martes, 7 de abril de 2015

Negro trimestre

El sector energético acaba de terminar uno de sus peores trimestres en la última década. En este contexto, empresas alrededor del mundo han tenido que recortar fuertemente sus costos e inversiones, pero Pemex no se ha alineado lo suficiente con esta tendencia.

Con el petróleo cotizándose actualmente a precios de alrededor de la mitad de los que se veían a mediados del 2014, las empresas energéticas alrededor del mundo se alistan para reportar algunos de sus peores resultados financieros en casi una década.

Al igual que compañías como BP y Exxon, Pemex no se ha salvado de este problema. En el primer trimestre del año la empresa se ha enfrentado a un recorte presupuestario, un nivel de producción por debajo de lo previsto, y precios de la Mezcla Mexicana de Exportación (MME) que siguen sin recuperarse.

Esto es aún más preocupante al considerar que Pemex cerró el año pasado con más de 17.9 mil millones de dólares en pérdidas (55 por ciento más que las registradas en 2013). Y ahora los expertos estiman que la empresa productiva del Estado se prepara para reportar un décimo trimestre consecutivo de pérdidas.

Intentando mejorar su situación, la mayoría de las empresas energéticas más grandes del mundo han reducido su gasto de inversión, recortado gastos (y empleos), e incluso anunciado menores dividendos para sus inversionistas.

Pemex anunció un recorte de más de 4 mil millones de dólares (equivalente al 11.5 por ciento de su presupuesto) en sus gastos y ha indicado (sin precisar el nivel exacto) que habrá recortes en su planta laboral. 

Sin embargo, estas medidas son vistas por los expertos como tardías, insuficientes e inciertas, ya que Pemex se encuentra rezagada frente a la tendencia de sus competidores globales.

Recorte tardío

Tanto la reducción presupuestaria de Pemex como su anunciado recorte de personal vienen meses después de que empresas energéticas en Estados Unidos, Europa y Asia realizaran sus propias medidas correctivas ante la baja de precios.

El director general de Pemex, Emilio Lozoya, ha indicado que los reportes de recortes masivos, que afectarían a cerca de 60 mil personas, en la planta laboral de la empresa, involucran “una cifra muy exagerada”.

Sin embargo, aunque se niega un recorte de lo que equivaldría a más de un tercio de la plantilla laboral que actualmente es de más de 150 mil personas, analistas del sector han sugerido que un recorte de 20 a 30 por ciento de la fuerza laboral sería adecuado ante la situación financiera de la empresa.

Además, sin importar el nivel del recorte laboral planteado, Pemex se enfrenta a un formidable reto ya que la empresa tiene que conseguir el apoyo del poderoso Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).

Contrario a lo afirmado en los últimos meses por Lozoya y por el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, acerca de los recortes laborales en Pemex, el líder del STPRM, Carlos Romero Deschamps, ha dicho que no habrá ningún recorte.

Esto seguramente también dificultará la renegociación del enorme pasivo laboral de Pemex (que se estima es equivalente al 6 por ciento del producto interno bruto del país), misma que debe resolverse antes del 11 de agosto de este año.

En el recuento de los daños

La magnitud de las pérdidas registradas tras la explosión e incendio del centro de proceso Abkatún-Alfa apenas comienzan a conocerse.

La semana pasada ocurrió un accidente en esta planta de Pemex que todavía carece de una explicación oficial. De acuerdo con fuentes de Gobierno, el suceso ha dejado un saldo de cuatro trabajadores muertos, tres desaparecidos y 16 heridos.

Además de la tragedia en vidas humanas, la empresa productiva del Estado debe enfrentar el costo de los daños materiales. En la planta de Abkatún-Alfa se procesaban 220 mil barriles de petróleo diarios, lo que tendrá un impacto en la ya emproblemada producción de la empresa.

Sin embargo, funcionarios de Pemex afirmaron ayer que han logrado compensar la producción de 170 mil barriles de Abkatún-Alfa con otras plantas, lo que genera dudas acerca de la productividad con la que trabaja la empresa.

Además de esto, se le debe añadir el costo del plan de reconstrucción de la planta que ayer anunció Pemex.

Por otro lado, aunque todavía no existe una versión oficial acerca de cómo ocurrió el accidente, diferentes versiones han salido a la luz pública.

Un estudio realizado por el Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos en 2012, dado a conocer en el programa de radio Atando Cabos conducido por Denise Maerker, afirma que Abkatún-Alfa presentaba problemas en una de sus bombas desde hace años.


La información sugiere que el accidente fue provocado por no haber dado mantenimiento adecuado a las instalaciones.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: ALEJANDRO DABDOUB, ROLANDO HINOJOSA.

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