jueves, 20 de abril de 2017

Duarte no acepta la extradición y se queda allá, por hoy; escucha cargos sudoroso, ya sin la risita

Javier Duarte llegó a la audiencia en medio de un fuerte operativo, esposado, con chaleco antibalas y entre el tumulto de reporteros. A diferencia de cuando fue detenido, que reía, ahora se le ve preocupado y sudoroso. Sin embargo, se negó a ser enviado a México. El Tribunal Quinto de Sentencia Penal por Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Guatemala sostuvo que, de acuerdo con la carpeta de investigación, el ex Secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, y su prestanombres Rafael Gerardo Rosas, testificaron en contra del ex mandatario priista sobre el desvío de los recursos de los veracruzanos.


Javier Duarte de Ochoa seguirá en Guatemala. Esta tarde se negó ante las autoridades de Guatemala a ser extraditado a México para enfrentar las acusaciones en su contra por delincuencia organizada y lavado de dinero.

 Ante el Tribunal Quinto de Sentencia Penal, el ex mandatario de Veracruz dijo:
“En este momento no puedo allanarme hasta que llegue la solicitud formal de extradición y sea evaluada por mi defensa. Esto no quiere decir que no lo vaya a hacer, sino que me reservó ese derecho hasta ese momento”.

Con esta decisión, el proceso para que Javier Duarte enfrente a la justicia mexicana podría tardar varios meses si usa los recursos legales de esa nación para retrasar su envío. Expertos han llamado la atención de que el ex mandatario pudo haber sido expulsado a México de manera exprés ante su situación irregular en ese país, como pasó con Joaquín “El Chapo” Guzmán en el año 1993.


Las autoridades de México tienen hasta 60 días para presentar la solicitud de extradición y las evidencias que sustentan las acusaciones, de lo contrario, el ex priista podría recobrar la libertad. Mientras, permanecerá en la prisión de Matamoros, ubicada dentro de un cuartel militar de la ciudad de Guatemala.

Duarte de Ochoa no dio declaraciones a la prensa tras la audiencia.

“Tengo fe en la justicia”, dijo Pablo Camposano de la Mora, uno de los abogados mexicanos que representan a Duarte.

El ex Gobernador de Veracruz acudió este miércoles a su primera audiencia en las autoridades de Guatemala. Ahí dijo que llevaba seis meses en Guatemala y habló poco.

Duarte, que sorprendió a México en un video y en fotos donde muestra una sonrisa inexplicable en su desgracia, ahora estaba serio, con el rostro preocupado y sudoroso.

En la audiencia se le leyeron cargos; parecía como si el saqueo sistemático de las finanzas públicas de Veracruz hubiera sido poco cuidado. Por los detalles se pudo advertir que el ex Gobernador no prestó atención, si es que esos cargos son ciertos, a la hora de disponer de recursos públicos para “preparar su retiro”.
Al parecer, su ex Secretario de Seguridad Pública Arturo Bermúdez Zurita aportó información clave para hundirlo. Y otros allegados a él también.


En la audiencia ante el Tribunal Quinto de Sentencia Penal por Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente de Guatemala se recordó que Duarte de Ochoa realizó, en coordinación con otras personas, el desvío de recursos federales. Adquirió diversos inmuebles en México con recursos que provenían del erario de Veracruz.

Los jueces mencionaron a cinco personas que fungieron como prestanombres de Duarte de Ochoa durante toda su administración. “Realizaron una serie de acciones para comprar ejidos” por millones de pesos del erario público, detalló el Juez.


Las propiedades sobre las que se le hizo mención durante la comparecencia están ubicada en la colonia Polanco y Lomas de Chapultepec de la Ciudad de México, está un departamento de lujo en Boca del Río, Veracruz y otras parcelas en Campeche, entre otras.

Arturo Bermúdez Zurita reveló, según la carpeta de investigación, que el entonces Secretario de Finanzas y Planeación de Veracruz (Sefiplan), Tarek Abdalá Saad, le dijo que por órdenes de Duarte debía de desviar el presupuesto que le era asignado por el Gobierno federal.  Abdalá Saad hoy es legislador federal por los partidos Verde Ecologista de México (PVEM) y Revolucionario Institucional (PRI) y sobre él pesa una solicitud de desafuero que aún no ha sido desahogada por la Cámara de Diputados.


Rafael Gerardo Rosas, otro prestanombres que declaró en contra de Javier Duarte, dijo en octubre pasado que en el año 2010 en una fiesta el ex mandatario le ordenó recibir fondos públicos para comprar propiedades.

Duarte de Ochoa se negó a recibir alguna asistencia de la Embajada de México en Guatemala.
“Mi gobierno está enterado de la detención […]. No creo que sea necesario”, sostuvo ante la pregunta del Juez César Adán García.

Duarte llegó a la audiencia en medio de un fuerte operativo, esposado, entre el tumulto de reporteros. A diferencia de cuando fue detenido, que reía, ahora se le ve preocupado y sudoroso.

Periodistas que asistieron a la audiencia lanzaron una serie de preguntas a Duarte sobre si era inocente y qué le decía a los mexicanos, pero el ex mandatario permaneció en silencio.


Con el cabello recién cortado, una camisa de cuadros y chaleco antibalas, el ex gobernador priista se presentó ante los jueces, quienes le indicaran los delitos que le imputan y por los que se solicita su extradición.

El pasado domingo, autoridades de Guatemala detuvieron en un hotel al político nacido en Orizaba, quien era buscado por la Interpol en 190 países.

Desde ese día, Duarte de Ochoa permanecía en el penal de máxima seguridad Matamoros, donde están presos ex funcionarios y narcotraficantes guatemaltecos.


Duarte, de 43 años, fue parte de una ola de gobernadores del PRI electos en 2010 que dos años después ayudarían a impulsar a Peña Nieto a la presidencia.

El político fue detenido en un hotel en Panajachel, en el Lago Atitlán, donde estaba con su familia.

Cuánto habría robado de las arcas del estado de Veracruz aún es algo no cuantificado y el hecho mismo de desviar recursos para su beneficio no lo distinguiría de otros ex gobernadores corruptos.

El PRI retiró los derechos partidistas a Duarte desde septiembre y unas semanas después, el 12 de octubre, pidió licencia a su cargo de gobernador para supuestamente enfrentar señalamientos en su contra, aunque en cuestión de días desapareció. Meses atrás, el PRI perdió por primera vez el gobierno en Veracruz a manos de la oposición.


A finales de noviembre, la Procuraduría General de la República (PGR) señaló que encontró cerca de 20.5 millones de dólares que habían sido desviados a dos empresas presuntamente ligadas a Duarte.

El gobierno señaló que congeló más de 100 cuentas bancarias e incautó diversas propiedades alrededor del país que supuestamente pertenecían al ex Gobernador.

Miguel Ángel Yunes, sucesor de Duarte y miembro del conservador Partido Acción Nacional (PAN), presentó una bodega a los medios en febrero. Dijo que a partir de denuncias anónimas habían llegado al lugar, donde localizaron obras de arte y otros artículos de colección supuestamente propiedad de Duarte y su familia.


Además, dijo que ahí se almacenaban cajas con artículos escolares y diarios presuntamente escritos por la esposa del ex Mandatario en el que documentaba sus propiedades alrededor del mundo.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/19-04-2017/3196300