martes, 8 de diciembre de 2015

Insultos, revisiones de hasta 4 horas: CNDH documenta que el INM rechaza extranjeros ilegalmente

La CNDH emitió una recomendación al Instituto Nacional de Migración (INM) por violaciones a derechos humanos en contra de 21 personas en el Aeropuerto capitalino. La organización civil Sin Fronteras documentó el caso de una ciudadana francesa que no pudo acceder al país porque un agente del INM le acusaba de querer trabajar ilegalmente "vendiendo pulseritas".

Tú no entras en México, te vamos a regresar a tu país”.

Julia es una ciudadana francesa. Entiende y habla con fluidez el español, pero aquel día no comprendía nada de lo que estaba sucediendo. Ni tampoco sospechaba que su viaje de más de 12 horas era sólo el preámbulo de una escena dantesca en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), donde agentes migratorios la detuvieron e incomunicaron, para finalmente expulsarla alegando una supuesta irregularidad en las intenciones de venir al país.

“Creo que todo fue porque visto como hippie. El agente del Instituto Nacional de Migración (INM) me dijo que no podía entrar a México porque seguro me iba a quedar de ilegal vendiendo pulseritas en la playa”, explica Julia en la entrevista que tuvo con personal de la organización civil Sin Fronteras, a la que tuvo acceso Animal Político.

Durante la plática, la francesa narra que de nada sirvió decirle al agente que a tan sólo unos metros de donde se encontraban, al otro lado de la puerta de ‘Llegadas Internacionales’, su novio de nacionalidad mexicana la esperaba para pasar unos días de turismo en el DF. Como tampoco sirvió mostrarle el boleto de salida con destino a Estados Unidos, donde planeaban agotar sus vacaciones.

“Le mostraba el boleto de salida, pero él sólo me decía: ‘¿Y qué? Eso no prueba nada’. Rechazaba todo lo que enseñaba para demostrar que no me iba a quedar ilegalmente en el país. Incluso, le di el teléfono de mi novio para que le hablara y corroborara lo que yo decía, pero nunca lo llamó”, denuncia Julia.

Del primer filtro migratorio tras abandonar el avión, la turista cuenta que la llevaron a otro cuarto, donde otros elementos del INM la interrogaron con preguntas capciosas y le lanzaron la primera advertencia –“ahora vas a saber lo que le pasa a un mexicano en Francia, porque te vamos a regresar a tu país”-. Minutos más tarde, y sin acceso a un abogado ni a una llamada telefónica, es trasladada al “cuarto de no regreso”, donde permaneció 20 horas con otros extranjeros.

“Ahí el trato fue de delincuente. Me quitaron las agujetas de los tenis, no podía tener una pluma para escribir, me obligaron a quitarme la bufanda. Y lo peor: estaba totalmente incomunicada, no pude hablar a mi embajada, ni a mi novio”, expone Julia, quien además denuncia que los agentes la trataron de intimidar para que firmara unos documentos en los que admitía que trabajaba ilegalmente en México.

“Llegó un agente con unas declaraciones para firmar, pero no nos dejaban leer el documento. Cuando les dije que no podía firmar algo que no había leído, se molestó y me contestó: ‘Ah bueno, pues entonces nunca vas a poder regresar a México’”.

Finalmente, 18 horas después de llegar con la ilusión de pasar unos días con su pareja, a Julia le informan que va a ser devuelta a Francia. Y dos horas más tarde, ya estaba en otro avión de regreso; confusa, humillada, y con la pregunta “¿qué fue lo que hice mal”? atormentándole la cabeza.

Incomunicación, entrevistas sin traductores, agresiones verbales…

Diana Martínez, coordinadora de Atención y Servicios de Sin Fronteras, subraya en entrevista con Animal Político que el caso que documentaron de Julia “es uno entre muchos”, y advierte que desde hace aproximadamente cuatro años las pesquisas en el aeropuerto de la Ciudad de México en contra de personas extranjeras han aumentado de manera preocupante.

Así lo documenta también la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH); organismo que ayer lunes 7 de diciembre dirigió la recomendación 42/2015 al Instituto Nacional de Migración tras acreditar que 17 de sus funcionarios en el aeropuerto capitalino cometieron violaciones de derechos humanos en contra de 20 extranjeros y un mexicano, quienes arribaron al país por las Terminales 1 y 2, entre el 6 de julio de 2014 y el 17 de junio de 2015.

“Incomunicación total, entrevistas en los filtros de revisión migratoria y en oficinas sin la presencia de un traductor habilitado y por personal sin atribuciones legales para llevar a cabo esa tarea, agresiones verbales por personal migratorio, y segundas revisiones por hasta más de cuatro horas”, son algunos de los señalamientos expuestos en las quejas documentadas por la CNDH.

La Comisión también acreditó casos en los que se rechazó del territorio nacional a distintas víctimas “por determinación de funcionarios del INM que carecían de atribuciones legales para ello”; y otros en los que se retuvo a extranjeros “por más de 24 horas”, debido a la existencia de “supuestos requerimientos de autoridades judiciales, cuya existencia no fue acreditada”.

Tal es el ejemplo del ‘Caso V1’ –página 24 de la recomendación-, en el que una mujer de 54 años de nacionalidad colombiana que arribó a la Terminal 1 del AICM procedente de Bogotá fue entrevistada y retenida por personal del INM, quien le negó la entrada por la supuesta existencia de una alerta migratoria relativa a un proceso judicial en su contra.

“A su arribo a Colombia, la víctima fue informada por las autoridades migratorias de ese país que no existía ningún requerimiento judicial en su contra y que habían detectado que sus homólogos mexicanos se encontraban rechazando a un promedio de 10 personas colombianas por semana con argumentos similares”, expone la CNDH.

Ante casos como este y como el de Julia, la Comisión hace nueve recomendaciones al INM, entre las que se encuentran que revise la calidad del servidor público migratorio en el aeropuerto del DF para la aplicación de sanciones, que repare los daños a las víctimas, y que establezca un mecanismo para garantizar que en las estancias provisionales los extranjeros tienen comida, agua, colchonetas, cobijas, intérpretes o traductores para diligencias, llamadas telefónicas, así como la posibilidad de recibir visitas.


Además, también exige al INM que durante la retención del extranjero éste tenga acceso a un directorio telefónico del personal general y de guardia de los consulados extranjeros en México.



FUENTE: ANIMAL POLÍTICO.
AUTOR: MANU URESTE.
LINK: http://www.animalpolitico.com/2015/12/denuncian-que-agentes-de-migracion-en-el-aicm-regresaron-a-extranjera-porque-venia-a-vender-pulseritas/

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