lunes, 23 de noviembre de 2015

Obispo Vera denuncia intentos de extorsión, y complicidad gobiernos-criminales

Ciudad de México, 22 de noviembre: Luego de que el Centro Católico Multimedial diera a conocer que en lo que va de la administración del Presidente Enrique Peña han sido asesinados 11 sacerdotes en México, el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López señaló que mucho se debe a que los curas son líderes sociales que representan un obstáculo para los grupos de la delincuencia organizada.


El pasado 18 de noviembre apareció sin vida Erasto Pliego de Jesús, párroco de Santa María de la Natividad en Cuyoaco, Puebla, quien fue secuestrado desde el fin de semana pasado. El cuerpo parcialmente quemado del padre, tenía heridas en la cabeza y marcas de quemaduras en varias partes de su cuerpo, según informó la oficina Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), que encabeza Víctor Antonio Carrancá Bourget.
“La violencia no ha terminado, es una mancha que todavía abarca más sectores de población. Los sacerdotes somos parte del pueblo y además somos autoridades. Como en el ambiente del crimen organizado existen disputas por el territorio, por supuesto que los líderes sociales somos un obstáculo para sus planes. Sobre todo que dentro de ese ambiente no hay ley que valga”, aseguró Vera López.

A pregunta expresa sobre si existen intimidaciones del crimen a los sacerdotes encargados de los templos en las comunidades serranas de Coahuila, el Obispo confirmó que han sido algunas llamadas que no han llegado a las intimidaciones, e incluso que él recibió una hace tiempo, a la que ignoró.

“De ese tipo de llamadas sí han tenido los padres, no es que sean intimidatorias, sino que sabemos que muchas de esas llamadas provienen de los penales”.

Raúl Vera aseguró también que la delincuencia organizada nunca se fue de Coahuila y recalcó que los criminales tienen un amplio poder para actuar por la impunidad que los protege.

Al finalizar una misa oficiada en el templo Santa Teresita del Niño Jesús, en el fraccionamiento Teresitas, el jerarca católico refirió que:
“Todo el Estado Mexicano está coludido. Ni Coahuila, ni Tamaulipas son la excepción (…) que tengan tratos por debajo de la mesa entre ellos y los gobernantes no ha disminuido la violencia en México.

“No es una lucha en la que está de por medio el restablecimiento de la justicia y la paz, sino que es una simulación, porque lo más evidente para nosotros es que entre el Estado y el crimen organizado hay una convivencia demasiado clara”.

LA VIOLENCIA CONTRA EL CLERO EN MÉXICO

Con la muerte del padre Erasto Pliego de Jesus, suman ya 11 sacerdotes que han sido asesinados en el país durante los últimos dos años, además de que otros dos permanecen desaparecidos desde el 2013, de acuerdo con datos del Centro Católico Multimedial (CCM).
“Un sacerdote más asesinado en México. 11 en lo que va del Sexenio”, así título su comunicado de prensa el propio Centro Católico, que brinda información “a partir de una fuerte y eficaz plataforma periodística, para llevar el mensaje de Jesucristo a todo el pueblo de México”.

El mismo CCM realiza año con año un reporte titulado “El riesgo de ser Sacerdote en México”, que en el 2014 reportó que durante los últimos 24 años, han sido perpetrados 47 atentados contra miembros de la Iglesia Católica, de los cuales 45 son crímenes arteros, y 2 corresponden a sacerdotes que siguen en calidad de desaparecidos. Esta cifra sin actualizar al 2015.

“El sacerdote [Erasto Pliego de Jesús] última víctima de una serie de asesinatos del clero en el país mayoritariamente católico que ha sido devastada por la violencia relacionada con las drogas”, dice una nota del diario británico The Telegraph.
“Los sacerdotes han sido blanco de grupos criminales en otras partes del país, lo que llevó a la Iglesia Católica Romana para instar a las autoridades mexicanas en diciembre pasado a tomar medidas para protegerlos”, dice por su parte la agencia AFP.

“El motivo de los asesinatos está clara, pero se cree que algunos sacerdotes han sido atacados por oponerse a los cárteles de la droga y las bandas criminales”, dice el medio británico Catholic Herald.

El año pasado, otro sacerdote, el padre Gregorio López Gorostieta, de 39 años de edad, fue encontrado muerto a tiros el día de Navidad, también en una carretera, cuatro días después de haber sido secuestrado afuera de un seminario en Ciudad Altamirano, donde enseñó.


Fue el tercer de los sacerdotes que habían sido asesinados durante 2014 en el estado de Guerrero, mientras que en noviembre anterior había sido encontrado en una fosa común el cuerpo de un cura ugandés, llamado John Ssenyondo.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/22-11-2015/1559462

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