viernes, 27 de mayo de 2016

Corrupción: el pez gordo que jamás se pescará

México es reconocido porque la corrupción aquí no tienen consecuencias, son escándalos que no se convierten en delitos porque la clase política nombra a los encargados de fiscalizarles y sancionarles.

A principios de este mes se llevó a cabo en Londres la cumbre mundial anticorrupción. El presidente Enrique Peña Nieto mandó a su representante en estos temas: Virgilio Andrade. Ahí -ante los ojos del mundo- nuestro Secretario de la Función Pública dijo que México es reconocido por su lucha anticorrupción.

Cuando leí eso, inmediatamente pensé que tiene razón. A Virgilio le consta, todo el mundo lo conoce y lo reconoce por haber dejado en claro que en el escándalo de la casa blanca no hubo conflicto de interés. El disipó las acusaciones sobre corrupción cuando explicó que aunque Grupo Higa tiene contratos millonarios con el gobierno federal, y esta empresa fue la que vendió la casa blanca a Angélica Rivera con un precio de avalúo de 86 millones de pesos, no existió conflicto de interés por parte de Peña Nieto pues en dichas adjudicaciones no participó el mandatario.

Pero ahí no paran los reconocimientos al gobierno federal, hay más ejemplos que le han dado la vuelta al mundo:

1.- El gobierno de Peña Nieto anunció la muerte de Nazario Moreno “El Chayo”. Hecho que consternó al mundo porque ya había muerto antes o por lo menos eso anunció el exsecretario Genaro García Luna. Como nadie puede morir dos veces es obvio que alguien falseó información, pero nadie esta en la cárcel por ese delito.

2.- El relator de la ONU en materia de Tortura, Juan Méndez, presentó un informe en el que dijo que la tortura es generalizada en México. El entonces secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade –hoy Secretario de Desarrollo Social- salió a decir que el relator “ actuó de manera irresponsable, poco ético y sin sustento” y que era mejor no trabajar con él “por algún tiempo”. Evidentemente, las declaraciones de Meade fueron un escándalo en la comunidad internacional.

3.- El primer informe de GIEI fue publicado en las primeras planas de periódicos internacionales porque negaba la versión histórica de la PGR sobre la incineración de los normalistas y revelaba información sobre un quinto autobús que no había sido mencionado por el entonces procurador Jesús Murillo Karam en la investigación. No hay un proceso penal en su contra por haber sido en el mejor de los casos “omiso” en su investigación.

4.- La historia se repitió con Tomás Zerón. En su segundo informe el GIEI dio a conocer un video en el que se puede ver que se realizó una visita al Río San Juan, que no está integrada en el expediente de investigación del caso. Además en esa visita el director de la Agencia de Investigación Criminal estuvo acompañado por uno de los acusados que asistió sin su abogado. Ambas cosas pueden constituir un delito que la PGR puede acreditar fácilmente, pero hasta el momento lo único que ha pasado es que al GIEI le dieron las gracias y lo sacaron del país por exhibir verdades incómodas para el gobierno federal.

5.- Y el más reciente, esta semana Animal Político publicó una investigación que exhibe la creación de empresas fantasma que el gobierno de Veracruz ha usado para desviar más de $600 millones de pesos. El Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, hasta el momento ha permanecido callado, parece que ni se entera de las acusaciones de movimientos irregulares de recursos públicos.

El reconocimiento de corrupción en la lucha anticorrupción no es sólo internacional. En México, desde luego, también reconocemos al gobierno federal por ello. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental publicada recientemente el 52.4% de los encuestados dijo que percibía con mucha frecuencia corrupción en el gobierno federal. Esto es 10 puntos porcentuales más que en 2013.

México es reconocido porque la corrupción aquí no tienen consecuencias, son escándalos que no se convierten en delitos porque la clase política nombra a los encargados de fiscalizarles y sancionarles. Hasta que no cambiemos las reglas, no podremos esperar resultados distintos. Nuestro método actual es tan absurdo como esperar que un pez gordo se pesque a sí mismo.




Fuente: Animal Político
Autora: Paola Zavala Saeb
http://www.animalpolitico.com/blogueros-la-maquina-de-hacer-pajaros/2016/05/27/corrupcion-el-pez-gordo-que-jamas-se-pescara/