martes, 14 de julio de 2015

Nadie se baña de noche, ni hay puntos ciegos en El Altiplano: Flavio Sosa, ex preso político

El ex dirigente de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), Flavio Sosa Villavicencio, dio a SinEmbargo detalles de qué es ser un recluso del Centro Federal de Readaptación Social Número 1, El Altiplano.

Preso político durante un año y medio allí –recibió una invitación a Gobernación y lo detuvieron por sedición, robo, secuestro, lesiones y despojo agravado–, el político y activista oaxaqueño no coincidió con la descripción hecha ayer por Miguel Ángel Osorio Chong.

Sosa estuvo encarcelado de diciembre de 2006 a abril del 2008 en el mismo centro penitenciario del que, el sábado, se fugó el capo del narcotráfico Joaquín Guzmán Loera, alías “El Chapo”, supuestamente recorriendo un túnel de más de un kilómetro y medio de extensión que iniciaba en un pequeño hueco de su regadera en la celda y que finalizaba en una casa abandonada.
“En este centro penitenciario no existe intimidad”, explicó Sosa. La versión del Secretario de Gobernación indicaba ayer que “existían dos puntos ciegos” en la regadera y retretes, por “cuestiones humanitarias”. Esos “puntos ciegos”, dijo Osorio, fueron utilizados por “El Chapo” para escapar y ganar tiempo.

Para empezar, dijo, es difícil creer que “El Chapo” se bañara un sábado por la noche, que es cuando supuestamente se detuvo frente a la regadera y luego desapareció. Los baños, aclaró, sólo se permiten a las 6 de la mañana.

El activista social y ex Diputado local en Oaxaca dijo en entrevista que “es imposible fugarse de una cárcel de máxima seguridad como El Altiplano sin complicidad”. Las celdas son una cápsula dentro de otra cápsula, explicó. Todo el sistema de vigilancia debió de estar relajado para poder lograr algo como lo que logró “El Chapo”, expresó.

Para fugarse sin que nadie se percatara, el líder del Cártel de Sinaloa necesitó complicidad no sólo de los guardias del área de máxima seguridad, en donde se encontraba su celda, sino también de las tres corporaciones que hay ahí adentro: la Federal, la del Penal y una guardia especial.

Estas tres áreas, dijo, dependen de jefes distintos y suelen ser muy desconfiadas y vigilantes entre sí.

Sosa fue declarado inocente de las causas penales y posteriormente liberado en la administración de Felipe Calderón Hinojosa. “Los primeros 20 días los pasé en el Centro de Observación y Clasificación (COC), para luego ser traslado a Tratamientos Especiales, en la celda 13”, dijo Sosa en la entrevista. Esta área, agregó, es la de máxima seguridad del centro penitenciario, en la cual le asignaron un número como recluso: el 1801.


“El custodio y la guardia se dirigen a ti por tu número, no por tu nombre”, narró el ex dirigente de la APPO.

NO HAY PUNTOS CIEGOS, NI INTIMIDAD

De acuerdo con Osorio Chong, para proteger los derechos de los reos, la prisión tiene esos puntos ciegos. “El Chapo” los tuvo, dijo el Secretario de Gobernación.

Pero Sosa dijo que esa versión del área de máxima seguridad de El Altiplano es una muy distinta a la que se vive adentro. A menos de que se haya modificado.

Aseguró que este sitio cuenta con 20 celdas divididas en 2 pasillos, y que cada pasillo tiene 10 celdas con puertas de acero blindadas. “Como si fueran dos túneles, cada celda tiene una puerta electrónica que se cierra con un mecanismo especial que es manejado desde el centro de control”, narró Sosa.

En esas 20 celdas se encuentran los que el Gobierno federal considera los criminales más peligrosos del país, dijo Sosa, quien en su momento fue considerado uno de ellos. “Todas las celdas tenían cámaras de seguridad y luz, todo el tiempo, las 24 horas”.

Sosa Villavicencio indicó que estas 20 celdas se encuentran en la zona de máxima seguridad de El Altiplano, que de por sí es considerado de esta manera. “Es una zona de aislamiento total. Cada recluso pasa 23 horas en su celda y una hora en un patio, que en realidad es otro cuarto sin techo y en el que no hay contacto con otras personas”.

Los reclusos no conviven entre sí y no se miran el rostro entre ellos, dijo. “Las celdas de El Altiplano son como una tumba. Tienen una puerta metálica y sólo te puedes asomar hacia el exterior a través de una mirilla”, dijo Sosa.

Sin embargo, también aseguró que se encuentra prohibido tocar físicamente la puerta desde adentro de la celda.

“La celda es muy pequeña. Todo de concreto, el escritorio, la silla y un camastro que funge como cama. Todo se encuentra fijo”, narró el ex Legislador local.

Sosa indicó que el espacio es tan reducido, que entre la cama y la pared se forma un pequeño pasillo que permite al custodio entrar, sin tener nunca contacto físico con el preso, para revisiones rutinarias o dejarle la charola de comida.

“Luego tienes frente a tu cama un lavabo, un retrete, que no tiene taza. Allí defecas y orinas a ras de suelo. La regadera está a mano derecha”, contó Sosa.

“Cuando yo estaba allá, había cámaras hasta en la regadera. Cuando defecas, estás bajo la vigilancia de la cámara. Cuando duermes no puedes dormir con el rostro tapado”, aseguró. Sosa repitió, con énfasis, que la cámara y la luz están encendidas las 24 horas del día en El Altiplano.


“No hay puntos ciegos, sólo debajo de la cama de concreto, pero es un espacio muy reducido”, dijo Sosa.

El ex dirigente de la APPO le dijo a SinEmbargo que las revisiones en las celdas de El Altiplano son constantes, por lo menos 3 veces cada mes. “Cuando le llaman revisión general, llegan guardias atropelladamente, con perros, como estés, si estás desnudo, ni modo”, dijo Sosa.
“Puede ser a las 2 am, a la hora que sea, en firmes, pero en descanso, con las manos atrás. En este lugar siempre tienes que tener las manos hacia atrás cuando estás en el exterior”, narró el dirigente social oaxaqueño.

Sosa contó que cuando suceden las revisiones,  los custodios sacan a todos los presos a los pasillos. “Allí es nuestro único contacto, entre nosotros, sólo de reojo puedes ver a alguno o a algunos. No te permiten voltear, te pegan la cabeza contra la pared. Te desnudan y te hacen entregarles todos tus pertenecías”.

El activista aseguró que después de sacarlos de sus celdas, los custodios les ordenan a los reclusos hacer tres sentadillas, mientras permanecen sin ropa. Narró que les abren la boca, les revisan testículos y ano, todo a una velocidad rápida, para luego volver a vestirse.

Sosa bromeó que solía pensar que cuando saliera de El Altiplano se iba a volver stripper, por la rapidez en que se desvestía y coloca sus ropas de nueva cuenta. “Ya que estás vestido y perfectamente fajado, te ponen frente a tu celda y la revisan detenidamente. Revisan suelo y paredes golpeando con martillos, los perros olfateando todo. Milímetro a milímetro del interior”, todo con el fin de detectar compartimentos especiales.


Al interior de las celdas, los custodios leen las cartas de los reclusos, mismas que no pueden ser redactadas a máquina o por computadora. “Tienen que ser escritas a mano”, dijo, esto aunque las cartas sean hechas por niños que no sepan escribir, sólo dibujar. “Cuando tienes muchas cartas, los custodios te piden sacar las cartas”, aseguró además

No puedes tener siquiera una pluma, sólo el repuesto, que te venden ellos mismo. No tienes derecho a tener ningún objeto, enfatizó el ex preso político. “No conozco la realidad del día de hoy, pero antes era imposible comunicarse contigo”, dijo Sosa.

Es difícil creer que “El Chapo” se bañara un sábado por la noche, ya que los baños sólo se permiten a las 6 de la mañana. “Al cuarto para las 6 de la mañana un custodio te avisa que debes bañarte. Tienes 10 minutos, pero en realidad son 6 u 8 porque te apuran. Luego te dan un rastrillo y te afeitas”.

“Después, debes cambiarte en la celda y te arreglas; debes estar bien planchado y fajado o serás reprendido. Finalmente, te pones frente a la reja y pasan lista, aproximadamente entre las 7:00 y 7:15 de la mañana”, dijo el ex dirigente de la APPO.


“Si ese día tienes algún asunto en juzgado, te llevan a las oficinas. Hay 4 revisiones: en la celda, llegando a los juzgados, saliendo de éstos y entrando a la celda”, contó. “Únicamente te dan 10 minutos para comer. Prácticamente tragas, y luego debes entregar la charola enjuagada. Finalmente, si en la noche te toca pastilla, te la dan en la puerta de tu reja aproximadamente a las 8, luego cenas y las autoridades hacen un pase de lista entre las 6 y 7 de la tarde. A las 10 de la noche debes dormir”.

EL ALTIPLANO, INHUMANO

Sosa también denunció que El Altiplano es un penal inhumano, en el cual no respetan los derechos humanos. “A los abogados los provocan para que peleen con los custodios, para que los sancionen y los reos se queden sin representación jurídica”, dijo el ex dirigente de la APPO en la entrevista. “Ningún criminal, haya cometido lo que haya cometido, se merece estar en un lugar así”.

Además denunció que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), es cómplice de esta situación, un “elefante blanco” ante estas violaciones humanitarias. “La gente que visita  a los reclusos tiene que pasar 5 o 6 aduanas para entrar, sin objetos personales”. Narró que hasta las mujeres embarazadas pasan por un arco detector de metales.

Sosa contó la anécdota de que cuando lo visitaron dirigentes de la Cruz Roja Internacional, estos se quejaron de los maltratos del que fueron objetos por los encargados de la seguridad de El Altiplano.


LA VERSIÓN DE OSORIO



Según el titular de la Segobm Miguel Ángel Osorio Chong, durante un mensaje a medios ofrecido la noche de este lunes, “El Chapo” Guzmán logró fugarse a partir de dos puntos ciegos en la videovigilancia y una estrategia con la que logró evadir más de 750 cámaras, 26 filtros de seguridad entre puertas y controles, así como un brazalete preventivo que se le había colocado.

Osorio informó que para facilitar el correcto desarrollo de la investigación fueron cesados el titular del órgano administrativo desconcentrado de Prevención y Readaptación Social, Juan Ignacio Hernández; a la coordinadora de Centros Federales de Readaptación Social, cuyo nombre aparece como reservado en el portal de transparencia del INAI, y al director del penal de El Altiplano.

“El hoy prófugo tuvo que haber contado con la complicidad del personal” del penal federal ubicado en Almoloya de Juárez, Estado de México, dijo el secretario, quien agregó en la sesión de preguntas y respuestas que el capo “efectivamente requería de los planos” para su fuga.

El líder del Cártel de Sinaloa tenía colocado un brazalete, pero no tenía sistema de geolocalización, pues es sólo para usarse al interior del penal y se lo cortó antes de entrar al túnel.


“Es el que además se puede de alguna manera utilizar porque quiero decirles que, hoy por hoy, la Comisión Nacional de Derechos Humanos no permite el uso de brazaletes dentro de las cárceles”, justificó Osorio Chong.

FUENTE: SIN EMBARGO.
AUTOR: CARLOS ÁLVAREZ ACEVEDO.

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