lunes, 9 de marzo de 2015

De ser ministro Medina Mora, será triunfo de un grupo político: Aladid

"Queda el rayito de que la terna fuera desechada y eso hablaría muy bien del Senado, de que estaría escuchando el descontento", aseveró el ex Consejero de la Judicatura Federal

Si el Senado designa esta semana al embajador de México en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora como nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia, “será un triunfo para un grupo político, pero eso no le hace bien ni al grupo político ni a la Corte, ni a México, porque los nombramientos deben estar ajenos a cualquier consideración de este orden partidista o político “, sostuvo Mario Melgar Aladid, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

En entrevista para Aristegui CNN, señaló que el proceso de elección del nuevo ministro se ubica en dos vías: una, la de carácter institucional , la que tiene que ver con  lo que la Constitución establece, las normas, el marco normativo de, la asignación de los ministros de la Corte; y luego otra vía, que sería la personal en el caso específico de las propuesta que  ha formulado el  presidente  para ocupar la vacante que dejó el fallecimiento del  ministro Sergio Valls”.

Aseveró que “el sistema de designación es perverso porque va en contra de algo que la Constitución  trata de preservar, que es  la independencia y  autonomía  judicial, la independencia de los juzgadores al llevar  a los integrantes de una terna a un examen que  practica el Senado”.

Llevar el asunto al Senado ”ha inhibido, desde el 95 a la fecha, que algunos  juristas destacados participen en la contienda, porque no les parece, como no les es oportuno o lastima su  prestigio  profesional, que vayan a ser reprobados  por un grupo de senadores que no saben realmente de qué se trata  cuando estamos hablando de un juez constitucional, que es algo muy complejo, hay un problema que se tendrá que resolver pronto, para que se elija por la vía directa”, aseveró.

“El sistema es perverso, atenta contra la independencia judicial, (no obstante) es conveniente que participe el Senado, porque permite el equilibrio de poderes”, agregó.

Comentó que no es necesario que se dé “un abanico de opciones al Senado, basta que el presidente haga muy bien su tarea, tiene todos los elementos para allegarse de toda la información de quién puede ser”.

Pero “no se hizo bien esa tarea, que es elemental y uno esperaría que la Presidencia de la República le diera cuenta a la propia Corte y al Senado para saber sobre qué terreno se pisa”.

Por lo que “ahora nos encontramos con muchas sorpresas, una de ellas es que los magistrados no tenían la menor idea de que iban a ser designados, cuando se propone a alguien, lo mínimo, por respeto personal, es preguntarle si aceptarían la postulación”.

“Estamos viendo nuevamente a un funcionario público de muy alto nivel, como es el embajador de México en Estados Unidos, la embajada más importante de México en el mundo, es la que está en Washington, y el representante de México en ese país va a saltar directamente, si es  aprobado, de ese cargo al de ministro de la Corte”, expuso.

“Lo que la reforma del 95 trató de evitar , por ello es que no pueden los gobernadores, no pueden los secretarios de Estado, los diputados o senadores, ser  directamente ministros después de haber ostentado  estos cargos, para evitar algo que está  ocurriendo en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, en la Cámara de  Diputados  y en el Senado, en que tenemos estos chapulines que van de un cargo a otro y así se la van brincando”, remarcó.

Melgar Aladid también dijo que “el tema de si el embajador Medina Mora cumple o no el requisito, es discutible, porque hay quienes pensamos que no, porque la Constitución dice muy claramente que debió haber residido los dos años anteriores en la República Mexicana, que no es el caso, se da la interpretación diciendo que la embajada es territorio mexicano y que ahí tiene su domicilio”.

Sin embargo, para haber viajado a Estados Unidos tuvo que haber obtenido un visado como diplomático, para residir con el permiso de ese país, explicó.

Entonces “me parece que no cumple, e interpretar esas leyes es algo que técnicamente no es conveniente”.

También recordó que “hay otro requisito que es subjetivo pero importante: que los candidatos para ser ministros deben gozar de buena reputación, no me atrevería a decir que Medina Mora no tiene una buena reputación pero sí señalaría que un número importante de personas se han opuesto, argumentando que su desempeño como procurador general de la República, no fue bueno”.

El elemento personal a señalar es que su relación muy cercana con el presidente, hace que se convierta en un nombramiento político, aseveró.


“No se han tomado en cuenta a muchos otros juristas mexicanos que son magníficos y que no hubieran recibido reproches, y el lugar lo ocupa alguien de un grupo político”, señaló.

FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.

No hay comentarios:

Publicar un comentario