miércoles, 30 de septiembre de 2015

Ley de víctimas es “letra muerta” en Morelos

CUERNAVACA, Mor: La ley de víctimas es “letra muerta” en la entidad, toda vez que a más de dos años de su aprobación –y a casi seis meses de instalada la comisión ejecutiva– hasta el momento no ha dado resultados, ni siquiera ha podido ejercer los recursos que le fueron asignados para reparar el daño de las miles de víctimas en el estado.

En entrevista, la comisionada Norma Delgado confirma que aún no tienen oficinas, y tampoco se ha creado el fideicomiso que permita operar, de acuerdo con la ley, los recursos para atender a las víctimas y, en su caso, realizar la reparación del daño.

Pero lo que es más grave es que la ley fue aprobada de manera ambigua y hasta el momento la comisión ha estado subordinada a una figura que, aunque existe en la ley, no tiene claras sus facultades.

Se trata de la coordinación ejecutiva, cargo que ocupa una funcionaria pública que depende directamente de la Secretaría de Gobierno de la administración de Graco Ramírez, lo que representa un contrasentido, pues parece que el Ejecutivo tiene subyugada a la comisión.

La Ley de Atención y Reparación de Víctimas y Violaciones a los Derechos Humanos nació a propósito del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que encabezó en 2011 el poeta Javier Sicilia.

La iniciativa fue aprobada el 12 de julio de 2013 por mayoría en el Congreso local y prevé la conformación de una Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, misma que elegirían los diputados a partir de una terna propuesta por el Ejecutivo por cada uno de los espacios de esa instancia.

En el proceso de integración de las ternas participó el gobierno del estado, pero por ley debió tomar en cuenta las propuestas hechas por el ombudsman estatal y la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), además de las organizaciones de la sociedad civil.

De tal suerte que surgieron nueve propuestas de las instituciones y seis de las organizaciones.

Por fin, el 8 de octubre pasado el Congreso aprobó por unanimidad la designación de Juan Carlos Morales Figueroa, Angélica Rodríguez Monroy, Concepción de la Rosa Bernal, Norma Delgado Díaz y Eva Penélope Picazo Hernández como integrantes de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas.

Pese a ello, la comisión fue instalada, con la inconformidad de la propia UAEM y del Movimiento por la Paz, hasta el 30 de marzo anterior.

Esto trajo como consecuencia que los recursos destinados ya desde el año pasado a reparación del daño, como establece la ley, no fueran ejercidos y se perdieran, pues fue hasta hace seis meses que fue instalada la Comisión de Víctimas.

Así, sumaron 30 millones de pesos los que dejaron de ejercerse, mientras que Morelos se convirtió a lo largo de 2014 en uno de los estados más violentos del país.

Para este 2015, el Congreso local destinó 27 millones de pesos, tres menos que el año anterior, para el mismo propósito, sin embargo, al llegar al décimo mes del año y a pesar de que hace seis meses se instaló la comisión, estos recursos todavía no pueden ejercerse, debido a que no se ha creado el fideicomiso para operarlos, tal como lo establece la ley.

Mientras tanto, el número de víctimas del delito se incrementa sin que exista una estrategia que pueda detener que Morelos sea el cuarto lugar nacional en número de homicidios en agosto, según las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP); en tanto que en secuestro y extorsión la entidad no ha podido dejar los primeros cinco sitios.

Norma Delgado advierte: “No queremos ser una comisión de papel, queremos hacer algo por las víctimas, porque al final para eso nos propusimos. Nosotras (son cuatro consejeras y un consejero) participamos en un proceso de selección en el Congreso, no puede ser que ahora el gobierno nos ponga a una coordinadora” que, al final es una funcionaria pública, en este caso, Nadxelli Carranco Lechuga, coordinadora ejecutiva de la comisión y quien además es directora general de Armonización Legislativa de la Secretaría de Gobierno.

“No sirve para nada”: Sicilia

El fundador del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Javier Sicilia Zardaín, aseguró en entrevista que, en el marco normativo actual, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas “no sirve para nada”, pues está subordinada a los intereses del gobierno de Graco Ramírez, quien está visto que no tiene interés por las víctimas, pues la estrategia para el combate al crimen sólo está basada en lo policiaco.

El poeta sostuvo que por eso la ley de víctimas es “letra muerta”, debido a que hay una tutela de parte del gobierno del estado, misma que se ha convertido en una subordinación de las funciones de la comisión al Ejecutivo, pervirtiendo así el espíritu de la ley, pues es un contrasentido.

“Quien forma parte de la fábrica de víctimas, que es el Estado, formando parte, o más bien, encabezando o coordinando, subordinando al final de cuentas a la comisión a los intereses del Estado, o en este caso, del gobierno del estado”, sostuvo.

Luego señaló que hace seis meses el Movimiento, la UAEM y la propia CDHM se levantaron de la mesa y salieron de la instalación de la comisión realizada por Graco Ramírez en la residencia oficial del Ejecutivo, “porque lo que nosotros queríamos entonces, y sostenemos ahora, es que la Comisión Ejecutiva de Atención y Reparación de Víctimas debe ser un organismo constitucionalmente autónomo, lo que le daría la posibilidad de, entonces sí, responder en la medida de sus posibilidades a la crisis humanitaria que vivimos”, dijo.

Roberto Villanueva Guzmán, director de Atención a Víctimas de la UAEM, dijo que es lamentable que la Comisión Ejecutiva de Morelos esté atendiendo a las personas que acuden en busca de auxilio en la sala de espera de la oficina de la Coordinación Ejecutiva, dado que las comisionadas ni siquiera tienen oficina.

También resaltó que el problema de que no cuenten con instalaciones va más allá de la comodidad de las comisionadas. El asunto es que ni siquiera pueden dar atención digna a las víctimas, que no es posible dar asesoría jurídica y menos aún acompañamiento psicosocial, tan necesario en los procesos de dolor y victimización.

Por ello, exigió al Ejecutivo estatal, así como al Congreso local, llevar a cabo las acciones necesarias para que, a la brevedad, la Comisión adquiera el estatus de autonomía suficiente para lograr que pueda cumplir con las funciones que la legislación le otorga y que la realidad demanda.

Compromiso sin atender

El 30 de marzo, cuando se instaló la comisión, el gobernador Graco Ramírez debió escuchar los reclamos de Javier Sicilia, quien se apersonó en la residencia oficial Casa Morelos y, en uso del micrófono, demandó que se detuviera la instalación para que previamente se presentara la iniciativa de ley al Congreso, como iniciativa preferente, y con ello dar a la instancia la autonomía necesaria para llevar a cabo sus funciones sin tutelas.

Ante la negativa del gobernador, las comisionadas, el comisionado y las representaciones de los demás poderes, el poeta se levantó de la mesa, pues advirtió que no se quedaría a legitimar un acto que de suyo carecía de ella.

Sicilia advirtió entonces lo que ahora se confirma, que el instalar la comisión en estas condiciones sería solamente un organismo de papel que no resolvería ni paliaría en nada la situación de las víctimas.

Después de que Sicilia se retiró de la mesa, el gobernador Graco Ramírez se comprometió a presentar las iniciativas necesarias al Congreso para garantizar la autonomía constitucional a la comisión.

Sin embargo, han pasado seis meses y el mandatario no sólo no hizo nada, ya que al mismo tiempo demuestra su desprecio por las víctimas al obligar a las comisionadas a despachar en la sala de espera o en el pasillo de una oficina de la Secretaría de Gobierno.


Con tristeza, la comisionada Norma Delgado admite: “Bueno, ahí despachamos como podemos. El problema es que a veces, cuando ese lugar se utiliza para capacitación o alguna reunión de la dependencia, tenemos que salirnos para que puedan entrar ellos”.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: CORRESPONSALÍA.

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