domingo, 15 de mayo de 2016

La defensa del Poli es una cuestión de autonomía y de una generación que lo siente suyo

“La movilización de hoy es para mostrar al gobierno federal y a la Secretaría de Educación Pública que el movimiento está abierto al diálogo” resonó entre las centenas de estudiantes que se dieron cita en la “Plaza Roja” en el predio del Poli de Zacatenco.

Los estudiantes de los 14 Centros de Estudios Científicos y Tecnológicos que forman parte del Instituto Politécnico Nacional, las “vocacionales” de educación media superior empezaron a ocuparse por sus estudiantes a partir del 14 de abril último, en que fue tomada la primera, la número 5, ubicada en la colonia centro de la ciudad de México.

Las escuelas no tienen hasta el momento un posicionamiento en conjunto de cómo procederán en relación a la toma de los centros de estudio, ya que esa decisión depende de las asambleas locales de cada escuela, pero según los datos trascendidos en la prensa, 3 de ellas ya fueron desocupadas aunque los jóvenes mantienen el paro de actividades. El Secretario de Educación puso como medida de fuerza que sólo abrirá el diálogo cuando los estudiantes entreguen los edificios. Así la ocupación pasó a estar al centro de una puja que viene de lejos.

La comunidad entera, no sólo los estudiantes de las “Voca” están movilizados desde que a comienzos de abril desde que el Poli fue sometido a un cambio administrativo, que lo pone directamente bajo la égida de un cargo político: el del subsecretario de Educación Pública.

Desde entonces, tanto los estudiantes como docentes, administrativos, egresados e investigadores del Instituto reclaman ser recibidos por Nuño, que sistemáticamente ha negado el diálogo con la comunidad académica del Poli, o al menos, con la parte que está movilizada.

El diario La Jornada publicó hoy que “organizaciones de egresados del Instituto Politécnico Nacional se han reunido con funcionarios federales con el fin de elaborar un proyecto de autonomía para el instituto, que de concretarse, podría ser aplicado al margen de lo que decida el Congreso Nacional Politécnico que está organizando la Asamblea General Politécnica”. El dato fue tomado de un documento firmado por Eduardo Sánchez Amaya, presidente del Consejo Nacional de la Sociedad de Ingenieros, fechado el 20 de abril y referido por el reportero Arturo Sánchez Jiménez, para La Jornada.

Y en esa frasesita está la clave de todo: la autonomía del instituto.


“El Secretario busca desestabilizar al Poli y a los chavos. El traspaso a la égida de la subsecretaría de educación no sólo es inviable sino que trasgrede la ley orgánica del Instituto”, apunta Tania, docente del Poli con sede en Tepepan.

El Instituto Politécnico es, en realidad, una compleja red de distintos niveles de educación, desde la media superior, las “voca” de más arriba hasta llegar a institutos dedicados a la investigación. Tiene una estructura más parecida a las grandes casas de estudios, como la Unam o la Uacm, que las escuelas de educación superior, apuntan. Y esa complejidad es una riqueza para la comunidad académica.

“La inclusión en la subsecretaría ignora la magnitud y el alcance del Instituto. Tampoco se arregla la situación como han dicho, devolviéndolo a la SEP. El artículo 2 de su ley orgánica lo define como un órgano desconcentrado. Es por eso que tampoco el ‘jefe directo’ del Poli es la SEP. Aurelio Nuño tiene mucho para explicar”

Lo que analizan los consultados para este artículo es que, demorando la reunión que exigen los estudiantes y con ellos, la comunidad académica que los respalda, es que cuanto más se extienda el conflicto por el cambio de égida y la ocupación de los centros de estudio ante la falta de una respuesta oficial contundente de qué es lo que pretenden hacer con el Politécnico, más se demoran las tareas de organización del Congreso Nacional Politécnico.

“El Congreso es algo inédito, nunca se celebró algo como lo que se planea. Fue producto de la movilización de los estudiantes en 2014”
Sólo la comisión organizadora del mismo cuenta con la participación de todos los órdenes: administrativos, docentes, estudiantes, investigadores, alumnos de posgrado, así como autoridades del instituto y de la Asamblea General del Politécnico.

“Eso está en el centro del debate. Al estar paradas las vocacionales, no se han elegido los miembros que participarán de la comisión organizadora. Al mantener a las escuelas paradas, se para el avance de la organización del congreso”

¿Por qué es tan importante el Congreso?
“Además de ser inédito, y ser logro de la movilización del movimiento estudiantil de 2014, lo que va a discutirse entre toda la comunidad académica es cuál es el proyecto de instituto que se quiere, es decir, si va a reestructurarse el Poli, ¿hacia dónde vamos?”

El punto central de esa discusión es la autonomía del Instituto. “Según lo publicado en La Jornada, se ve cómo la pretensión de la Secretaría de Educación es imponer un proyecto sin que pase por la discusión de la comunidad académica en pleno. Esa pretensión ya es razón suficiente para que ellos intenten evitar que el Congreso se realice”

Los otros dos puntos centrales de la discusión para el Congreso son el modelo educativo que se adopte y las formas de evaluación, certificación y acreditaciones de las carreras que ofrece. En ambos casos, lo que se pelea es que se profundice la intromisión de organismos internacionales y externos a la comunidad académica, que bregan por un “giro hacia el mercado” del Instituto.

“Los organismos internacionales pujan porque se elimine la parte teórico conceptual de la mayoría de los contenidos que se imparten en el Poli, e insisten en que sólo deben enseñarse herramientas útiles para el mercado laboral, inhibiendo la reflexión o las perspectivas teóricas de los asuntos. Eso significa rasurar la mayor parte de los programas que hoy se imparten”

Ese mismo proceso se promueve también para los docentes a partir de los programas de capacitación para el trabajo, explican. “Promueven que los docentes tomemos talleres y cursos que apuntan a que la planta docente domine cosas como la ‘competencia’ o ‘estrategias de aprendizaje’ condicionado a los procesos de promoción docente”
Así, la posibilidad de acceder a un escalafón más alto en la estructura académica y con eso una mejoría en la remuneración recibida por el docente queda supeditada a su disposición a tomar estos cursos y aplicarlos en el aula.

Otro punto importante de los lineamientos internacionales para la educación local que se resisten desde la comunidad académica son los mecanismos de certificación y acreditación de las carreras que imparte el Poli, sometidos a organismos externos al Instituto. Es decir, “instrumentos diseñados desde el exterior de la realidad mexicana y traído por los organismos internacionales a nuestro ámbito, que no se adaptan ni responden a las necesidades a evaluarse sobre el sistema mexicano.”

Como se ve, todo está interconectado y vinculado con la cuestión de la autonomía.
Este jueves los jóvenes se manifestaron con mucha alegría. “Elegimos hacer un mitin político cultural y el apoyo solidario de otros estudiantes, como los de Azcapotzalco o Culhuacan, sólo por nombrar un par, ha sido importante” explica César, otro docente que sigue de cerca la movilización estudiantil y forma parte de la Comunidad Académica del Instituto.

“Este movimiento estudiantil tiene un potencial anti-autoritario muy importante. Son jóvenes que les han quitado todo, que ven como ya no tienen las seguridades de sus padres. 1,8 jóvenes de cada 10 entran a este nivel de estudio y 1,2 lo hacen en las escuelas privadas. Eso significa que 7 de cada 10 jóvenes se queda sin estudios. Esta escuela es lo único que han logrado obtener y por eso protagonizan este proceso de defensa de la Institución con esa entrega. La sienten suya.”




Fuente: Desinformémonos
Autora: Eliana Gilet
http://desinformemonos.org.mx/la-defensa-del-poli-es-una-cuestion-de-autonomia-y-de-una-generacion-que-lo-siente-suyo/