sábado, 30 de julio de 2016

Vagos, violentos, dañinos… así retrata a los mexicanos el libro que Texas quiere en sus escuelas

La cultura mexicana promueve la vagancia, la violencia y la destrucción social, afirma entre otros muchos insultos el libro “Herencia Mexicano-Estadounidense” que se pretende usar en el periodo 2017-2018 en las escuelas públicas del nivel high school en Texas. De acuerdo con una coalición que lo rechaza y busca que no llegue a las aulas, el libro realizado por la editorial Momentum Instruction, que tiene a la polémica republicana Cynthia Dunbar como una de sus principales contribuyentes, estaría financiado por intereses de ultraderecha que promueven el racismo.

Ciudad de México, 30 de julio (SinEmbargo).– El libro “Herencia Mexicano-Estadounidense” [Mexican American Heritage] que se pretende utilizar en las escuelas públicas de Texas para el periodo 2017-2018, ha levantado fuertes protestas por parte de organizaciones latinas y también de la comunidad afroamericana debido a su carácter racista y ofensivo contra las minorías.

De acuerdo con una coalición de educadores, que busca que ese libro de texto no llegue a las aulas, el contenido promueve “ofensivos estereotipos culturales” y distorsiona la historia de la comunidad mexicana-estadounidense en Estados Unidos. La Coalición para Textos Responsables de Estudios Étnicos (REST) dijo a Univisión que el libro –publicado por la editorial Momentum Instruction, con sede en Virgina– “no sólo insulta a los mexicanos-americanos, sino también a los afroamericanos y a otra gente de color”.

Celina Moreno, integrante de la Coalición de Educación Latina de Texas expuso que el texto –programado para entregarse a estudiantes de high school– sugiere que la cultura mexicana promueve la vagancia, equipara a los mexicano-estadounidenses con inmigrantes ilegales, y pinta al movimiento chicano por los derechos civiles como una “narrativa revolucionaria que se opuso a la civilización occidental y quiso destruir esta sociedad”.

En la página 248 del libro se afirma que los empresarios que fueron a desarrollar industrias a México a finales del siglo XIX veían a los mexicanos como “vagos en comparación con los trabajadores europeos o norteamericanos”, y que los industrialistas del norte, por el contrario, eran hombres “motivados, competitivos, siempre a tiempo y preocupados continuamente por la eficiencia”.

En el “Mexican American Heritage” hay aseveraciones tan erróneas como decir que los aztecas iban a la guerra motivados por una “sed de sangre”, o que en el siglo XIX los obreros mexicanos bebían alcohol de forma habitual en su lugar de trabajo.

José Rodríguez, Senador estatal del Distrito 29, rechazó tajantemente la propuesta hecha por el Consejo Estatal de Educación (SBOE, por sus siglas en inglés).

“Necesitamos la historia real, no esto. Es terrible”, dijo a El Diario de El Paso [en Texas].

Rodríguez también utilizó las redes sociales para mostrar su descontento, y a la vez para hacer llegar su mensaje a la Legislatura de Texas, así como a los autores de la propuesta al utilizar los hashtags: #txlege #sboe #education.

El Senador, de acuerdo con el diario fronterizo, hizo eco de las palabras del profesor Emilio Zamora, de la Universidad de Texas en Austin, quien hizo la revisión del contenido referido.

“Excesivos errores hacen que el libro de texto propuesto sea inútil e incluso contraproducente”, afirmó Zamora.

UNA ACCIÓN

“Paradójicamente, nosotros presionamos a la junta para incluir textos sobre estudios mexicano-estadounidenses, y lo logramos, pero no de la forma que esperábamos”, dijo Tony Diaz, director de Iniciativas Interculturales en el colegio Lone Star College-North Harris, al Houston Chronicle.


“En lugar de un texto que sea respetuoso de la historia mexicano-estadounidense, tenemos un libro racista, mal escrito y preparado por inexpertos”, denunció en mayo pasado.

La Agencia de Educación de Texas dice que siguió los procedimientos establecidos para el llamado a presentar materiales para currícula mexicano-estadounidenses para el año escolar 2017-2018.

Los texanos tienen hasta septiembre para presentar sus opiniones sobre los materiales educativos propuestos, dijo la portavoz de la agencia DeEtta Culbertson. Agregó que los libros propuestos serán revisados por un comité que incluye a maestros y administradores escolares, y que el panel realizará recomendaciones a la junta.

Los libros adoptados por los miembros electos de la Junta de Educación se vuelven parte del material recomendado para currícula en todo el estado, pero los distritos escolares no tienen que adoptarlos. Los distritos individuales pueden usar los fondos estatales para adquirir los libros que deseen.

El libro en cuestión “no es un texto que hemos recomendado ni va a ser recomendado”, dijo Douglas Torres-Edwards, coordinador de un curso aprobado de estudios mexicano-estadounidenses que ha sido implementado en algunas escuelas del Distrito Escolar Independiente de Houston.

“Francamente, la autora –la editorial Momentum Instruction– no es reconocida como alguien que sea parte de los estudios académicos mexicano-estadounidenses y la mayoría de las personas en ese medio no la reconocen”, añadió.

¿QUIÉN ESTARÍA DETRÁS?

La republicana Cynthia Dunbar, integrante de la Junta Estatal de Educación de Texas. Foto: AP

La materia Estudios México-Americanos, para la que se destinaría este texto, es interdisciplinaria, y de acuerdo con los grupos que lo rechazan el contenido varía entre los diferentes planteles. Por eso la forma en que se licitó su edición también ha levantado suspicacias.

“Sólo hubo una propuesta en el concurso”, dijo Kathy Miller, presidenta de la Red de Libertad de Texas, quien añadió que la editora Momentum Instruction, LLC, nunca antes había publicado algún libro de texto, y que uno de sus principales contribuidores es Cynthia Dunbar, ex miembro conservador del Texas State Board of Education o SBOE.

La abogada Dunbar nació en Richmond, Texas, y es una polémica republicana. En 2008 escribió el libro “One Nation Under God: How the Left Is Trying to Erase What Made Us Great”, que defiende que la religión cristiana debe tomar más relevancia social. Ella ha sido fuertemente criticada por una sección de ese libro en la que llama a la educación pública una “herramienta sutilmente engañosa de la perversión”, y además afirma que “el establecimiento de las escuelas públicas es inconstitucional e incluso ‘tirana’”.

En su calidad de miembro de la Junta de Educación del Estado de Texas, en marzo de 2010 propuso y obtuvo la ratificación de una serie de modificaciones en el área Texas K-12, que se refiere a estudios sociales. Con ello logró eliminar las menciones a Thomas Jefferson –el principal autor de la Declaración de Independencia de 1776– y la de la Ilustración, movimiento que en el siglo XVIII difundió a la razón como la principal fuente de autoridad y legitimidad, y promovió ideales como la libertad, el progreso, la tolerancia, la fraternidad, el Gobierno constitucional, y la separación de la Iglesia y el Estado.

A principios de 2008 se postuló para la nominación republicana para la Cámara de Representantes del Congreso, que representan el distrito 22 de Texas, pero finalmente se retiró.

También, a finales de 2008, escribió un artículo en el sitio web Christian Worldview Network donde decía que era probable un ataque terrorista en Estados Unidos durante los primeros seis meses de la administración de Barack Obama, debido a que había “un esfuerzo planeado por aquellos con los que Obama realmente se solidariza para acabar con América” y que el Presidente era una “amenaza”. A pesar de las críticas en su contra, la republicana se negó a retractarse.





Fuente: Sin Embargo
Autor: Redacción
http://www.sinembargo.mx/30-07-2016/3073916