martes, 12 de julio de 2016

La CNDH al servicio del narco estado

Por. Alma Zetkin

Julio César Mondragón, uno de los tres estudiantes de Ayotzinapa que fallecieron en septiembre de 2014 durante el ataque de narcotraficantes y policías en el que desaparecieron él y sus 42 compañeros, no fue desollado, sino que parte de su rostro fue comido por animales, dijo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). (7/11/16)

Los rostros de Julio Cesar Mondragón y Erika Cassandra Bravo.

1. Para comprender el caso de Julio Cesar Mondragón, hay que ver lo que representa el movimiento de los estudiantes de las escuelas normales y en especial la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos, la CETEG, el MPG y las Policías Comunitarias. El caso del Estado de Guerrero ha sido muy particular pues es en ese Estado donde se da la mayor resistencia organizada- junto con Oaxaca, Chiapas y Michoacán- a la destrucción de su tejido social y al control de sus territorios.

2. Y es que han sido precisamente los maestros, los estudiantes de las escuelas normales, los campesinos e indígenas, las Policías Comunitarias y el movimiento popular quienes han constituido el bloque de resistencia en contra de las imposiciones del capitalismo salvaje y su representación; la narco mafia que usurpa el poder en México.

3. El Plan Mérida y los comandos de la muerte. 
Hay evidencias concretas de que cuando los estudiantes eran reprimidos y sometidos por el ejército, la policía federal y municipal de Iguala, un COMANDO DE LA MUERTE desolló aún vivo a Julio Cesar quien fue agonizando lentamente bajo un dolor horrendo.

4. Terror y escarmiento
Un acto de terror de Estado es una manera de causar impacto en la población a someter y controlar. Estas formas de terror tienen su origen en los acuerdos que se llevaron a cabo a puerta cerrada cuando se firmó el Plan Mérida entre el gobierno de Estados Unidos y México. Por lo tanto con la firma de este tratado, que no es más que un plan de terror sistemático se da inicio a la implementación salvaje de los tratados económicos: el TLC-ALCA-ASPAN-Plan Puebla Panamá que después se transformarían en dos, es decir el Plan México 2030 y el Plan Triángulo del Norte para Centroamérica.

5. Terror y escarmiento II. La Noche Oscura de Iguala. En algún momento al General Cienfuegos se le atribuiría el mensaje que envió a sus fuerzas y comandos de “ACTUAR BAJO LAS SOMBRAS”. Es decir utilizar fuerzas especiales o comandos clandestinos de la muerte para eliminar y aterrorizar a la población. La noche de Iguala, junto con la masacre de la Col. Narvarte, Tanhuato, Tlatlaya, los feminicidios de Cd. Juárez y el Edo de México son el paradigma de la barbarie implementada bajo la dinámica de la Guerra de Baja Intensidad. 
Es precisamente en el gobierno de Felipe Calderón cuando se da inicio a métodos masivos de desaparición forzada, asesinato de mujeres y jovencitas en las zonas que se pretende tener bajo control. (Cd. Juárez, Michoacán, Guerrero, Edo. de México, Tamaulipas etc.)

6. El caso de desollamiento de Julio Cesar y de Erika Cassandra Bravo (el otro desollamiento olvidado), son el resultado de actos ejecutados por comandos de la muerte quienes se dedican a asesinar y desaparecer gente inocente para mantener a la población sometida bajo la doctrina del shock, pretender decir que son acciones llevadas a cabo por narcotraficantes no es más que una mentira del Estado que pretende lavarse las manos con su falacia de la “verdad histórica”.

7. En todo el territorio operan grupos de paramilitares y comandos de la muerte, así como grupos de narcotraficantes entrenados y autorizados por el narco Estado para infundir mayor terror y miedo en la población. El grupo de los Zetas, el Cartel Jalisco Nueva Generación y los H3 son el producto de un plan de terror similar al Plan Colombia copia y calca de lo que hoy es el Plan Mérida.

8. El rostro, los rostros de Julio Cesar Mondragón y Erika Cassandra Bravo no tienen que quedar en el olvido ni en la impunidad. Por ellos, por todos nosotros es urgente que vayamos superando nuestras diferencias para detener esta barbarie. La única manera de confrontar el triunfo del terror sobre la convivencia es fortaleciendo los esfuerzos por organizarnos desde lo local, municipal, estatal y nacional hasta que por medio de las Asambleas Populares se convoque a una Nueva Constituyente y a la creación de un Gran Frente Nacional de todo el Pueblo que fuerce al narco estado a detener esta barbarie. Que el ejército regrese a sus cuarteles, se desmantelen los grupos de narco paramilitares y se juzgue a los responsables de la tragedia nacional. Se elimine el Plan Mérida y el TPP y todos los planes que pretenden arrasar a nuestras comunidades y al país entero.

PD. No han muerto, no han muerto camaradas, su muerte, su muerte será...

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