sábado, 8 de agosto de 2015

10 CLAVES | El asesinato de Rubén y Nadia, un reto para la PGJDF que inicia con inconsistencias

La noticia de un asesinato múltiple –un homicidio, cuatro femenicidios, severas golpizas y agresión sexual contra una de las víctimas mujeres– en el departamento 401 del edificio de Luz Saviñón 1909 de la colonia Narvarte en el Distrito Federal tuvo gran impactó entre los medios de comunicación y los capitalinos el sábado pasado. Las muertes abonaban al contexto de violencia que se vive en la Ciudad de México y que el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa lo ha negado en reiteradas ocasiones.

Más tarde otra noticia se propagó: la desaparición de Rubén Espinosa Becerril, el fotoperiodista que desde hace un mes vivía la capital del país, en un autoexilio de Veracruz, obligado por las amenazas de las que fue víctima.

En una entrevista con SinEmbargo, Rubén Espinosa platicó sobre el estado que guardan la prensa y de la libertad de expresión en Veracruz; el modus operandi del gobierno de Javier Duarte de Ochoa para mantener sometidos a los medios de comunicación y la vida que deben llevar los reporteros y fotógrafos que no quieren recibir dinero a cambio de su silencio.

Nadie imaginó que hubiera una relación en ambos casos hasta que ese mismo sábado 1 de agosto, la organización Artículo 19 informó que un familiar de Rubén les confirmó que el fotógrafo, corresponsal de Cuartoscuro y de la revista Proceso, era una de las personas que encontraron muertas en la colonia Narvarte. La noticia causó indignación en el gremio periodístico y de inmediato se convocó a una marcha.

Alrededor de las 16:00 horas del domingo en la Ciudad de México dio inició una concentración en protesta por el asesinato del fotoperiodista. Cientos de ciudadanos, activistas y periodistas marcharon por las principales avenidas y se manifestaron frente a la representación del gobierno de Veracruz, a cuyo Gobernador se señala directamente por el asesinato de Rubén Espinosa y la antropóloga y activista Nadia Vera Pérez.

Incluso, ésta última responsabilizó a Javier Duarte de Ochoa sobre cualquier atentado a su integridad o la de sus compañeros. En una entrevista que concedió para RompevientoTV, para un documental sobre desapariciones en aquella entidad dijo: “Responsabilizamos totalmente a Javier Duarte de Ochoa, Gobernador del Estado, y a todo su gabinete, sobre cualquier cosa que nos pueda suceder a los que estamos involucrados y organizados en todo este tipo de movimientos, tanto estudiantes, académicos, sociedad civil en general”.

Tanto Rubén como Vera se destacaron en Veracruz por sus denuncias públicas sobre la violencia y la impunidad desatada durante el gobierno de Duarte.

Pese a estos señalamientos,  el titular de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), Rodolfo Ríos Garza, informó que una de las hipótesis era el robo, ya que se encontró que el departamento donde ocurrió el multihomicidio había sido saqueado.

También dijo que los cinco cuerpos mostraban huellas de tortura y el tiro de gracia. Añadió que las víctimas femeninas tenían 18, 29, 32 y 40 años de edad, originarias de Baja California, Chiapas, Estado de México y de Colombia.

Tras las protestas en contra de Javier Duarte señalándolo como el responsable de la muerte de al menos dos de las víctimas, el Gobernador reaccionó. Primero lo hizo en un escueto comunicado de dos párrafos donde lamentó el asesinato de Rubén, después en su cuenta de Twitter lanzó dos mensajes en los que aseguró que colaboraría en la investigación.

La presión de organizaciones internacionales, de la sociedad y de algunos medios de comunicación, obligaron a la PGJDF a seguir informando en el transcurso de la semana de los avances en la investigación del multihomicidio.

El lunes 3 de agosto, la dependencia localizó un vehículo vinculado a los asesinatos. En un comunicado informó que el auto era un Ford Mustang, color Rojo, modelo 2006, placas 486VRN que fue abandonado en calles de la delegación Coyoacán.

También dijo que la cámara de videovigilancia localizada en el edificio donde sucedió el multihomicidio estaba averiada y que por lo tanto no registró actividad alguna. Pero de acuerdo a un recorrido que SinEmbargo hizo en la cuadra donde se ubica el departamento, constató la existencia de al menos otros ocho equipos de videovigilancia, algunas de negocios privados y otras más del Gobierno del Distrito Federal.

La Procuraduría capitalina tampoco pudo hacer oídos sordos ante las acusaciones contra Javier Duarte. En otra conferencia, Rodolfo Ríos sostuvo que no se descarta ninguna línea de investigación en el homicidio del fotoperiodista Rubén Espinosa y de otras cuatro mujeres y dijo que de ser necesario se citaría a declarar al Gobernador.

Por el multihomicidio, hay –hasta el momento– una persona presentada ante el Ministerio Público. Ríos Garza precisó que los asesinatos pudieron ocurrir entre las 12:00 y 15:00 horas del 31 de julio.

Hasta ahora, los pocos detalles que ha informado la PGJDF sobre el asesinato múltiple de la Narvarte no dejan contentos a las organizaciones, sociedad y parte del gremio periodístico, que se lo ha hecho saber al Procurador capitalino en cada conferencia cuando le pregunta sobre las inconsistencias en la investigación.

Por ejemplo, un amigo de Rubén, entrevistado por SinEmbargo, reveló que minutos antes de las dos de la tarde del pasado viernes, el fotoperiodista de 31 años, inició una conversación de WhatsApp con él y que se prolongó hasta las 14:13 horas de ese día.


Si se prueba que los asesinos que busca la PGJDF son, efectivamente, los que registró la cámara de seguridad saliendo del edificio a las 15:02, la conversación por celular indica que el crimen ocurrió en no más de 49 minutos. En ese lapso debió registrarse también “el saqueo” que dice haber encontrado la PGJDF.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: REDACCIÓN.
LINK: http://www.sinembargo.mx/08-08-2015/1442398.

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