martes, 9 de junio de 2015

Marcha comunidad universitaria en Xalapa por jóvenes atacados; el repudio se polariza

“Fue el Estado”, “el 5 de junio no se olvida”, eran las consignas principales de la marcha de estudiantes de distintas facultades que salió de la ex Unidad de Humanidades, para exigir justicia por los ocho estudiantes que fueron salvajemente golpeados por un grupo de hombres armados; pedían que la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, tomara una postura firme en defensa de los universitarios, pero no sucedió, aunque los estudiantes se apostaron en el recibidor de su oficina.

En la asamblea extraordinaria que se llevó a cabo en la explanada de Humanidades, los estudiantes de Historia, Pedagogía, Antropología, Sociología, Enfermería, Psicología, Filosofía, Medicina veterinaria, Artes, Derecho, Arquitectura, Economía, Letras, Idiomas, así como miembros del Instituto de Investigaciones en Educación y Centro de Investigaciones Tropicales, consideraron que la postura emitida por la rectora de la UV, “es una total falta de respeto al minimizar y solapar los hechos”.

Y también exigía un pronunciamiento claro, contundente y sin ambigüedades, “que refleje su obligación de defender y velar por la seguridad física y psicológica de sus estudiantes”, así como la exigencia que la UV se hiciera cargo de los gastos médicos.

Aunque una chica expuso que la rectora había escrito un Twitter: “dos de los tres jóvenes habían sido dados de alta”, lo que indignó a los estudiantes, toda vez que esos dos estudiantes fueron remitidos a sanatorios particulares, pero siguen delicados de salud y “el que se quedó en el CEM (Centro de Especialidades Médicas) Dr. Rafael Lucio fue porque tiene fractura craneoencefálica y debe permanecer inmóvil” expusieron estudiantes que se encontraban en la asamblea.

Después de tomar acuerdos salieron a la calle, pero se unió al contingente un grupo de anarcos, vestidos de negro y con capucha, quienes pasaron a pintar en las oficinas del PRI estatal “asesinos”.

La marcha continuaba de forma pacífica, nuevamente fue en las oficinas del Instituto Nacional Electoral (INE), cuando los anarcos empezaron a pintar y a lanzar piedras, rompieron cristales, golpearon los portones de entrada.

Mientras los demás estudiantes, catedráticos e investigadores, pacíficamente seguían caminando, gritando consignas, “justicia”, “Sara Guevara, a ver si das la cara”, “alerta, alerta, que camina la lucha estudiantil por América Latina”.

Sin embargo, a los encapuchados les molestó que fotoperiodistas les tomaran fotografías y se dieron incidentes entre anarquistas y fotógrafos, porque los primeros les jaloneaban las cámaras para que borraran sus fotos, ya que uno argumentó que les estaban enfocando de cerca y con esas fotos podrían quedar al descubierto su identidad, “nos toman los ojos, vienen de cerca y nos molesta”.

Catedráticos les pidieron que se fueran, que no los querían allí, ya que la marcha se había acordado sería pacifica, después de las agresiones, la marcha continúo, y en su paso por el Diario de Xalapa también hicieron pintas.

Al llegar a la Plaza Lerdo (llamada por un grupo de reporteros Plaza Regina), el investigador y académico Alejandro Saldaña, se manifestó que la comunidad universitaria considera que la agresión contra estudiantes fue una operación “de un comando paramilitar o parapoliciaco” como responsable del ataque que mantiene en salud delicada a estudiantes, y por lo que fueron trasladados del Centro de Especialidades Médicas a hospitales privados.

“Exigimos respeto a derechos humanos fundamentales como la libre expresión, la manifestación de las ideas, el derecho a la libre asociación y a la protesta social”.

Los estudiantes, decidieron continuar su marcha hasta rectoría, allí llegaron y se apostaron en la entrada principal del edificio A, allí gritaban, “Sara sal, Sara baja”, mientras los anarcos pusieron pintura a la cámara de seguridad del edificio. Lo que querían era que la rectora entablara diálogo con ellos para que se comprometiera a apoyar a los ocho estudiantes.

En el edificio de rectoría, una anarquista le pintó un circulo a la letra A, dejándola como el símbolo del anarquismo, mientras que al bajar hay un empujón, que se rompe uno de los cristales, en esta ocasión por accidente.

Salió Juan Capetillo, quería ser el interlocutor con los estudiantes, pero no pudo, ya que los estudiantes le llamaban “gato”, él les respondió que efectivamente él era un trabajador y tenía un salario pero no era un gato. Sin embargo, no fue escuchado por los alumnos quienes insistían que bajara Ladrón de Guevara.

No quisieron nombrar a alguna comisión y decidieron entrar todos, hasta llegar a la entrada de la oficina de la rectora, pero ésta nunca salió, después de horas de espera, estudiantes estaban molestos que fueran ignorados, una joven dijo “me duele que a ustedes no les duela, no sienten, parece que les da gusto que nuestros compañeros estén golpeados, parece que no tienen hijos, les valemos”. El llanto de la impotencia, la tristeza le ganó y a una gran parte de los que se encontraban allí también les brotaron las lágrimas.

Hasta el cierre de la edición, los estudiantes permanecían en rectoría, una de las propuestas era que la rectora hablaría hasta hoy con una comisión de 15 estudiantes Pidieron entonces que fuera al auditorio de Humanidades.

Papás dicen que hubo acuerdos con rectoría

Dos padres de familia de dos de los estudiantes, después de la plática que sostuvieron con la rectora, Sara Ladrón de Guevara, expusieron que la rectora se comprometió a pagar los gastos médicos de sus hijos.


Un padre de familia dijo: “yo hablé por los ocho estudiantes, no sólo para mi hijo, ella dijo que no conoce a los otros cinco, se comprometió a pagar gastos médicos y a apoyarnos jurídicamente, desde mañana pondrá un abogado para que nos acompañen a dar seguimiento en el Ministerio Público”.

FUENTE: LA JORNADA DE VERACRUZ.
AUTOR: NORMA TRUJILLO BÁEZ.

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