lunes, 17 de octubre de 2016

En 10 meses y 2 semanas de 2016, Duarte acumuló 872 homicidios en Veracruz; Flavino lleva 13

A las 18:53 horas del lunes 25 de julio, Raquel Alejandro Rogel actualizó por última vez su fotografía de perfil en Facebook: el cabello sobre su costado izquierdo y una mueca de Mona Lisa, que de un ángulo parecía sonreír y, desde otro, estar seria. Ella se convertiría, casi dos meses y medio después, en el primer feminicidio de los últimos días del priismo al frente de Veracruz, con Flavino Ríos Alvarado, además del caso número 9 de 13 que se contarían hasta el fin de semana.

Raquel apenas tenía 18 años de edad cuando su hermana la identificó como la persona que durante la mañana del viernes 15 de octubre fue encontrada sin vida en las cercanías de la carretera Las Choapas–Cerro de Nanchital, cerca del rancho El Hulefante, al sur del municipio choapense. Entre la maleza, ahí estaba ella, amarrada de manos y pies con cinta gris, huellas de tortura y tres impactos de bala, entre ellos, dos ‘tiros de gracia’ que “le destrozaron el cráneo”.

De la joven poco se puede saber debido al hermetismo de la familia, pero gracias al trabajo realizado por la prensa local como Diario Presencia, se reveló que vivía en la calle Alfredo V. Bonfil, de la colonia Carmen Romano y que sus familiares, conocidos en la ciudad como “Los Kalimanes”, se habían retirado del lugar desde hace varios meses.

Un día antes de que fuera encontrada sin vida, Raquel salió de su hogar diciendo que iría a comer con una amiga, pero minutos más tarde abordó un vehículo en las cercanías de su casa, presuntamente sin ser obligada. No regresó por la noche.

Las primeras indagatorias de la Fiscalía General del Estado (FGE) exponen que la joven llegó con vida hasta el paraje en donde fue localizada y ahí recibió los disparos que terminaron con su existencia.

Con estudios hasta la secundaria y apenas habiendo alcanzado la mayoría de edad, Raquel Alejandro Rogel dejó sin concluir sus aspiraciones, pues se convirtió en parte de la estela de muerte del municipio de Las Choapas, vapuleado por la violencia durante lo últimos 4 años, y de Veracruz, desde los últimos dos sexenios.

DE DUARTE A FLAVINO

Según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), entre el 2005 y el 2010, período correspondiente al sexenio de Fidel Herrera Beltrán, se registraron 2778 homicidios dolosos en Veracruz. El ahora cónsul en España le cedió el estado a Javier Duarte de Ochoa, quien prácticamente duplicó el número de víctimas, tan sólo en este delito, lo que da un total de 4,777 homicidios y contando:

HOMICIDIOS DOLOSOS

890 en el 2011
968 en el 2012
863 en el 2013
569 en el 2014
615 en el 2015

872 en 2016 (hasta agosto)

En promedio, durante cada día que gobernó Javier Duarte de Ochoa, en Veracruz se registraron 2.3 homicidios o, lo que es igual, cada 10 horas murió una persona.

Pero Duarte de Ochoa hizo público el martes 12 de octubre que pediría una licencia para separarse del cargo temporalmente y enfrentar las denuncias en su contra, por lo que el Congreso ‘ungió’ esa misma noche a Flavino Ríos Alvarado como gobernador interino de Veracruz.

Sin embargo, apenas a 72 horas de haber tomado el cargo, el exsecretario de Gobierno y oriundo de Oaxaca, no sólo mantuvo sino que incrementó el ritmo de los homicidios dolosos: una muerte cada 5.5 horas o 4.3 personas al día, quienes no sólo son números, sino jóvenes o ciudadanos que por una u otra razón vieron sesgada su existencia.

El 13 de octubre se registraron las primeras dos víctimas, quienes eran policías estatales y de los que no se revelaron los nombres. Los elementos fueron emboscados y acribillados cerca de la Laguna de Mazatepec, en el municipio de Carlos A. Carrillo.

En el mismo municipio, un joven de nombre Ismael Torrecilla Reyes, de 22 años, fue asesinado al intentarse escapar de un grupo de hombres armados que pretendían secuestrarlo cerca de la terminal de autobuses de esa ciudad. Dos hallazgos más se sumaron en esa misma jornada, uno en Córdoba y otro en Misantla; ambas ciudades están en la zona centro del estado.

Por la madrugada del viernes 14 de octubre, un enfrentamiento armado entre civiles y policías en las calles Aldama y Benito Juárez de Potrerillo-Pueblo del municipio de Ixtaczoquitlán dejó un saldo de tres jóvenes sin vida.

Fue ese día el que también apareció muerta Raquel Alejandro Rogel y poco más tarde se contabilizó otra ejecución, aunque ahora en Tihuatlán, cerca de Poza Rica, municipio petrolero ubicado al norte del estado. Presuntamente la víctima era trabajador de Petróleos Mexicanos (PEMEX), debido al pantalón que vestía, uniforme de la exparaestatal, y tenía la cabeza cubierta con una bolsa de plástico.

A los diez muertos en apenas dos días con Ríos Alvarado al frente, se agregaron tres más del sábado 15 de octubre: a temprana hora, de nuevo en Las Choapas, los cuerpos de Elías Zamudio López, de 28 años, y Javier Villegas, de 40 años de edad, fueron encontrados en el fondo de un barranco, a un costado del camino a la ranchería Ceiba Blanca, al sur de la ciudad.

Por último, durante esa tarde, en Cosoleacaque se encontró otro cadáver en las cercanías de la comunidad Monte Oscuro, el cual presentaba visibles huellas de tortura y un disparo en la cabeza. Con un total de 13 homicidios cerraron los primeros tres días de Flavino Ríos.

Decía Noé Zavaleta, periodista y autor de “El infierno de Javier Duarte: crónicas de un gobierno fatídico”, durante su visita a la Universidad Veracruzana campus Coatzacoalcos que con el cambio de gobierno estatal no se deberían ‘contar de cero’ las víctimas. Aunque el escritor hizo la declaración en el contexto de los asesinatos de periodistas, la realidad de Veracruz exige que las muertes, secuestros y desapariciones no sean borradas e se reinicien las estadísticas con la alternancia.

Las estadísticas y las historias de las víctimas revelan que la violencia se ha incrementado cada vez desde el 2010 a la fecha y la salida de Javier Duarte de Ochoa y el nombramiento del exsecretario de Gobierno sólo empeoró la situación en Veracruz, que convulsiona en medio de una espiral de violencia en las últimas semanas de un priismo que duró 86 años.

A pocos días de terminar el sexenio más lúgubre de la historia moderna de ese estado, los números rojos siguen ascendiendo. Y con ellos las familias destruidas, los sueños enterrados, la esperanza de una paz que parece haberse rendido, ahogada por la sangre de los veracruzanos.

Con Flavino Ríos, la primera mujer asesinada. Fue en Las Choapas, chica de 18 años.
Y con Flavino, la primera fosa clandestina. Fue en Chacaltianguis, en los límites con Oaxaca. De entrada, seis cadáveres, pero ONG afirma que son más.


El Fiscal, como siempre, callado, ganando tiempo al tiempo.

FUENTE: SIN EMBARGO/BLOGEXPEDIENTE.
AUTOR: REDACCIÓN/VIOLETA SANTIAGO.
LINK: http://www.sinembargo.mx/17-10-2016/3104922