jueves, 30 de marzo de 2017

Boltvinik: Peña y PRI usarán Inegi electoralmente para mentir con que “bajó la pobreza” en México

Para el doctor Julio Boltvinik, Enrique Peña Nieto y su equipo actualmente trabajan en una operación de Estado con la que buscan que el PRI pueda conservar la Presidencia de la República en 2018. A través del Inegi, dice el doctor, pretenden dar el anuncio de que la pobreza se redujo y los ingresos aumentaron, aunque eso signifique el fin de la medición de la pobreza a nivel nacional. Planteó que el Gobierno y el PRI tienen que mandar el mensaje de que Peña Nieto no aumentó la pobreza en el país sino que la disminuyó. Sin embargo, el doctor ha presentado sus propios cálculos de pobreza y afirma que en el país, en 2014, vivían 100.1 millones de personas en pobreza, no 55 millones, según la cifra oficial. Julio Boltvinik es, quizás, uno de los especialistas en la materia más reconocidos en México y en el extranjero; ha dedicado una vida al análisis de la pobreza.

“El engaño es abierto e intencional. No solo del Inegi, sino de la campaña que por todo el país hace la Sedesol y otros organismos para controlar las respuestas de la gente en las encuestas de ingresos. Es una maniobra gigantesca para ganar en el papel lo que no han podido ganar en la realidad: la pobreza desde 2006 crece rapidísimamente hasta 2014 y lo que está en juego es la Presidencia de la República en 2018”, afirma el doctor Julio Boltvinik Kalinka.



En entrevista con SinEmbargo, en el marco del Foro Internacional “¿Por qué persiste la pobreza y la desigualdad en México?”, organizado por la Universidad Iberoamericana Puebla, el académico de El Colegio de México que se autodefine como “pobretólogo”, sostiene que actualmente México asiste a los funerales de la medición de la pobreza, ya que se busca utilizar a los pobres como la vía para ganar elecciones.

Si el Partido Revolucionario Institucional (PRI) reconoce que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto aumentó la pobreza, será una declaración de que no pueden aspirar a volver a ganar. Pero “si engañan a la población y salen con que disminuyó la pobreza”, tendrán la oportunidad de ganar, aunque se deje al país en una situación muy difícil en materia de combate a esta condición que afecta a millones de mexicanos.
Luego de las elecciones en el Estado de México, en agosto el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), con base en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), dará a conocer las cifras de la pobreza 2014-2016. Sin embargo, esta medición llega bajo la duda de si el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) -quien elabora dicha encuesta- lo hará de manera correcta.

El año pasado el Inegi publicó una ENIGH inusual, con la que el Coneval daría cifras de pobreza, pero la encuesta se hizo de manera diferente y no permitió la comparabilidad entre años.

El doctor Boltvinik asegura que este año se anunciará que la pobreza disminuyó y que los ingresos aumentaron, a pesar de que en todo el país la pobreza sea cada vez más palpable y lastimosa.

“Estamos a punto de sepultar toda posibilidad de continuar estudiando la pobreza y la desigualdad. Luego del intento del año pasado del Inegi, de falsear la información con una encuesta en año non, que no es normal y donde crecían enormemente los ingresos de los más pobres, hay un silencio desde entonces y nos asegura que a finales de junio de este año, después de las elecciones estatales, el Coneval anunciará que con los nuevos datos de la ENIGH 2016, la pobreza bajó espectacularmente en el país”, plantea el doctor.
Una de sus teorías sostiene que una de las causas por las que aumenta la pobreza y la desigualdad, es por el método de medición, ya que cómo se mide determina qué se obtiene.

“Si medimos como el Banco Mundial, que sube los dólares nominales por persona y si con un dólar al día el ser humano puede sobrevivir y ya no es considerado pobre, detrás de eso hay una concepción del ser humano como ganado, como un animal que sólo necesita comer y quizá protegerse del frío. Esa no es la concepción aceptable y muchas de las mediciones, en mayor o menor grado, se acercan a eso, al minimalismo de la pobreza y disfrazadamente, ése es el método para la dimensión de ingresos del Coneval. Todos minimizan al ser humano, básicamente, como un ser que come”, comenta.

El doctor ha presentado sus propios cálculos de pobreza y afirma que en el país viven 100.1 millones de personas en pobreza, no 55 millones, según la cifra oficial.

El método de Boltvinik Kalinka incluye el factor “tiempo disponible”. Por ejemplo, las mujeres que viven el conflicto trabajo-cuidado de bebés: no se puede considerar que tiene el mismo nivel de vida una mujer que deja a su hijo durante todo el día porque se tiene que ir a trabajar, a una mujer que puede interactuar con su hijo porque tiene tiempo disponible para cuidarlo. Entonces ingreso y tiempo se combinan y se obtiene una variable.

“La evolución de la pobreza 1992-2012, es entre 80 y 90 por ciento de la población nacional. La del Coneval está a la mitad y si se incluye lo necesario para una vida digna, y no nada más lo minimalista del Coneval, se obtienen más pobres, que no son considerados”, agrega.
100 MILLONES DE POBRES

–Siempre ha manejado cifras sumamente diferentes a las del Coneval, de entrada ¿se tiene una noción real de la pobreza en México?


–No. Las cifras que yo calculé dan 100 millones de pobres en 2014. Ese es el dato absoluto y en porcentaje es el 83 por ciento de la población. Dentro de esos hay por lo menos tres niveles de severidad de la pobreza: indigencia, pobreza intensa y pobreza moderada. Los tres tienen carencias, pero los indigentes la tienen en muchos aspectos y muy agudizadas, menos ingresos, menos educación, menor accesos a salud, condiciones de vivienda más precarias y entonces es un agraviante.

En pobreza no se puede decir si eres o no pobre, cuenta mucho qué tan pobre eres. Aquí 100 millones son pobres y 50 millones son indigentes, que es un nivel de pobreza angustiante, donde la supervivencia está jugándose a diario. Es lo que uno ve y sabe que es pobreza, es lo que se ve en los barrios, en Chalco, por ejemplo, a las afueras de la Ciudad de México.

–Entonces si el Coneval habla de 55 millones de pobres y usted de 100, ¿cuál es la consecuencia de que se deje fuera casi a la mitad?


–Es muy grave y hay una responsabilidad moral y hasta legal, porque un país que le está dando más atención a los que llama pobres, que a los que no, excluye a esos 45 millones de gente carenciada, quedan al margen de los programas oficiales, se quedan sin oportunidades, de apoyos especiales que se entregan en este país a los pobres. Entonces es muy grave.

–Cuánto tiempo le llevaría México erradicar, o siquiera a empezar a erradicar la pobreza?

–Lo hicimos bien antes. Lo que sabemos, desde 1963 que son las primeras mediciones de la pobreza, es que bajó en 1977 y luego con cálculos indirectos, demostré que bajó demasiado en 1981. Entonces sabemos que hay un periodo y en los años 50 y 40 que se dieron las condiciones de modernización del país, la generación de empleos, construcción de escuelas, la inclusión de personas al Seguro Social y el aumento de los salarios reales.

Las evidencias indirectas demuestran que después de la Segunda Guerra Mundial hasta 1981, hubo una reducción sustancial de la pobreza en México, entonces sí se puede. Pero es con el modelo neoliberal que nace en 1982, que incrementa [la pobreza]. Sí se puede y hay países que lo han hecho. Está Corea del Sur que era muchísimo más pobre que México en 1960 y ahora tiene el doble de ingreso per cápita y casi no tienen pobres. Educaron a toda la población, todos tienen empleos razonablemente bien pagados.

–Entonces se va en retroceso. Como ejemplo está el caso del Inegi…

–Se acabó. Señores, asistimos a la sepultura de los estudios de la medición de la pobreza del país. El Inegi decidió y ocurrirá pronto: luego de las elecciones estatales de junio, el Coneval tiene que dar a conocer los resultados de pobreza, no de 2015, sino de 2016. Y obviamente aumentarán los ingresos muchísimo y bajará la pobreza porque necesitan mandar ese mensaje para no perder la Presidencia de la República. Tiene que mandar el mensaje de que Peña Nieto no aumentó la pobreza en el país sino que la disminuyó.

Esa es la trampa que están cocinando. Es una operación gigantesca. Están yendo a los hogares con unas cartillas con las que el Inegi cuenta el ingreso y además cuánto recibe un hogar por tal programa, hace obligatorio declarar esos ingresos y afiliaron a gente al Seguro Popular y al IMSS. Es pura mentira, una operación de estado.

La pobreza se convirtió en el elemento de resultados central, para legitimar y validar a un partido político y conservar o no el poder. Por eso Vicente Fox mintió con la pobreza y Peña Nieto miente. Felipe Calderón no porque no le interesaba, él quería acabar con el crimen organizado, era un soldado en una trinchera. Fox fue el Presidente más interesado en el tema de la pobreza e hizo manipulaciones impresionantes a los números. Logró crear la imagen de que la pobreza bajó desde su Gobierno muchísimo.


Sin embargo, no hay más remedio que usar esos números porque son nada más y nada menos que del Inegi. Un hogar declara bajos ingresos y los encuestadores vuelven a visitar el hogar y dicen que no puede ser “que gane tan poquito”. Pasan hasta tres o cuatro veces. Así fue como dijeron que en 2015 los ingresos crecieron 30 por ciento. ¿De dónde si la economía no cambió nada? Están destruyendo la posibilidad de hacer mediciones.

–Ahorita con las elecciones en el Estado de México, que es uno de los estados donde el PRI no ha dejado de gobernar, ¿cuál es el daño que los procesos electorales provocan a esa sociedad?

–En el Estado de México hubo una reunión donde fueron varios secretarios de Estado a lanzar la candidatura oficial de Alfredo del Mazo Maza. Mostraron que la elección es de importancia para todo el Gobierno federal. Han estado regalando tinacos, toda clase de regalos, según ellos regalos legales y que tenían que repartirlos antes de que empiecen las campañas. Ahora solo podrán dar dinero en tarjetas. Eso ya se normalizó, es oficial.


En México no se piensa por quién votar. Se vende el voto y entonces se ejerce.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: DANIELA BARRAGÁN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/30-03-2017/3182896