jueves, 30 de marzo de 2017

Washington baraja la idea de “poner el muro en México” para no ceder (quedarse) el Río Bravo

La administración Trump ha metido en camisa de once varas. Por un lado, los recursos: como no tiene propuesta viable para hacer pagar a México por el muro, entonces ha pedido al Congreso dinero. Por el otro están las dificultades que representa negociar con cada propietario de tierras en la frontera. Pero hay un tercer debate: si se construye el muro del lado estadounidense, entonces el Río Bravo, que ellos llaman Río Grande, quedaría “de lado mexicano”. Una idea se discute en Washington: ¿Y si el muro queda del lado mexicano para evitarse tantos problemas?

El nuevo debate en Washington: qué hacer con el Río Bravo.

Si el muro queda, dicen, del lado estadounidense, entonces “prácticamente” se habrá “cedido” el río (que Estados Unidos llama Río Grande) a México. Se puede construir el muro sobre el río, justo en la mitad.

Pero también se le puede imponer a México que construya el muro en territorio mexicano. De esa manera, Washington no se mete “en el problema” de tener que negociar con particulares, que pueden ser los principales opositores al muro porque deberán ceder tierras.


Un texto de Philip Bump, corresponsal de The Washington Post en Nueva York, cuenta del Santuario de Palm Sabal, una reserva natural al sureste de Brownsville, Texas. Es el hogar de miles de aves, dice, que se pueden ver comer en una webcam, en streaming. El santuario fue creado en parte de una plantación que alguna vez corrió a lo largo del Río Grande [Río Bravo en México] y la mansión todavía puede ser visitada por los turistas.

“Ah, y según el Secretario del Interior Ryan Zinke, ahora pertenece a México”, dice el texto. “O algo así”.

El Secretario de Interior tuvo una reunión con legisladores y con periodistas el martes pasado.

Bump comenta que mientras se dirigía a la conferencia legislativa del Consejo de Tierras Públicas en Washington, el martes pasado, surgió el tema del muro fronterizo propuesto por el Presidente Donald Trump.
“La frontera es complicada, hasta la construcción de una pared física”, dijo Zinke, según E&E News. “El Río Grande [Río Bravo]… ¿de qué lado del río vas a poner el muro? No vamos a ponerlo de nuestro lado y ceder el río a México. Y es probable que no lo pongamos en medio del río”.
El reportero acota: “En realidad, probablemente podrías construir un muro en medio del río si quisieras. Para la mayor parte de su longitud a lo largo de la frontera de Texas es poco profundo. Pero, en general, hay ventajas evidentes en la construcción del muro en tierra y, lo que es más ideal, una tierra que no terminará constantemente siendo sumergida por el río cuando corra más alto de lo normal”.
“¿La sugerencia de Zinke? Lo construimos en el lado mexicano del río para que no ‘cedamos’ ese territorio a nuestros vecinos del sur. Hay algunos problemas con esa idea, pero una es más inmediata que otras: bajo la formulación de Zinke, ya hemos ‘cedido’ una gran cantidad de tierra a México”, agrega.
Enseguida, el periodista muestra un mapa de la frontera entre México y Texas, cerca de donde el Río Grande entra en el Golfo de México. “Las áreas en blanco están en los Estados Unidos; la línea marrón es la pared existente, millas y millas de las cuales ya existen. Todo al sur de la línea marrón, que es de color blanco es la tierra que ha sido ‘cedido’… incluyendo, en este caso, el Santuario de Palm Sabal”.
“Ha habido una serie de artículos que exploran esa parte de los Estados Unidos. En agosto, un autor del Río Grande Guardian describió el intercambio de casas con un vecino para tener una idea de lo que era la vida al otro lado del muro. En 2011, Liz Goodwin de Yahoo News cubrió a texanos que vivían en el lado sur de la pared, incluyendo algunos en Brownsville. ‘Técnicamente, estamos en Estados Unidos’, dijo un propietario a Goodwin, aunque señaló que la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos parecía centrarse en defender el muro ya existente, no la frontera real”.

Philip Bump, corresponsal de The Washington Post , agrega: “Para construir el muro, el Gobierno federal tendría que ejercer un dominio eminente sobre una gran cantidad de territorio propiedad de los estadounidenses. Mientras el fiscal general de Texas está perfectamente cómodo con permitir que el gobierno tome tierras privadas para su construcción, es probable que algunos propietarios no estén de acuerdo. (Particularmente porque la región fronteriza es generalmente bastante demócrata). Construir el muro en México seguramente evitaría irritar a esos propietarios”.

La promesa de Trump de que el Gobierno mexicano pagará por el muro nunca fue realista y, concluye Bump. “Como Presidente, no ha ofrecido ningún plan para lograrlo. Parece quizás más improbable que persuada a una nación extranjera a permitir que Estados Unidos construya en su propiedad, sobre todo teniendo en cuenta que el punto del muro es, entre otras cosas, bloquear el movimiento de personas de esa nación. En teoría, Trump podría conseguir que México pague por el muro cortando la ayuda y la financiación al país. Pero esencialmente no hay manera de que él pueda hacer que México renuncie a su territorio”.

El punto general de Zinke es correcto, señala: construir el muro implica equilibrar muchas preocupaciones y problemas. “¿Cómo construyes en las montañas? ¿Dónde corre por áreas ambientalmente sensibles? ¿Qué haces con el río?”

Luego están los comentarios de la gente, en la misma nota.
“¿Quitarle la propiedad de otro país? Eso sería guerra. La arrogancia de esta administración es impresionante”, dice un lector. Otro, David Reardon, agrega una cita de J. R. R. Tolkien: “El ancho mundo es todo acerca de usted: usted puede encerrarse adentro, pero no puede dejar afuera a todos”.
John Costello escribe: “Déjenlos. Los republicanos tendrán para siempre ese monumento al despilfarro llamado ‘La Pared de Trump’”. El usuario PCGeorge agrega: “[Para construir del lado mexicano] podemos tomar el territorio de la forma tradicional, de la manera en que nos hicimos de Texas”.


Y así.

Matthew Daly y Alicia A. Caldwell comentaron, en un despacho de esta semana en Associated Press (AP), que las dificultades físicas y geográficas (incluyendo el Río Bravo y la amenaza a la vida silvestre) dificultarán la construcción del “gran muro hermoso” en la frontera con México. Citan al Secretario del Interior Ryan Zinke.

Construir un muro “es complejo en algunas áreas”, incluyendo el Parque Nacional Big Bend y a lo largo del Río, que serpentea a través de casi la mitad de los 3,218 kilómetros de frontera, reconoció Zinke.
“Cientos de especies viven en un radio de 48 kilómetros de la frontera, incluyendo el jaguar y el lobo mexicano, especies cuya supervivencia está amenazada de antemano. El gobierno de Trump se alista para relajar las protecciones a los jaguares, que viven en el norte de México y en algunas partes del suroeste de Estados Unidos, lo que facilitaría la construcción del muro”.

Matthew Daly y Alicia A. Caldwell recuerdan que durante su campaña, Trump arengaba a las multitudes con su insistencia de que se levantaría un muro a lo largo de la frontera, y que México lo pagaría. “Los comentarios de Zinke, y el plan presupuestario del gobierno en el que se solicitan miles de millones de dólares de los contribuyentes para financiar el gobierno, son una dosis de realidad y un posible indicio de que el Presidente ha dejado atrás su plan inicial”.

“Las complicaciones que resaltó Zinke fueron las mismas que enfrentaron los predecesores de Trump, George W. Bush y Barack Obama, en su intento por construir o completar cientos de kilómetros de cercado a lo largo de la frontera. El cercado que ya fue colocado es una mezcla de varios diseños, incluyendo unas enormes placas de acero diseñadas para evitar el paso de personas y vehículos, así como postes de acero de menor tamaño que solo bloquean el paso de autos”.

En partes del Valle del Río Grande, en Texas, algunos tramos de cercado se ubican a casi kilómetro y medio (una milla) de la frontera, en parte por una planicie aluvial y para apegarse a un tratado internacional. Y en Texas, casi toda la tierra a lo largo de la frontera es propiedad privada. Cuando Bush intentó construir cercado fronterizo a partir de 2006, se enfrentó a una férrea oposición de los granjeros y rancheros locales, muchos de los cuales demandaron al gobierno respecto a los planes de utilizar sus tierras”.

“A fin de cuentas, lo que importa es la seguridad de los estadounidenses y garantizar que tenemos una frontera”, dijo Zinje a los reporteros en conferencia telefónica. “Sin fronteras, no hay países”.

UN CAUDAL DE COMPLICACIONES

De acuerdo con Alex Veiga, de Associated Press, el muro  de Trump enfrenta cada día un nuevo reto.

“Antes de ser político, Donald Trump se dedicó a la construcción de grandes edificios como casinos, hoteles y torres de oficinas. Ahora como Presidente, le ha puesto la mira a lo que sería su proyecto más ambicioso y seguramente el más controversial: construir un muro a lo largo de toda la frontera con México. ¿Cómo lo hará? ¿Cuánto costará? ¿A quién beneficiará?”, dice.

“Abundan las incógnitas, pero a final de cuentas, dicen los expertos, si el proyecto realmente se concreta, los beneficiarios serían las grandes empresas de construcción y sus proveedores. Las empresas de ingeniería y de infraestructura que ya antes han trabajado para el gobierno probablemente se llevarán contratos cuantiosos, entre ellas Kiewit y Fluor Enterprises. Ambas tienen subsidiarias que ya se han apuntado como interesadas en participar”.

Luego, enumera retos:
1. LAS MEJORES CANDIDATAS PARA EL MURO

El gobierno ha elaborado planes de contratar a empresas para el diseño y la construcción. Otras empresas más pequeñas podrían servir de subcontratistas. Un factor que el gobierno deberá tomar en consideración es la habilidad de esas empresas de pagarle a subcontratistas y de sacarles un rendimiento eficaz. La Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza se ha fijado como meta darle el 38% de los contratos a firmas pequeñas.

Aproximadamente 850 compañías han expresado interés en estar involucradas. Entre ellas están algunas pequeñas como Nationwide Construction Services de Jacksonville, Florida y la Northwest Geotechnical Consultants de Wilsonville, Oregón. Entre las más grandes están una subsidiaria de Parsons Corp. y Vulcan Materials Co., productora de asfalto y concreto.

“Probablemente se requerirá una empresa grande de amplias cualidades que esté acostumbrada a manejar múltiples proyectos bajo un interés común y que tendría que subcontratar a muchas otras empresas más pequeñas”, opinó Ty Gable de la Asociacion Nacional de Productores de Concreto. “El proyecto será un gran impulso para muchas empresas de suministro de materias primas”.

El gobierno ha dicho que su ambición es no solo construir un muro físico sino también rutas de acceso, entradas para vehículos, postes de luz, torres de comunicación, sensores en tierra y cámaras de vigilancia. Eso implica una gran generación de empleos, más allá de las empresas constructoras. Entre las empresas que han expresado interés está Border Technology Inc. de Hereford, Arizona, cuyo sitio web dice haber trabajado con la Patrulla Fronteriza usando drones y otros dispositivos para vigilar la frontera.
2. ¿QUÉ TIPO DE TRABAJOS GENERARÁ EL MURO?

Además de trabajo de ingeniería y diseño, el proyecto necesitará numerosas compañías constructoras y de maquinaria pesada. Los empleos incluirán conductores de camiones para el transporte de materiales, operadores de grúas, trabajadores especializados en obras de concreto, operadores de equipo de excavación, supervisores y obreros. A todas las personas que trabajen en el proyecto se les revisará su condición migratoria y si tienen antecedentes penales.

Encontrar suficientes trabajadores cualificados será difícil porque miles de obreros de la construcción dejaron el sector después del desplome inmobiliario y la Gran Recesión de hace una década.

“Al final todo se reduce a cuánto están dispuestos a pagar”, dijo Ken Simonson, economista de Contratistas Generales Asociados de Estados Unidos (Associated General Contractors of America), en referencia a las compañías constructoras.


“Las empresas incluirán en sus precios la dificultad de reclutar trabajadores cuando presenten sus propuestas para la obra”.
3. ¿CUÁNTO TIEMPO TARDARÁ LA CONSTRUCCIÓN DEL MURO?
Hay incertidumbre. Por ahora, la convocatoria para los contratos emitida por el gobierno tiene solo como propósito evaluar el diseño de los prototipos y la construcción de algunos segmentos de la estructura.


También posiblemente se sumen a las demoras las compras de tierras a particulares que serán necesarias para la construcción del muro.
4. ¿QUÉ ASPECTO TENDRÁ EL MURO?

El gobierno ha invitado a compañías para que entreguen sus diseños de un muro construido de concreto u otros materiales. La idea es evaluar diversos prototipos antes de hacer una decisión sobre el diseño y los materiales.

El muro, según los pronósticos, tendrá unos nueve metros (30 pies) de altura así como puertas automáticas para personas y vehículos. Se hundirá al menos 1,80 metros (seis pies) bajo tierra a fin de evitar la excavación de túneles. Sería inmune a ser trepado y o a ser perforado con un mazo, un taladro u otras herramientas eléctricas.


Además, el gobierno desea que la cara del muro que dé hacia Estados Unidos tenga un “color estéticamente agradable”.
5. ¿QUÉ BENEFICIOS TRAERÍA AL SECTOR CONSTRUCCIÓN EN EU?
Dado el costo estimado, entre 8 mil millones y unos 20,000 millones de dólares, el proyecto representaría sólo una fracción de toda la construcción en Estados Unidos.

El año pasado, la construcción pública alcanzó 286,000 millones de dólares. Y esa cantidad fue apenas la cuarta parte de toda la construcción en conjunto, que abarca viviendas y establecimientos comerciales.


Sin embargo, “como proyecto individual, sería el más grande de todos”, señaló Simonson. “Incluso si nos vamos a la proyección más baja de la cotización, de 8,000 millones de dólares, el proyecto supera unitariamente a todos los demás”.
6. ¿EN QUÉ FECHA HABRÁN ESCOGIDO UN DISEÑO?
Las compañías tienen hasta el miércoles para entregar los proyectos de sus diseños. Hasta 20 finalistas serán seleccionados para que presenten un diseño más detallado y una exposición oral en Washington. El gobierno otorgará después un contrato basado en muestras del muro que deberán ser construidas en San Diego.


El cronograma para que las compañías entreguen sus diseños deja entrever que el gobierno quiere escoger un diseño y comenzar a conceder los contratos a partir de mayo.
7. ¿CUÁL SERÁ EL COSTO DEL PROYECTO?
La cantidad es incierta. Trump ha dejado entrever que el proyecto podría costar 12,000 millones de dólares. Los republicanos en el Congreso calculan que podría alcanzar 15,000 millones.

En un documento interno preparado para el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, se proyecta que la construcción del muro costará unos 21,000 millones de dólares, según un funcionario estadounidense que participa en asuntos limítrofes y que solicitó el anonimato.

Ingenieros de la Asociación Nacional de Productores de Concreto calcularon el costo en 8,000 millones de dólares.

Este precio corresponde a un diseño que se construiría con paneles prefabricados de concreto reforzado, una parte de los cuales se extendería bajo tierra.


Pero la cantidad no incluye el posible costo de la adquisición de tierras y “ésa es la variable que tal vez eleve la cantidad por encima de los 8,000 millones de dólares”, señaló Gable.
8 ¿DE DÓNDE SALDRÁN LOS RECURSOS?
La Casa Blanca presentó al Congreso un presupuesto que incluye 2,600 millones de dólares para proceder a la construcción del muro.

Los detractores —demócratas y algunos republicanos— afirman que un muro a lo largo de la frontera es innecesario y les irrita la idea de que Trump pretenda pasar el costo a los contribuyentes, aun cuando él insiste en su compromiso de campaña de que México pagará la construcción de la estructura.


Se desconoce la fecha en la que el Congreso examinará la petición de Trump así como la cantidad de dinero que podría ser aprobada o asignada. El gobierno ha advertido a las compañías que el proyecto está sujeto a la “disponibilidad de recursos”.
9 ¿EXISTEN OTROS POSIBLES OBSTÁCULOS?
El gobierno de Trump parece prepararse para una disputa con vecinos a los que desea expropiarles las tierras para construir el muro.


En una expropiación el gobierno puede, en algunas circunstancias, ordenar a los dueños a vender sus terrenos para dar paso a la cerca. El presupuesto planeado por el gobierno incluye dinero para contratar a 20 abogados especializados en expropiación de tierras.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/30-03-2017/3183203