viernes, 4 de diciembre de 2015

Exigen al GDF investigación por agresiones en marcha del 1DMX

MÉXICO, DF: El pasado 1 de diciembre, por quinta vez en un año, integrantes del grupo defensor de derechos humanos Brigada de Paz Marabunta sufrieron agresiones físicas y verbales por parte de los granaderos que reprimieron la marcha de conmemoración del #1DMX en la explanada del Monumento a la Revolución.

Por este motivo, 61 organizaciones defensoras de derechos humanos exigieron hoy al Gobierno del Distrito Federal abrir una investigación de oficio sobre lo ocurrido y pidieron que durante el transcurso de ésta sea suspendido de sus funciones Álvaro Sánchez Valdés, director de la policía del Distrito Federal, mejor conocido por su indicativo policiaco “Neptuno”.

De acuerdo con integrantes de la Brigada de Paz Marabunta, el jefe “Neptuno” tiene “un lío casado, un pleito que él mismo se construyó” con la agrupación de derechos humanos. Ésta, dijeron, se traduce en su actitud “ríspida”, su rechazo al diálogo y las agresiones que perpetran los granaderos contra sus miembros durante las manifestaciones.

Sánchez heredó la dirección de la policía capitalina en junio de 2014, tras el despido de su antecesor, Armando Palacios –de indicativo “Aquiles”—, dos semanas después de los enfrentamientos entre granaderos y pobladores del pueblo de San Bartolo Ameyalco, en la delegación Álvaro Obregón.

El pasado 1 de diciembre, en las inmediaciones del Monumento a la Revolución, granaderos “encapsularon” a los ocho integrantes de la Brigada de Paz Marabunta, los agredieron y detuvieron a Frida Cruz Flores bajo la falsa acusación de que traía gasolina en su mochila.

“Quiten a esta pendeja de aquí”, escucharon los demás integrantes del grupo mientras la joven era capturada.

Carla Ríos Nava, una de las integrantes del grupo, se percató de la situación, pero cuando dirigía hacia su compañera un policía le bloqueó el camino, chocó con ella y le dijo que lo había golpeado. De inmediato, otros dos policías la detuvieron por el supuesto delito de “ultraje a la autoridad”. A ambas las llevaron en patrullas distintas.

“¿Quién me detuvo?, ¿por qué?, ¿a dónde me llevaban? Lo pregunté muchas veces, pero nadie me contestó”, recordó Ríos Nava.

Las dos patrullas se reunieron y, tras 15 minutos de incertidumbre, las dos mujeres fueron subidas a otro vehículo donde las regresaron al Monumento a la Revolución. Los uniformados las liberaron sin dar ninguna explicación.

La Brigada de Paz

Hace tres años, los miembros de la Brigada de Paz Marabunta aparecieron en las manifestaciones de la Ciudad de México, con el propósito de monitorear y documentar las marchas “con apego al derecho humanitario internacional”, pero también para interponer su cuerpo durante los enfrentamientos.

En las calles son reconocidos por la playera y casco rojos que visten, su mochila negra donde llevan material para primeros auxilios y el palo que sostiene una bandera roja marcada con una cruz blanca.

Entre su labor se cuenta la grabación de desarrollo de las marchas con pequeñas cámaras, así como la asistencia médica que dan a las personas que son golpeadas durante las manifestaciones. Cuando surgen enfrentamientos suelen correr hacia los “focos de violencia”, filman los hechos, forman vallas humanas para proteger a los manifestantes y entablar el diálogo con las autoridades.

“Actúan de manera pacífica y visible, todos saben que no hacen nada ilegal”, subrayó hoy Gabriel Soto, integrante de la organización Artículo 19, al lamentar que las agresiones contra defensores de derechos humanos y periodistas durante las manifestaciones recrudecieron con el gobierno de Miguel Ángel Mancera.

La Brigada de Paz Marabunta participa, junto con otras organizaciones, en las mesas de diálogo con el GDF para reformar el “protocolo de control de multitudes” de la policía durante las manifestaciones.

La mañana del pasado 1 de diciembre, el grupo de defensores de derechos humanos monitoreó una manifestación previa que salió de San Lázaro y derivó en actos de violencia. Antes de la marcha, Carla Ríos Nava intentó mediar con el “Jefe Neptuno”, pero al tender la mano al mando policiaco, éste se negó a estrecharla y le contestó: “No estoy obligado a saludarte”.

Miguel Barrera, director de la Brigada de Paz Marabunta, asegura en entrevista con Apro,que antes de cada manifestación el grupo recibe medidas cautelares de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), organismo que la gira a su vez a las instancias del gobierno, entre ellas la policía capitalina, ahora a cargo de Hiram Almeida.

“Pero se detienen en las oficinas. Abajo, en el campo, los mandos y los elementos no se enteran. Entonces se sienten con la libertad de usar la violencia”, lamenta.

De hecho, el pasado 2 de diciembre la CDHDF emitió un boletín en el que reprobó la detención de las dos integrantes de la Brigada de Paz Marabunta, quienes fueron “sujetas, golpeadas, insultadas y remitidas a distintas patrullas”, según el documento. Incluso, anunció la apertura de una investigación de oficio.

Por su parte, la oficina de Derechos Humanos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) informó a las organizaciones civiles que se abrió una investigación interna sobre las detenciones del 1 de diciembre.

Piden cambios

“No somos enemigos de los policías”, reitera Miguel Barrera, al precisar: “Nosotros no tenemos sueldo, cada quien pone de su dinero en la labor humanitaria y no hacemos la distinción entre capuchas o cascos, entre vestidos y uniformes. Sólo vemos personas”.

El líder de la organización recuerda que el grupo instaló unas tiendas de campaña en el llamado “Plantón de la Dignidad” que montaron los padres de los 43 normalistas desaparecidos la semana pasada en el Paseo de la Reforma, a unos pasos de la residencia oficial de Los Pinos.

“Por las noches teníamos un vínculo afectivo con los granaderos que estaban ahí. Una compañera les llevaba comida y se generó tal grado de confianza que un día, uno de ellos pidió a una compañera si le pudiera inyectar. Lo pasamos en el campamiento para atenderlo pero vino el mando y le dijo ‘¡Salte de ahí, cabrón!’”, narra.

También explica que la jefatura del gobierno capitalino le pidió participar en la campaña de “Redignificación de la Policía”, pues la imagen de la institución se encuentra “por el piso”.

Barrera explica: “Yo sí lo hago, pero primero tienen que generarse cambios en la policía antes que nosotros podamos decir a la gente ‘confía en la policía’. Que no sea solamente una salida mediática. El problema es que hay una estructura mafiosa y complicada al interior de la institución”.


Aclara, “de manera preventiva”, que la Brigada de Paz Marabunta no tiene ningún vínculo con organizaciones delincuenciales, para “que no se nos quiera construir una cosa así”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: MATHIEU TOURLIERE.
LINK: http://www.proceso.com.mx/?p=422561

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