martes, 22 de marzo de 2016

Carecen de sustento científico las políticas contra la polución: expertos

Por el contrario, favorecen el parque vehicular, aseveran.

Las medidas tomadas por las autoridades metropolitanas para evitar los altos niveles de contaminación carecen de visión a mediano y largo plazos, no se basan en argumentos científicos ni aportan soluciones integrantes y han favorecido el uso del automóvil, así como el crecimiento del parque vehicular, señalaron especialistas.

La semana pasada en la zona metropolitana del Valle de México hubo 72 horas de contingencia continua por los altos niveles de ozono derivados de la gran cantidad de automóviles que circulan.

Luis Zambrano González, investigador del Instituto de Biología de la UNAM y secretario ejecutivo de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel, así como Mireya Ímaz Gispert, directora del Programa Universitario de Estrategias para la Sustentabilidad, coincidieron en que las medidas tomadas a partir del Hoy no circula complicaron el problema, debido a que creció el número de automóviles por familia para transportarse toda la semana.

Señalaron que esta posición de los ciudadanos se da por el ineficiente transporte colectivo que se ofrece en el Valle de México y las políticas generan preferencia por el uso del automóvil con la construcción de segundos pisos y supervías, así como exención en el pago de la tenencia.

Las soluciones, indicaron, deben basarse en criterios científicos e inclinarse hacia un cambio de visión para que los habitantes se den cuenta de la conveniencia de usar transporte colectivo y mejorar ese servicio, como sucedió hace unas décadas en Londres y Nueva York.


En tanto, en una comunicación oficial, el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM aseveró que el fondo real del problema es la expansión urbana desordenada, que afecta no solamente la calidad del aire, también lo hace con las áreas naturales protegidas, cultivos y recursos hídricos; en resumen, la sustentabilidad y viabilidad de la megalópolis de México, por lo cual se debe revisar, homologar y reforzar el ordenamiento territorial en todas las entidades de la Comisión Ambiental de la Megalópolis. Se debe generar un programa de movilidad a escala megametropolitana que privilegie el transporte público seguro y de calidad.

Zambrano indicó: “La tecnología ha logrado que los autos contaminen menos, pero su cantidad en la ciudad es mayor, lo que genera estas grandes contaminaciones. Las políticas no atacan el verdadero problema; lo que se hace es mantener le confort de una visión carrocentrista para no soltar el vehículo, en lugar de pensar en la mejora de la movilidad en toda la megalópolis”.

Si bien la tecnología es aliada para el control de las emisiones (a partir de una verificación donde no se dé la corrupción), la principal respuesta –agregó– recae en la mejora de la movilidad mediante el uso de un trasporte colectivo eficiente y de calidad. Hay que desincentivar el uso del carro, con costos extras por ejemplo. Es ridículo que se vea como logro social la exención de la tenencia; por el contrario, quien quiera usarlo que pague, o que se incrementen las tarifas de estacionamiento.

Ímaz Gispert aseveró que los altos niveles de contaminación son un problema multifactorial que debe resolverse con medidas a corto, mediano y largo plazos, en las que participen sobre todo los especialistas.


Debemos repensar los programas. Hay que atenderlos como un problema de la megalópolis; hay que homologar las reglas para toda la metrópoli. Los vehículos contaminan y la contaminación no tiene dueño, se va a mover con los vientos. Tenemos que empezar a hacer estudios en serio, no sólo del impacto agudo de los contaminantes, sino de los efectos crónicos; por ejemplo, cómo están los pulmones de los habitantes de esta ciudad.

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: EMIR OLIVARES ALONSO.
LINK: http://www.jornada.unam.mx/2016/03/22/sociedad/032n2soc