jueves, 23 de abril de 2015

Amapola: la flor maldita

Producir mariguana está dejando de ser negocio para los cárteles. Los precios de esta droga han caído y la heroína ha repuntado. Por eso, la lucha entre el crimen organizado ahora es por el control de los opiáceos.

Producir mariguana está dejando de ser un negocio para los cárteles mexicanos. Los precios de esta droga han caído y la heroína ha repuntado.

Por eso, la lucha entre el crimen organizado ahora es por el control en la producción de los opiáceos.

En el llamado ‘Triángulo Dorado’ -que comprende los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango- el kilogramo de mariguana ha ido en picada: de los 100 dólares que antes costaba, ahora se puede conseguir en 25 billetes verdes.

La goma de opio, en cambio, se vende hoy hasta en mil 500 dólares; en 2012 su precio era la mitad de lo que ahora vale.

Y en el sur, es aún mejor negocio.

De acuerdo a la AP, en Guerrero, mientras un kilo de mariguana se consigue en 17 dólares, la goma de opio cuesta unos 900 dólares.

El principal consumidor de drogas en el planeta, Estados Unidos, ve como una amenaza el incremento de la producción de heroína en México, pues la mitad de la droga que allá se consume tiene el sello de los cárteles mexicanos.

“Hasta donde ves, hasta allá, en el horizonte, se ve de colores”, escuchó Carmen, cuando apenas era una adolescente en los años cincuenta, en un rancho ubicado entre los límites de Jalisco y Zacatecas.

Eran colores rojos, púrpuras, rosáceos, blancos de la amapola, una planta de la cual se extrae la goma de opio y de ésta, se fabrica la heroína, una de las drogas de gran consumo a escala mundial.

Era la mitad del siglo pasado, y Carmen y su hermana habían ido a aquel rancho a pasar una semana de vacaciones, por invitación de la familia propietaria del lugar.

Carmen observó cómo decenas de hombres cortaban con cuchillo las vainas de aquella flor en pleno esplendor.

Desconocía entonces que de esa parte de la planta se recogía la savia, que luego se pondría a secar y que después adquiriría un color marrón y se enrollaría en forma de pelota; esa gran bola -tampoco sabía Carmen- se mezclaría con otros químicos y que secarse habría heroína lista para inyectarse.

“Todo mundo sabía quién sembraba. No había ningún problema en eso. Nadie denunciaba, era de lo más común. No había esas luchas de ahora, esas luchas de poder”, decía hace poco Carmen a sus familiares, sobre su encuentro con la amapola.

En febrero pasado, Insight Crime, una fundación dedicada al estudio del crimen organizado en América Latina y El Caribe, publicó un informe sobre la producción de amapola en México y la creciente demanda de heroína en EU.

Según la organización, dos factores han contribuido a una mayor producción de amapola en el país: la disminución de los precios de la mariguana y el aumento en la demanda de goma de opio.

William Brownfield, subsecretario de Estado para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, dijo a Insigth Criume que en los últimos cinco años, el consumo de heroína ha repuntado en un 65 por ciento en su país.

De 373 mil estadounidenses que en 2007 habían probado la heroína al menos una vez en su vida, la cifra en 2013 fue de 681 mil.

Rusty Payne, vocero de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) ha declarado públicamente que la producción de heroína en México ha desplazado a la de Colombia.

Los grupos criminales mexicanos “son verdaderos empresarios (…) cuando ven el aumento exorbitante de la demanda de heroína en Estados Unidos, se acomodan al cambio.

“En Estados Unidos estamos observando que hay un aumento enorme de heroína producida en México, a tal punto que creemos que ha eclipsado a Colombia”, según sus palabras.

Diversos reportes refuerzan la hipótesis de Payne. La DEA, en su Evaluación de la Amenaza de las Drogas de 2014, califica como tal el incremento de la heroína en estados del Noreste y del Centro Norte de EU, país donde 5 de cada 10 heroinómanos se encuentra dentro del rango de edades de los 20 a los 34 años de edad.

De acuerdo con la DEA, a escala global, Sudamérica, México, y el Sureste y Suroeste de Asia, han controlado la producción mundial de goma de opio desde 1977.

Pero desde hace dos décadas –dice la agencia– la heroína negra y marrón, hecha en México, ha dominado en el Este de los estados cercanos al río Mississipi, mientras que la blanca.

“La heroína mexicana ocupa el 45 por ciento del mercado de este estupefaciente en Estados Unidos”, es la cifra alarmante para la DEA.

Y más: en los cinco años anteriores a 2014, los decomisos de heroína mexicana en EU se dispararon en un 87 por ciento, y de 2 mil 540 kilogramos incautados que habían ocurrido en 2007 allá, la cantidad, en 2013, alcanzó los 4 mil 761 kilos.

La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de las Naciones Unidas reportó el mes pasado, que las incautaciones de heroína en la frontera entre México y Estados Unidos, aumentaron en un 320 por ciento en el último lustro.

Heroína para la tos

“En la bronquitis, la tos fuerte, faringitis, laringitis, neumonía y demás enfermedades de los órganos respiratorios, el Jarabe Bayer de Heroína produce un efecto sorprendente: regula y facilita la actividad de los pulmones”.

El párrafo de arriba corresponde a uno de los tantos letreros publicitarios que se leían en 1912, cuando algunos derivados de la amapola y de la cocaína se vendían sin problema alguno en el país, de acuerdo con Guillermo Valdés Castellanos, exdirector del Cisen en el sexenio del expresidente panista Felipe Calderón, en su libro “Historia del Narcotráfico en México”.

Otro investigador del tema, Luis Astorga, en su libro “El siglo de las drogas en México”, ha documentado que entre 1811y 1911, unas doce toneladas de opio fueron importadas al país.

“El consumo de opio, en forma láudano y otros compuestos opiados, era legítimo y usual”, según Astorga.


La investigación del especialista arroja que la amapola en México floreció en el estado de Sinaloa, por ahí del año 1886.

Entonces, la población china que había llegado a ese lugar, para trabajar en la fabricación de infraestructura ferroviaria, había traído con ella el opio, que se consumía en fumaderos a los que posteriormente acudieron consumidores mexicanos de las altas esferas sociales.

Al opio se sumó el consumo de heroína en Sinaloa. Los mexicanos vieron una manera de generar dinero y desplazaron a los chinos en el cultivo de amapola.

La entidad se convirtió en la principal productora de amapola y décadas después, dio paso a los grandes cárteles de la droga.

El mandamás

Rusty Payne, de la DEA, ha reconocido el cártel de Sinaloa lleva la batuta en el negocio derivado de la amapola, que se cultiva principalmente en estados ese estado, además de Michoacán, Guerrero y Oaxaca.

Rand Corporation, un think tank estadounidense, en un reporte de 2010 valuaba los ingresos por exportaciones de drogas, en un estimado de más de 13 billones de dólares.

Según la organización, la cocaína dejaba hasta ese año, ganancias cercanas a los 3.4 billones de dólares, mientras que la heroína mexicana unos 0.4 billones de dólares y la heroína colombiana, alrededor de 0.7 billones de dólares anuales.

“En el llamado Triángulo Dorado, hay regiones inhóspitas donde se puede generar la producción de amapola. Y ahí están los grandes cárteles, como el de Sinaloa y ahora también el Cártel Jalisco Nueva Generación”, dice Dante Haro Reyes, especialista en temas de seguridad por la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Haro estima que el cártel de Sinaloa controla casi el 80 por ciento de la producción de goma de opio y heroína en el país. Otra participación significativa, dice, es la del Jalisco Nueva Generación, que ha aprovechado su infraestructura de narcolaboratorios, para fabricar opiáceos.

El investigador detalla que la heroína producida en Medio Oriente o en Sudamérica es más costosa para los grupos delictivos que operan en EU, por lo que estos han optado importar más la de origen mexicano.

“Los cárteles mexicanos han buscado además otros mercados. Surten ya a Europa, han volteado hacia esa parte y otro factor clave es el precio de la marihuana, que han hecho que la demanda voltee ahora hacia la goma de opio”.

“La mariguana se ha vuelto legal en varios estados de Estados Unidos, entonces eso ha cambiado la parte del negocio y ahora éste tiene que ver con los productos derivados de la amapola”, considera.

El opio y los 43

La desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, en el municipio de Iguala, dejó al descubierto toda una red de corrupción que envuelve al estado y que gira en torno al negocio de la heroína y la goma de opio

En un día, un agricultor en Guerrero, puede recoger hasta 300 gramos de goma de opio, cuyo valor ronda los 4 mil pesos, de acuerdo a un reportaje que Associated Press publicó en de febrero de este año.

En él se evidenció la pobreza en la que viven los campesinos que cultivan la amapola, un negocio que deja más de mil millones de dólares al año en el mercado internacional.

La agencia documentó que el cártel de Sinaloa, con presencia en ese estado, distribuye por consignación la mayor parte de la producción de la goma a grupos delictivos más pequeños.

Tal modelo de negocios, ha originado una lucha férrea en la entidad, entre las bandas conocidas como Los Rojos, Los Pelones y Guerreros Unidos.

Aumenta el cultivo ilícito

En el gobierno del presidente priista Enrique Peña Nieto, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha destruido casi una sexta parte de lo reportado por la ONU en cuanto a territorio dedicado al cultivo de amapola.

Entre el 1 de diciembre de 2012 hasta febrero pasado, de acuerdo con la Sedena, fueron destruidas 40 mil 960 hectáreas sembradas de amapola. En cuanto a plantíos destruidos, la cantidad fue mayor a los de marihuana: 277 mil 736 contra 91 mil 165.

Las más de 40 mil hectáreas sembradas de amapola arrasadas por el Ejército mexicano en esta administración, representan la mitad de las que se eliminaron en todo el sexenio de Felipe Calderón.

De 2006 a 2012 fueron destruidas 86 mil hectáreas sembradas con la planta así como 498 mil 649 plantíos de amapola.

Las cifras de la Sedena muestran que de 2007 a la fecha, los decomisos de heroína y de goma de opio han ido hacia arriba.

El 2007 cerró con 210 kilogramos de goma de opio decomisados, y ya para 2013, la cantidad subió hasta los 5 mil 139 kilos incautados, un aumento de más del 2 mil por ciento.

En heroína, 2007 registró un decomiso total de 124 kilos. Para 2013, 4 mil 665 kilogramos del estupefaciente se habían asegurado.

Con Peña Nieto, en un solo año, entre 2013 y 2014, el decomiso de goma de opio se quintuplicó, al pasar de 206 kilogramos a mil 250 kilos. Y el de heroína tuvo un ligero incremento: de 182 kilogramos a 284.

Un modelo eficiente

> 80%
de la producción de goma de opio y heroína en el país, derivados de la amapola, está controlado por el cártel de Sinaloa

> Narcolaboratorios
El Cártel Jalisco Nueva Generación tiene una participación en el mercado; ha aprovechado sus narcolaboratorios para la fabricación de opiáceos.

> En Guerrero

El cártel de Sinaloa ha descentralizado el negocio y ha optado por la consignación. Eso ha derivado en el fortalecimiento de bandas como Los Pelones, Los Rojos y Guerreros Unidos.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: MAURICIO FERRER.

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