final los militares destruyeron el plantío.  Tras la aprehensión del Presidente Municipal los habitantes se quedaron con una camioneta para usarla como ambulancia, y una pistola que le quitaron al director de Seguridad Pública.

El conflicto entre el Alcalde del Partido del Trabajo (PT) de Tlacoachistlahuaca, Juan Javier Carmona Villavicencio, con vecinos de Juquila Yucucani, escaló de promesas de campaña incumplidas a la retención de funcionarios y del propio Presidente Municipal, a señalamientos de siembra de amapola y de la exigencia de dinero para resarcir las pérdidas por el cultivo destruido por militares.

En una entrevista el miércoles 5 de abril, el comisario Juan Perfecto Aguilar y el líder Benito Zeferino Sánchez aclararon que el dinero que pidieron, 1.5 millones de pesos, sería para un albergue comunitario que servirá como comisaría y no como indemnización por la destrucción de la planta de la que se extrae la goma de opio.



Con la ayuda del traductor Miguel Ortiz Ortega, el líder de Juquila Yucucani, Benito Zeferino Sánchez reconoció que las indígenas que aparecen en un video que se hizo viral en las redes sociales a finales de enero, en el que se ven oponiéndose a que soldados destruyan un plantío de amapola, son de ese pueblo pero declaró que las mujeres no agredieron a los soldados, y que sólo pretendieron impedir que destruyeran “el trabajo” de ellas y sus maridos, pero al final los militares destruyeron el plantío.

Del helicóptero Bell 202 que fue atacado a tiros el 16 de marzo, y que según el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) de Oaxaca ocurrió en la zona de Guerrero, aseguró que la agresión ocurrió en un paraje conocido como Tres Cruces en las colindancias de Guerrero con Oaxaca, a cinco horas caminando de su pueblo, y que desconocen si los disparos se hicieron del lado de Guerrero o de Oaxaca.

INCIDENTES CON MILITARES

Semanas antes del encarcelamiento del presidente municipal, hubo incidentes entre habitantes de la zona donde está ubicada Juquila Yucucani y soldados que llegaron a destruir plantíos de amapola.

A finales de enero se difundió un video que se volvió viral en redes sociales. En él aparecen mujeres indígenas quienes con palos amenazan a militares en medio de un sembradío de amapola.


El 16 de marzo un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue atacado a balazos en una zona cercana a Santa Cruz Yucucani, Juquila Yucucani y Putla Villa de Guerrero, en Oaxaca y dirigentes del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT) declararon que el ataque fue del lado de Guerrero.

–Además de la declaración del Presidente Municipal de que le pidieron dinero por la droga destruida por los militares, los acusan de dispararle a un helicóptero de los soldados y hay un video donde mujeres aparecen agrediendo a militares que quieren destruir un sembradío de droga- se le mencionó al líder del pueblo mediante el traductor.

–Hay que caminar 5 horas de aquí para llegar a donde balacearon el helicóptero, es en los límites de Guerrero con Oaxaca. Allá es donde se balaceó, no fue en el pueblo. Allá no vive nadie, es en el cerro Tres cruces. No sabemos quién disparó.
“Es monte. No sabemos si fueron de Oaxaca o de Guerrero. Es monte solo”, declaró el líder, quien deslindó a su comunidad de esos hechos.

–¿Las mujeres que agredieron a los militares son de esta comunidad?

–Sí, son cinco mujeres, pero nada más fueron a platicar con los guachos para que dejaran de dañar el trabajo que hacen. Sí es cierto, fueron a hablar con los guachos pero no golpearon a los guachos. Hablaron bien. Los guachos les dijeron que lo tienen que arrancar (la amapola), porque eso es un problema, es un delito y las mujeres ya no pudieron hacer nada, los dejaron. Los soldados arrancaron la amapola.

“Las mujeres eran cinco y había como 300 guachos. Después vino un coronel a hablar con las mujeres y les dijo que iban arrancar la droga porque eso es un problema para ellas, y las mujeres dejaron que destruyeran su amapola”, reconoció Benito Zeferino.

–¿Los soldados vienen seguido a amenazarlos, a hostigarlos?

–No, cuando vienen los guachos hablan primero con la gente y le informan que van a hacer su trabajo, entonces los campesinos se hacen a un lado y los guachos entran al monte. Los que tienen armas las guardan. Los guachos dicen a los niños que no se espanten que sólo venimos a cumplir con nuestro trabajo.

El 5 de abril más de 100 soldados se vieron desplegados en la comunidad de La Trinidad, un pueblo cercano a Juquila Yucucani, se encuentra aproximadamente a una hora en vehículo.

Los militares, que pertenecen al 56 batallón de infantería con base en Acapulco, estaban acampados en la cancha del centro del pueblo donde había tres camiones con una manta en la que se anunciaba una campaña gratuita de registro de nacimientos y consultas médicas.

ENCARCELAN A ALCALDE

El 27 de marzo después del mediodía, tras enterarse de que el director de Seguridad Pública Jesús Grandeño López y el secretario general del Ayuntamiento, Arturo Mejía Cristóbal fueron encarcelados en la comisaría de Juquila Yucucani por los vecinos, el presidente municipal Juan Javier Carmona llegó. Iba enojado y reclamó a todos que por qué tenían en la cárcel a sus funcionarios. “¿Ya construiste las obras?”, fue la respuesta de uno de los vecinos.

Otro le reclamó que el acuerdo no fue que iría el día 27 de marzo, sino el 26, y el edil se justificó que no pudo asistir porque el gobernador lo invitó a una reunión a Acapulco.

También les reclamó que el comisario no baja a las reuniones cuando lo convoca, pero Benito Zeferino le aclaró que no acude por acuerdo de la comunidad y que existe un acta del 16 de marzo del 2016 en la que acordaron romper relaciones con él, ante la falta de cumplimiento de las obras.


“Tu cambias de opinión seguido, culpas al comisario municipal pero no cumples lo que prometes”, le espetó una mujer a Carmona Villavicencio y la mayoría comenzó a gritar que lo metieran a la cárcel.

Las mujeres sometieron al Alcalde y lo metieron a la celda de la que sacaron al secretario del Ayuntamiento Arturo Mejía y al director de seguridad pública Granados López.

Cuando lo sometían el escolta del edil comenzó a manotear y a empujar a las mujeres, éstas se enojaron y también lo metieron a la celda.

La entrevista del 5 de abril se realizó en el corredor de la comisaría, a cinco pasos de donde el 27 de marzo el presidente municipal Carmona Villavicencio estuvo encerrado durante casi 4 horas.

Zeferino Sánchez contó que desde allí el escolta del Alcalde estuvo gritando a las mujeres cuando se acercaban. “Se me van a la verga todas”.

Con el Alcalde también iba el delegado de la Dirección de Gobernación en la Costa Chica, Oscar Velasco Ambrosio, a quien las mujeres le preguntaron el motivo de su presencia y éste les contestó que iba a conocer los problemas que hay en esa comunidad.

“Tú ya las conoces, tú también te comprometiste a mandar dos maestros y no has cumplido”, le recordó una mujer.

En una primera plática, el Alcalde les preguntó qué querían para que lo dejaran libre y el comisario Juan Perfecto con Benito Zeferino le contestaron que el pueblo quería la construcción de la comisaría, que se comprometió hacer en el 2016 y para este 2017 pedían la construcción de la iglesia.

Apenas había transcurrido una hora cuando el presidente les dijo que sí, pero ya cuando estaba fuera en el corredor, le dijo al comisario que no podía construir la comisaría porque el gobierno del estado le ha dicho que no hay recursos para eso. Entonces lo volvieron a meter a la celda.

DELEGADO DE SEGOB OFRECIÓ DINERO 

El delegado de Gobernación que fue de Ometepec, Oscar Velasco intervino y les dijo que sí les iban a dar un millón y medio pero en cheque.

Tres horas después volvieron a sacar al Alcalde, cuando Carmona Villavicencio se comprometió que el día siguiente, el 28 de marzo, les llevaría el millón y medio de pesos, pero luego volvió a cambiar de opinión. Les dijo que “si en el banco no hay recursos les voy a quedar mal, mejor hasta el jueves (30 de marzo) vengo”.


Los pobladores le dijeron al comisario que el presidente le firmara un documento y fue el mismo Alcalde quien lo redactó a mano.

El escrito dice: “Reunidos en la comisaría municipal de Juquila Yucucani en asamblea general con los habitantes de la localidad, solicitan la entrega de un millón y medio de pesos para beneficio de la propia comunidad en efectivo, por lo cual me comprometo a entregarlos el próximo jueves 30 de marzo del año en curso después de las 5 de la tarde. Atentamente Javier Carmona Villavicencio, presidente municipal de Tlacoachistlahuaca, Guerrero. Testigo Juan Perfecto Aguilar, comisario municipal. Juquila Yucucani”.

El 30 de marzo la gente del pueblo arregló la comisaría y la explanada y preparó comida para recibir al Alcalde, quien no llegó, “hasta ahorita (el 5 de abril) no viene”, se quejó el comisario.

Dijo que después se enteraron de que el presidente municipal los acusó y declaró a los medios de comunicación que le están exigiendo que pague 2 millones de pesos, “dice que por la amapola que tumbaron los guachos (soldados del Ejército) y eso no es cierto, el millón y medio que le pedimos es para construir la comisaría municipal que no hizo él, no sólo es un incumplido, sino un mentiroso, cambió la opinión”, denunció Zeferino Sánchez.


Declaró que si el presidente municipal sabe de eso, “él que lo negocie, nosotros no sabemos quiénes son los que siembran”. Reconoció que en ese pueblo hay algunos que siembran amapola “pero nosotros no sabemos quiénes son”, y que lo que reclaman son las obras que el presidente municipal tiene la obligación de darles.

“El millón y medio era para construir la comisaría municipal, pero el presidente lo narra de otra manera”, insistió Zeferino Sánchez.

–¿Qué busca o que pretende el presidente municipal con esa versión?– se pidió al traductor que le preguntara al líder.

–A lo mejor el presidente municipal con esa manera no quiere darnos las obras. Nosotros pedimos ese dinero porque ya no queremos volver a ir a ver al presidente, no queremos estarle exigiendo las obras. Nosotros rompimos compromiso con él, pero queremos el dinero porque nos corresponde para obras. Ya habíamos retirado la amistad con el presidente, ya no íbamos a buscarlo, pero él vino a ofrecer solito, por eso hizo enojar a la gente, porque no dio la obra.

El comisario y el líder de la comunidad informaron que los habitantes acordaron quedarse con la camioneta en que llegó el presidente municipal. Una Nissan Frontier doble cabina, que está estacionada frente a la comisaría municipal. El acuerdo de los pobladores es que será utilizada como ambulancia para el traslado de los enfermos a Putla Villa de Guerrero, Oaxaca o a Ometepec.


El comisario también tiene bajo su resguardo una pistola 9 milímetros y un cartucho útil que le quitaron al director de Seguridad Pública, Jesús Grandeño. El arma la devolverán sólo a quien vaya de la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno del estado. El comisario informó que ese fue el acuerdo de los habitantes.

FUENTE: SIN EMBARGO/EL SUR.
AUTOR: REDACCIÓN/ZACARÍAS CERVANTES.
LINK: http://www.sinembargo.mx/12-04-2017/3190675