lunes, 27 de abril de 2015

Rearmados y peligrosos

Los recientes hechos violentos en Tamaulipas pusieron de manifiesto el poder armado del grupo criminal que opera en la zona para enfrentar a las Fuerzas Federales.

Fracciones del Cártel del Golfo en Tampico y Reynosa resurgieron en los últimos días con más peligro: se rearmaron fuertemente.

Los recientes hechos violentos en estos dos municipios de la frontera norte de México confirmaron el poder armado del grupo criminal para enfrentar a las Fuerzas Federales.

“Están más armados y traen muchas balas, por eso enfrentan a los solados, si no se sintieran bien armados no lo harían”, dijo una fuente estatal de Tamaulipas consultada por Reporte Indigo.

Según una encuesta de Small Arms Survey, se estima que unas 2 mil armas se introducen de manera ilegal de Estados Unidos a México.

La conexión entre los cárteles de la droga y el mercado negro de las armas no se ha podido detener, por eso -dijo la fuente- las fracciones de los cárteles continúan armándose con mucha facilidad.

Expertos en narcotráfico consideran que el tráfico de armas se debe en gran medida a la falta de consolidación de una legislación en Estados Unidos para el control de la compra, así como la poca voluntad de fortalecer esquemas más severos para el tráfico de armamento a través de la frontera con México.

Recientemente, Tamaulipas vivió momentos violentos para la captura de dos líderes de las fracciones de Cártel del Golfo en Tampico y Reynosa

Bloqueos, vehículos incendiados y enfrentamientos, fueron reportados por medio de las redes sociales por ciudadanos que aseguraban que las balaceras duraban horas.

La ola de violencia se desató tras la detención de José Silvestre Haro, El Chive o R1, líder de una célula del Cártel del Golfo.

El Grupo de Coordinación Tamaulipas reportó cuatro policías heridos, tras enfrentamientos con hombres armados, quienes intentaban rescatar a su líder.

Armas bajo tierra

En septiembre del año pasado, el Ejército Mexicano descubrió un cargamento de armas enterradas en el municipio de Valle Hermoso, Tamaulipas.

En total fueron 31 armas largas, 195 cargadores, más de 5 mil cartuchos, cuatro vehículos 195 cargadores 20 cartucheras, 3 placas metálicas, 2 portapistolas y 2 portafusiles.

Los solados detectaron la fosa en una brecha entre los ejidos Centenario de la Revolución y La Ceja, en Valle Hermoso, donde se encontraban cuatro vehículos.

Divide y vencerás

Los miembros del Cártel del Golfo y Los Zetas, se dividen en los municipios fronterizos para continuar su lucha.

“Se dividieron en sectores (municipios), y cada fracción tiene su cabeza”, aseguró una fuente de alto rango militar a Reporte Indigo.

De tal forma que, explica el informante, en Tampico opera la fracción de “Los Fresas” del Cártel del Golfo, con su brazo armado “Los Dragones”, esto para el control del trasiego de droga a Estados Unidos.

Mientras que “Los Ciclones”, con apoyo de “Los Rojos” de la misma organización, tiene como base Matamoros.

El “Grupo Operativo Zeta”, quien tiene presencia en Soto la Marina, intenta entrar a Tampico, motivo por el cual continúan los enfrentamientos.

En esta lucha, las Fuerzas Federales han aprovechado la disputa de la plaza, pues entre ambas bandas rivales dan “el pitazo” sobre la ubicación de cada líder, dijo una fuente del Grupo de Coordinación de Tamaulipas. 

Y en Reynosa, hasta antes de la captura de José Tiburcio Hernández, “Los Metros” controlaban esa plaza. No obstante, la disputa de “El Comando Zeta” ha estado presente desde hace meses.

Trascendió que este grupo fue el que “puso” al “Gafe” a la autoridad federal.

Pero esta no es la primera vez en el crimen organizado se trasforma en pequeños grupos. El Cártel de Los Zetas se dividió en células delictivas en los municipios de Nuevo Laredo, Río Bravo y Cuidad Victoria.

Esta misma organización domina en Miguel Alemán, Camargo y Ciudad Mier.

Los líderes de las fracciones utilizan un apodo, y esto hace referencia a la organización que representa, es decir utilizan la Z con un número para estar identificado al cártel que pertenece, explica la fuente militar.

“Por eso,  al ser identificado mencionan Z-42, Z-40 o Z-31, mientras en el Cártel del Golfo utilizan R-1, 2 o 3”, dice la fuente.

De ‘halcón’ a líder

En 2006, José Tiburcio Hernández Fuentes, apodado “El Gafe”, empezó sus acciones delictivas como “halcón” para el Cártel del Golfo.

Estaba en el municipio de Río Bravo, Tamaulipas, un poblado que cuenta con 95 mil 647 habitantes que su principal actividad es la siembra de algodón.

Usando un radio Nextel se apostaba en la entrada de este municipio con la única consigna de avisar a su entonces jefe, Juan Manuel Rodríguez, de las actividades del Ejército Mexicano y miembros de Los Zetas.

Rodríguez, detenido en junio del año pasado, era el encargado de pasar armas de Estados Unidos para su cártel. Y “El Gafe” continuó como informante.

En una camioneta vieja y con un salario de 2 mil pesos a la semana, estuvo a la sombra de los líderes del cártel por nueve años. 

Después, recibió autorización para ejecutar a rivales y vender droga en Río Bravo, informó una fuente federal.

Pero como sucede en las organizaciones delictivas, un integrante no sube de rango, hasta no caer el líder.

Y así fue, tras la aprehensión de Juan Francisco Sáenz Tamez en octubre pasado por autoridades de los Estados Unidos en el estado de Texas, “El Gafe” llegó a lo más alto: líder regional del Cártel del Golfo.

El Gobierno Federal informó que Hernández Fuentes es identificado como responsable y principal impulsor de la violencia generada a partir de febrero del presente año, en el corredor Matamoros-Valle Hermoso-Río Bravo.


Por eso se ha suscitado múltiples enfrentamientos y asesinatos entre los integrantes de las facciones de otra organización, que se encuentran aún confrontadas.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: JESÚS PADILLA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario