viernes, 22 de mayo de 2015

Niños asesinos de Cristopher crecieron en ambiente adverso: investigadoras

CHIHUAHUA, Chih: La vecindad con el Centro de Reinserción Social (Cereso) número 1 y su condición de zona conurbada con la capital, entre otros aspectos, han generado condiciones sociales adversas a niños y adolescentes del fraccionamiento Laderas de San Guillermo, municipio de Aquiles Serdán, donde nacieron y crecieron los homicidas de Cristopher Raymundo Márquez Mora.

Ello se desprende de un estudio realizado en 2012 por las investigadoras Nithia Castorena Sáenz y Lucero de Lourdes Espíndola de la Vega.

El proyecto –denominado “Promoción de la participación de actores sociales para implementar proyectos artísticos, culturales y/o formativos con perspectiva de género en escuelas públicas de educación primaria y secundaria del país”– se aplicó en la Secundaria Federal número 14 “Carmen Serdán”, localizada en Laderas de San Guillermo, donde estudiaban Irving, José Eduardo, Jesús David, Valeria Janeth y Alma Leticia, a quienes ayer les formularon cargos por el crimen del menor Cristopher.

“La secundaria es vecina inmediata del Cereso, y aunque pertenece al municipio de Aquiles Serdán, los habitantes se asumen como una parte conurbada de la ciudad de Chihuahua. La mayoría de las personas que habitan esta zona tienen ahí sus trabajos (en la capital)”, explican las investigadoras.

Detallan que los dos fraccionamientos que se ubican en ese municipio, uno enseguida del otro, fueron construidos dentro de la “nueva ola de urbanización sin límites en los que las compañías constructoras descuidan por completo el entorno social, con la pavimentación de calles de mala calidad, mala distribución de las mismas y falta de accesos”.

Quien entra o sale del fraccionamiento debe recorrer de manera obligada las inmediaciones del Cereso. Este contexto no pasa desapercibido para los alumnos de la secundaria y muchos de sus estudiantes tienen familiares internos en el Cereso, precisa el estudio.

Asimismo destaca que una de las fuentes de trabajo primordial entre los padres y madres de familia de los estudiantes es la industria maquiladora. “Las consecuencias son horarios poco flexibles tanto para la atención de los hijos como la para convivencia en familia. Además de la maquila, el Cereso es una fuente de empleo para mujeres y hombres adultos, y en varios casos las madres y padres de los estudiantes se emplean de distintas formas en ese centro”.

Basadas en las respuestas de los estudiantes a lo largo de la aplicación de talleres y pláticas, las investigadoras explican que el modelo económico es la imposición de actividades productivas, y se hace visible en un personaje masculino creado por un equipo de niñas y que trabaja haciendo lo que puede, no lo que elige.

De acuerdo con los resultados del estudio, las condiciones que rodean la vida diaria de los alumnos son propias de un modelo económico neoliberal aplicado en pequeña escala en el municipio de Aquiles Serdán y en los fraccionamientos que rodean la secundaria.

‘Pánfilo’, foco rojo

Castorena Sáenz y Espíndola de la Vega detectaron a través de ‘Pánfilo’ –un personaje dibujado por un equipo de alumnos varones para reflejar su concepto de hombre– la influencia del ambiente en el que viven los estudiantes.

“Este hecho (el contacto con convictos y exconvictos) se refleja directamente en el bagaje cultural de las y los alumnos”, señalan.

El producto de ‘Pánfilo’, explican, surgió de una dinámica que formó parte del proyecto para reflexionar sobre la construcción cultural que implica el género. Para ello, en algunos equipos los estudiantes debían crear un personaje masculino, y en otros uno femenino.

La actividad consistió en crear el personaje a partir de una silueta humana y señalar los atributos y características que quisieran, además de darle un nombre y determinar su edad.

Uno de los equipos conformado por hombres representó un varón a quien le llamaron ‘Pánfilo’, de 29 años de edad. El sujeto había pasado en la cárcel los últimos 10 años por los delitos de violación y homicidio: de la novia y “el bato” con el que ella lo había engañado, explican en los resultados del proyecto.

Junto a él (‘Pánfilo’) colocaron una pequeña figura de una mujer con los labios de la vagina desgarrados. Es la novia violada.

Las investigadoras detallan que de acuerdo con la explicación del equipo, en ‘Pánfilo’ “es posible identificar los estereotipos de violencia manejados por el conservadurismo y por la mayoría de los medios de comunicación públicos: tiene tatuada una hoja de mariguana y una lágrima en la cara; usa pantalones aguados y lo representan con el pene fuera del pantalón, porque lo rompió de una erección. Hay latas de cerveza alrededor de él, un cigarro de mariguana y condones, además de que usa piercings”,.

El proyecto incluyó talleres y pláticas sobre temas de género, salud reproductiva y soluciones no violentas de conflictos, como una estrategia para combatir las distintas formas de violencia, como por ejemplo en las aulas y en el noviazgo, entre otras.

“Dentro del diagnóstico que fue comentado por las autoridades escolares anteriores se encuentran casos de violencia en el noviazgo y de utilización de drogas más allá de la primera prueba. Será necesario poner especial énfasis en la caracterización de la violencia y en la solución no violenta de conflictos como una posible continuación de este proyecto, pues en el contexto de un estado sumamente violento, en especial para las mujeres, estas cuestiones aparecen como cuestiones urgentes de atender”, advierten Espíndola y Castorena en la presentación de los resultados.

Y señalan que la normalización de la violencia es un asunto grave en cualquier ámbito y a cualquier nivel, pero las condiciones registradas durante la primera sesión de taller con el grupo de jóvenes “son en suma preocupantes”.

Explican que la violencia de género es sumamente fuerte, a tono con los niveles de violencia que se viven en el estado de Chihuahua.

“En el caso de otro equipo de hombres, el cual representó a una mujer, dibujaron a una prostituta de 25 años infectada de VIH-Sida. En su exposición, entre risas, mencionaron que se lo había contagiado un cliente que no utilizó condón”.


En otra dinámica “hacia el futuro” los estudiantes compartieron visiones muy parecidas en sus proyectos de vida: terminar de estudiar, conseguir un trabajo para poder mantener a sus familias y no depender de alguien.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: PATRICIA MAYORGA.

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