viernes, 8 de enero de 2016

Morelos, bajo la ingobernabilidad

*Graco y Cuau, el agarrón

*A mí no me interesa lo que opinen los ciudadanos…”

Graco Ramírez, un Gobernador con evidentes latigazos de intolerancia, con ambiciones presidenciales, que se juega su futuro, y lo grave: durante su gobierno, Morelos se convirtió en uno de los estados más violentos del país y su capital, Cuernavaca, es la ciudad con más de 100 mil habitantes con mayores índices de inseguridad (Fuente: Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal).

Cuauhtémoc Blanco, entre los cinco futbolistas más importantes de la historia, electo Alcalde de Cuernavaca, que con esfuerzo inaudito apenas pudo leer, a trompicones verbales, su toma de protesta, y en abierta confrontación con Graco al suprimir el Mando Único Policial. “No me dejan gobernar…responsabilizo al Gobernador de lo que pueda ocurrirme a mí y a mi familia”, advirtió el Cuau. A ese nivel ha llegado la confrontación.

Gisela Mota, Presidenta municipal de Temixco que horas después de haber ocupado el cargo el primer día del año naciente, fue ejecutada en su propia casa, arrastrada por sicarios sin que nadie lo impidiera. Hubo balacera con policías integrantes del Mando Único. Vaya casualidad: ahora sí se aparecieron. Mucha casualidad.

Guerreros Unidos y Los Rojos, grupos del crimen organizado que se disputan el control de Morelos, asesinando a quien les estorbe – como a Gisela Mota-, y frotando las manos y las AK-47 para aprovechar el evidente vacío de autoridad en la entidad.

El poder estatal y el poder de su capital, en abierta batalla.
La política, de cabeza.
Alcaldesa ejecutada.
Los morelenses, desprotegidos.
Sí: allí están todos los ingredientes para decir que, hoy por hoy, Morelos vive bajo la ingobernabilidad.

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“Graco Ramírez, Gobernador de Morelos, está desparramado en la silla forrada de piel y tiene la mitad de su uña del dedo índice de su mano derecha dentro de su boca. Sus ojos, son dos puñales clavados en Cuauhtémoc Blanco, el hombre que tiene enfrente…

“Gobernador: el 115 Constitucional faculta la autonomía municipal. Queremos trabajar y simplemente no podemos. Le pido de favor que no intervengan en el Cabildo, sabemos que todo es a través de Rodrigo Gayosso (hijastro de Graco Ramírez). No queremos ingobernabilidad en Cuernavaca…

“¿Seguirás sin aceptar el Mando único…?, interrumpió un Graco retador.

“No…”, respondió Blanco. (Durante su campaña. Cuauhtémoc recibió quejas de ciudadanos sobre abuso de autoridad del Mando Único y la falta de confianza de los pobladores).

“Mire Alcalde, a mí no me interesa lo que opinen los ciudadanos, y eso de andar de casa en casa y de puerta en puerta no me interesa…”, sintetizó Graco Ramírez.

La versión sobre esta reunión fue escrita por la reportera Yohali Reséndiz en su blog “Periodismo a toda prueba” (periodismoatodaprueba.blogspot.com), lo que da un parámetro fiel de hasta dónde ha escalado el enfrentamiento entre Graco y Cuauhtémoc.

Al Gobernador no le interesa lo que opinen los ciudadanos.
Ese es el Gobernador que tienen los morelenses. Pobres. Ahora nos explicamos porque Morelos ha caído en la ingobernabilidad.

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Escaso de luces, sí. Inculto, también. Torpe al hablar, de acuerdo.

Sin temor a equivocación, Cuauhtémoc Blanco difícilmente sabría quiénes son nuestros premios Nobel o leído más de tres libros en su vida. Eso es preocupante.

En los últimos tres años ya hemos sufrido las consecuencias de tener a ignorantes e incultos gobernando desde Los Pinos.

Sin embargo, no parece que Blanco llegue a la alcaldía para volverse rico. Ya lo es. El fútbol lo hizo millonario. Da la impresión de querer hacer un buen gobierno, de buena voluntad, a pesar de sus limitaciones político-culturales.

Desde el poder político morelense, algo ha quedado muy claro: a raíz de su triunfo en Cuernavaca, la cosas se le han puesto imposibles al Cuau. Obstáculos por todas partes. Intentaron boicotearlo. Lo quisieron descarrilar. Pretendieron nulificarlo. (A mayor detalle ver columna “¡Te quieren chingar, Cuau…! / SinEmbargo/ Martín Moreno/ 17-Junio 2015).

Y en algo tiene toda la razón el Alcalde Blanco: que se explique cómo han manejado los dineros desde el gobierno estatal.

¿Dónde quedaron los 745 millones de pesos que, según el Alcalde, están etiquetados para la obra pública por parte del Congreso y que no han sido entregados?

¿En qué se han invertido 2 mil 800 millones de pesos que el Congreso estatal aprobó para el mejoramiento de la infraestructura local, incluida Cuernavaca?

Y que el Gobernador regrese a la Alcaldía el Auditorio Teopanzolco, el Estadio Centenario y la Plaza Emiliano Zapata que, por derecho, le corresponde manejar directamente al gobierno electo de Cuernavaca.

Graco Ramírez debe responder por estas interrogantes, no ignorarlas ni soslayarlas. Son recursos públicos y el presidente municipal Cuauhtémoc Blanco tiene derecho a reclamarlos. Todo el derecho.

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El clímax de la batalla morelense llegó con una acusación gravísima: el Gobernador señaló a colaboradores de Cuauhtémoc Blanco de estar coludidos con el crimen organizado. Si Graco tiene pruebas, que las presente. Y si es suposición, que lo exhiban.

“Nada más ´aguas´, señor Gobernador, con las declaraciones que está haciendo porque son muy fuertes”, respondió Blanco.
El agarrón entre el Gobernador y el Alcalde ha llegado a puntos irreconciliables.

Graco y el Cuau haciéndose pedazos, y en medio, el cadáver aún caliente de la Alcaldesa Gisela Mota.

Pobre Morelos.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: MARTÍN MORENO.
LINK: http://www.sinembargo.mx/opinion/06-01-2016/43682

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