sábado, 17 de diciembre de 2016

La península de Yucatán, la más afectada por el cambio climático

En México y el continente americano, la zona más vulnerable al cambio climático es la península de Yucatán y sería la primera parte del país en desaparecer, con las islas del Caribe, de acuerdo con previsiones científicas, señaló Fabio Luigi Manzini Poli, investigador del Instituto de Energías Renovables de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El científico dijo a La Jornada que las proyecciones son de un aumento de seis grados de temperatura al final del siglo XXI si antes no se refuerzan las acciones de mitigación para reducir las emisiones de carbono a la atmósfera, lo que provocaría el derretimiento del Polo Norte y un incremento de entre tres y cuatro metros en el nivel del mar.

En el contexto de la 13 Conferencia de las partes (COP) del Convenio de Diversidad Biológica (CDB), comentó que uno de los principales efectos del cambio climático es la quema de combustibles fósiles, dos terceras partes, y la energía renovable es lo que tratamos de sustituir con eficiencia energética.

El resto tiene que ver con cambios de uso de suelo, y la tierra tiene su vocación natural, pero se usa en aprovechamiento para turismo, agricultura, minería, industria y para expandir el área urbana. Se va a hacer un estudio mundial para estudiar las fronteras, que muchas veces son ríos, y México participa en la parte de Yucatán y su frontera con Belice y Guatemala.

Manzini Poli advirtió que si no hay cambios ni mitigación, el aumento de temperatura hasta 2100 puede llegar a seis grados, lo que disolvería completamente el Polo Norte, Groenlandia, y el deshielo provocará el aumento de entre tres y cuatro metros en el nivel del mar.

Y no hay para dónde moverse, varias islas del Caribe y la península de Yucatán serán las más afectadas, es lo primero que desaparecería. Hay que mitigar, aliviar, reducir emisiones: si subimos la concentración de carbón en el suelo, eso puede no sólo interrumpir la subida de dióxido de carbono a la atmósfera, sino empezarla a bajar, sostuvo el investigador.

Indicó que se debe trabajar en una adecuada planeación, que se encamine al desarrollo de nuevas fuentes renovables de energía, que excluyan la leña y la gran hidroelectricidad.

Señaló que en relación con el cambio climático las paradojas son extremistas; por el ejemplo, refirió que en China se hace una nueva carboeléctrica cada siete días, pero en el lado opuesto es el principal fabricante de celdas solares y aerogeneradores del mundo.





Fuente: La Jornada
Autores: Carlos Águila y Angélica Enciso
http://www.jornada.unam.mx/2016/12/17/sociedad/029n1soc