jueves, 17 de marzo de 2016

Alerta por desapariciones en Jalisco

No son rumores, ni estrategias para generar miedo. Los casos de desapariciones o intento de levantones de personas, especialmente chicas jóvenes y niños es una alarmante realidad en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Pero los gobiernos no están a la altura de la grave crisis de desapariciones que tenemos. Es indignante que los casos denunciados en redes sociales, pero también ante la Fiscalía General del Estado y ante las policías de los municipios metropolitanos no hayan generado una reacción del tamaño del desafío que se tiene enfrente. Solamente en una década en Jalisco, se tienen casi el mismo numero de desaparecidos en tres décadas en España; en tanto, en nuestro Estado existen diez veces más desaparecidos que en todo Uruguay, por citar un par de ejemplos.

El grave problema de las desapariciones se ha vuelto una crisis grave en Jalisco, especialmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara. El año pasado se desapareció a tres personas por día en promedio, en los 75 días que van de este año son 4.6 personas al día las denunciadas como desaparecidas, según datos oficiales recolectados por el periodista Darwin Franco. Hablamos de un aumento de 50% en el número diario de desaparecidos, especialmente en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

Si reconociéramos el terrible dolor y angustia que un desaparecido genera en su familia y entorno, tal vez podríamos reconocer que es el principal problema que enfrentamos como sociedad. Pero los distintos gobiernos no reaccionan ante este problema. Al contrario, lo han ignorado criminalmente como se hizo en el gobierno de Emilio González Márquez, o se subestima y se actúa negligentemente como se ha hecho en el actual gobierno de Aristóteles Sandoval Díaz. Y los gobiernos municipales deben de dejar de lavarse las manos en los casos de desaparecidos.

La gravedad del tema debiera modificar las agendas políticas de partidos y gobiernos, y convertirse en prioridad en las plataformas, planes de gobierno y políticas púbicas. Se habla de seguridad, pero es la seguridad patrimonial, y no para las personas. Los gobiernos de todos los niveles y todos los colores destinan más recursos a cuidar el dinero de los bancos, o a buscar autos robados que al robo y sustracción de personas. Es indignante.

La ola de levantones y desapariciones que estamos viviendo debiera merecer respuestas inmediatas, conjuntas y rápidas de todos los niveles de gobierno.

Con todos los recursos materiales, tecnológicos y financieros que la sociedad entregamos a los gobiernos, éstos deberían atender todos los casos reportados, sean o no denunciados, y desplegar operativos para detener o inhibir a las personas o grupos organizados que levantan y desaparecen personas como parte de una trama del negocio ilegal. Y deben actuar contra policías o servidores públicos que sirven a esta cara del crimen organizado.

Entre tanto, debemos auto protegernos: autoprotección en las familias, los barrios, colonias, organizaciones y redes sociales. Todos debemos salir en defensa de todos cuando veamos un caso de intento de levantón o desaparición. Ante la insensibilidad e incapacidad de los gobiernos para detener las desapariciones, por ahora la mejor respuesta es la autoprotección de la sociedad.


Fuente: Informador.com.mx
Autor: Rubén Martín
http://opinion.informador.com.mx/Columnas/2016/03/16/alerta-por-desapariciones-en-jalisco/