miércoles, 8 de abril de 2015

Vuelven los tiempos de la aplanadora y la censura

MÉXICO, D.F: El pasado 4 de marzo, al festejar sus 86 años, el PRI anunció nuevos tiempos. Pero entre sus candidatos a diputados, gobernadores y presidentes municipales no se distingue un rostro joven ni representativo de la sociedad. Esa noche llamaba la atención la actriz Carmen Salinas, la única candidata externa, quien confesaba a los reporteros: “No tengo ningún proyecto”.

Se trata de “la restauración del PRI autoritario. El presidente Enrique Peña Nieto y un pequeño grupo del Estado de México están dominando todos los espacios de poder”, sostiene el exembajador de México en Irlanda Agustín Basave, quien advierte que ni siquiera durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari había tal cerrazón y censura en los medios.

Para la expresidenta nacional priista Dulce María Sauri Riancho, ahora en el PRI la discrepancia interna está limitada y la crítica sólo se ejerce hacia el exterior, hacia los adversarios políticos.

“El PRI vive la etapa del ‘partido-muégano’, donde todas las partes, incluso las más distintas y discrepantes, se encuentran unidas por las mieles del poder”, asegura en entrevista.

El 4 de marzo, en las primeras filas del auditorio Plutarco Elías Calles resaltaron algunas figuras: David López Gutiérrez, aspirante a una diputación federal y coordinador de prensa de Peña Nieto desde que era gobernador; César Camacho, presidente, e Ivonne Ortega, secretaria general del PRI, quienes se hicieron candidatos a diputados; y la directora de la Lotería Nacional, María Esther Scherman.

Igualmente había personajes salpicados por escándalos de corrupción e impunidad, como el dirigente de los trabajadores del Metro, Fernando Espino, acusado varias veces de desvío de recursos públicos; Guillermina de la Torre Malváez, madre del expresidente del PRI en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien pese a haber sido acusado de armar una red de prostitución en el instituto político, mantuvo el control de al menos 10 candidaturas a diputados y delegados en la Ciudad de México, entre ellas la de Alejandra Barrios, líder de los ambulantes.

Los lazos consanguíneos también tuvieron lugar en ese ritual, con las candidaturas de Mariana Moguel Robles, hija de la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, así como la de Sylvana Beltrones Sánchez, hija del coordinador priista en San Lázaro, Manlio Fabio Beltrones…


Fragmento del reportaje que se publica en la edición 2005 de la revista Proceso, actualmente en circulación.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS.

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