miércoles, 30 de septiembre de 2015

Abarca estuvo al tanto de la agresión a los normalistas

Hace un año dijo que estaba dormido y no supo nada.

El ex alcalde de Iguala José Luis Abarca mintió siempre; las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) revelan que estuvo al tanto de lo que ocurría con los estudiantes de Ayotzinapa, policías y miembros de Guerreros unidos desde las 22 horas del 26 de septiembre de 2014, pero en distintas entrevistas periodísticas realizadas al día siguiente declaró que nunca se enteró de nada, que esa noche había estado comiendo tacos y luego se fue a dormir.

Según declaraciones de un policía y un integrante de protección civil que se encuentran detenidos, el ex edil supo a través de diversas llamadas telefónicas con el ex secretario de seguridad pública Felipe Flores Velázquez y el director operativo de esa corporación, Francisco Salgado Valladares, lo que sucedía en diversas zonas de la ciudad.

Salgado Valladares es identificado como el encargado de controlar al grupo de reacción de la policía municipal, y al mismo tiempo era uno de los enlaces con Guerreros unidos. Incluso, de acuerdo con la averiguación previa, él fue quien encabezó la entrega de los normalistas a los Guerreros unidos ‘‘para que los asesinaran e incineraran’’.

En el primer tomo de la indagatoria se menciona que desde las 22 horas del 26 de septiembre de 2014, Abarca solicitó que se le mantuviera al tanto de lo que ocurría. Casi a la misma hora, Cesar Nava González, jefe de la policía de Cocula, ordenó que se realizara el traslado de algunos estudiantes a la comandancia de la secretaría de seguridad pública de Iguala.


Las patrullas de Cocula llevaban a 10 de los normalistas, mientras que en dos vehículos bajo el mando de Salgado Valladares se transportaba aproximadamente a 30 estudiantes más.

En una declaración que se acredita a una persona cuyo nombre esté testado –por tratarse de una versión pública de la averiguación–, pero al que se identifica como director de Gobierno de Guerrero, se señala que desde antes de las 22 horas y a petición del entonces gobernador Ángel Aguirre buscó al edil para preguntarle si tenía algún reporte de lo que pasaba, pues ya se tenía conocimiento de que habían ocurrido tiroteos y se hablaba de muertos y heridos. ‘‘De Abarca no obtuve respuesta desde las 22:15 hasta las 0:06 a través de un mensaje, y hasta las 0:14 recibió mi primera llamada. Cuando le pregunté qué estaba ocurriendo en Iguala, me dijo que estaba en su domicilio dormido y preguntaría.

‘‘A las 0:35 volví a llamarle y me relató de modo muy puntual lo del informe de labores de su esposa como presidenta del DIF; (me dijo) que se quedó al baile, que estuvo en la verbena y después le pregunté que cuál era el reporte que tenía de su secretaría de seguridad pública, ya que se había dicho que hubo lesionados y muertos en el centro de Iguala.

‘‘Se concretó a decirme que como estaba muy cansado se fue a dormir a su casa, que no tenía ningún reporte de violencia y que los pequeños disturbios que se habían dado en el centro de Iguala no reportaban lo que yo decía.’’

En la declaración, la persona identificada como director de Gobierno relata que al día siguiente viajó a Iguala y durante la mañana y la tarde Abarca le canceló varios encuentros, asegurando que tenía muchas citas.


A pesar de que ya le había preguntado sobre el ataque a los integrantes del equipo de futbol Avispones, el alcalde Abarca seguía negando que hubieran ocurrido hechos de violencia en ese ayuntamiento.

FUENTE: LA JORNADA.
AUTOR: Gustavo Castillo, Alonso Urrutia y Jesús Aranda

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