miércoles, 28 de septiembre de 2016

Nuevo caso de pobreza extrema en México: Hija de jornalera lucha por su vida

Un nuevo caso de pobreza extrema surge en Sinaloa. Ahora la protagonista es una niña de un año que tiene el peso y el tamaño de una bebé de 2 meses. Se trata de Valeria Josely Moreno de la Cruz, quien ingresó ayer al nosocomio procedente de Huajicori, Nayarit. Es hija de una mujer jornalera que vive en extrema pobreza. La historia de la pequeña es quizá igual o más trágica que la de Paula María, la menor de 10 años que falleció de un paro cardiaco por su severa desnutrición y deshidratación. Valeria, sus padres y cinco hermanos habitan en plena sierra. No reciben apoyo alguno y comen lo que pueden. El pasado 13 de septiembre, durante su visita a Sinaloa, el Secretario de Desarrollo Social, Luis Miranda Nava fue cuestionado sobre la pobreza en México. Dijo que era mentira que haya más pobres en el Gobierno de Enrique Peña Nieto e indicó que la tragedia de la niña Paula María era “un caso de excepción”.

–Con información de Verenice Peraza, Noroeste.

Ciudad de México, 28 de septiembre (SinEmbargo/Noroeste).– Una nueva historia de abandono social, desnutrición, y deshidratación en etapa avanzada se escribe en los cuneros del área de Pediatría del Hospital General “Doctor Martiniano Carvajal” en Mazatlán, en el estado de Sinaloa. Ahora, la protagonista es una niña de un año que tiene el peso y el tamaño de una bebé de 2 meses.

Se trata de Valeria Josely Moreno de la Cruz, quien ingresó ayer al nosocomio procedente de Huajicori, Nayarit. Es hija de una mujer jornalera que vive en extrema pobreza.

Desde que ingresó al hospital, Valeria ha recibido atención urgente y focalizada.

Al llegar al nosocomio, médicos y enfermeras no lograron evitar acordarse de Paula María, la pequeña que vivió 10 años en pobreza extrema y falleció una semana después de ser internada al agravarse su salud por la deshidratación y desnutrición severas que presentó.

La historia de Valeria es quizá igual o más trágica que la de Paula María. Ella, sus padres y cinco hermanos habitan en plena sierra. No reciben apoyo alguno y comen lo que pueden.

La niña no presenta discapacidad alguna, pero el hambre es la que ha impedido que crezca.

El pasado 13 de septiembre, durante su visita a Sinaloa, el Secretario de Desarrollo Social, Luis Miranda Nava fue cuestionado sobre la pobreza en México. Dijo que era mentira que haya más pobres en el Gobierno de Enrique Peña Nieto e indicó que la tragedia de la niña Paula María, quien falleció desnutrida y entre la miseria, es “un caso de excepción”.

“Es un caso de excepción, no veamos un caso de excepción de una niña [Paula María], que comparto el sufrimiento, como algo que generalicemos, tenemos que trabajar y tenemos que trabajar todos”, dijo.

“No es una labor del Gobierno, es una labor tuya, es una labor de los empresarios, es una labor de las madres de familia, es una labor de los maestros, es una labor de todos”, mencionó.

Además abundó, “No se ha incrementado la pobreza, no lo digamos porque es mentira, la pobreza no se ha incrementado, la pobreza, usted no puede saberlo, porque la pobreza se está midiendo en este momento, lo vamos a ver el año que entra cuando termine la evaluación, ok”, subrayó.

El pasado 9 de septiembre, Paula María, una niña de 10 años cuyo cuerpo parecía más el de una bebé de 18 meses, lo que le imposibilitaba sostenerse en pie, se despidió de un mundo de pobreza.

La historia de la menor se dio a conocer apenas el martes 6 de septiembre en las páginas de Noroeste, luego de haber sido internada el sábado 3 en el Hospital General de Mazatlán.

Los médicos informaron que por su severa desnutrición y desidratación, su desarrollo físico y emocional había quedado estancado, como si sólo hubiera crecido unos meses, y no 10 años.

De pequeña estatura, su cuerpo parecía más el de una bebé de año y medio, aproximadamente.

No hablaba ni caminaba. No podría sostenerse en pie, su cuerpo era débil.

Los cuidados de su padre, un ayudante de albañil y pepenador en el basurón municipal, no fueron los adecuados.

La bañaba cuando podía y le daba de comer lo primero que tenían.

Su hogar, de lonas y tablas, sin agua, sin luz y hasta sin puerta, es el signo viviente de la carencia extrema. Ahí la pobreza se lleva tatuada.

Su hermano Jesús, de 13 años de edad, era su “ángel guardián”.’ Él dejó la primaria al pasar a segundo grado, y se dedicó a cuidar a su hermana mientras su padre trabajaba.

Fue el primero en aprender a leer y escribir, también es bueno para los números, pero batallaba para ir a la escuela.

“Pues ya no fui a la escuela, me quedé con ella, le echaba vueltas todo el día, porque yo también tengo que hacer mandados para comer”, contó Jesús.

Sus cuidados iban más allá de velar sus sueños, pues cuando enfermaba, él se convertía en su “mamá-hermano”, como lo describen sus vecinos.

“Pues su papá se tiene que ir a trabajar, pues él se quedaba con la niña, le echaba vuelta, la cambiaba de pañal, de ropa, la tapaba, ella dependía de él”, comenta un vecino.

Su caso conmocionó a los ciudadanos mazatlecos. Le llegó ayuda a través de Noroeste y directamente. Hasta políticos y empresarios se informaron sobre el caso.





Fuente: Sin Embargo
Autor: Redacción con información de Verenice Peraza (Noroeste)
http://www.sinembargo.mx/28-09-2016/3097682