jueves, 22 de enero de 2015

La realidad refuta al “virrey” Castillo

Según el comisionado federal para Michoacán, Alfredo Castillo, en el año que lleva en el cargo –como “virrey”, señalan algunos– la violencia bajó a niveles tolerables. Pero la senadora panista Luisa María Calderón señala que el enviado del presidente Peña Nieto es un factor de desorden en la entidad y nadie le cree. Y el expresidente municipal de Tepalcatepec, Guillermo Valencia, lo acusa de pactar con el crimen organizado para afianzar su poder. Para colmo, dice, las próximas elecciones se realizarán bajo su control.

MÉXICO, D.F: “Michoacán es un desorden”, repite la senadora Luisa María Calderón Hinojosa después de escuchar a Alfredo Castillo, quien a un año de ser nombrado comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el Estado de Michoacán, afirma que la entidad ya no tiene problemas de inseguridad, ya no se cometen extorsiones y la gente puede salir a la calle, sin temor, a cualquier hora.

El martes 13, Castillo compareció ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión en medio de críticas de los legisladores a su trabajo. Incluso lo llamaron “virrey”, cuestionando el acuerdo presidencial por el que se creó la comisión que encabeza, con un presupuesto de 154 millones 599 mil 638 pesos, de los cuales 126 millones se erogaron en “servicios personales” y el resto, más de 28 millones, en “gastos de operación”.

Durante más de tres horas el comisionado argumentó que, a un año de su llegada, Michoacán ya no sufre por culpa del crimen organizado, los enfrentamientos son por divisiones entre los líderes de las fuerzas rurales y la violencia ha disminuido a niveles tolerables.

Para apuntalar esto, dijo que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) la entidad se ubica en el lugar 25 de 32, y las denuncias de secuestro, que en 2013 fueron 194, descendieron a 13 el año pasado.

Y aventuró: “No podemos hablar, hoy por hoy, de que exista un estado fallido, cuando a diferencia, y de manera inédita en cualquier otra parte del país o del mundo, se logró que 38 personas se entregaran de manera voluntaria a las instituciones para enfrentar un proceso penal que en 15 días estaba perfectamente clarificado”.

El comisionado rechazó los señalamientos de que permitió a integrantes del crimen organizado integrarse a la Fuerza Rural, pues “para eso habría que hacer señalamientos de averiguaciones previas que están en la SEIDO”.

El enviado del presidente Enrique Peña Nieto acusó al gobierno anterior, el del panista Felipe Calderón Hinojosa, de haber dado por muerto a Nazario Moreno, El Chayo, en 2011, cuando en realidad vivió hasta 2014, y entre tanto se fortaleció la organización delictiva Los Caballeros Templarios.

Encarando a los legisladores del PAN, el comisionado insistió: “El gran error tiene que ver con que ustedes declararon muerto al principal líder templario que se llama Nazario Moreno y que, la señora senadora que está a su lado no me dejará mentir, era el verdadero líder del cártel”. La legisladora señalada es Luisa María Calderón, precandidata panista a la gubernatura michoacana y hermana del expresidente Felipe Calderón.

Sin embargo, Michoacán no se atiene al guión de Castillo. El mismo día de la comparecencia, el empresario minero Sergio Corona Barragán y el excomandante de la policía municipal Romeo Luna Málaga fueron ejecutados en el municipio de Lázaro Cárdenas.

Según el secretario de la Cámara Nacional de Comercio en el estado, Gonzalo Zaragoza Méndez, más de mil 400 comercios han cerrado desde 2014. De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), ese fue el año más violento de la historia en la entidad, con 2 mil 638 homicidios, mil 52 de ellos dolosos. Así, Michoacán ascendió del cuarto al segundo lugar de violencia.

Y a pesar del optimismo de Castillo, la entidad que fue a rescatar es una de las 10 con los mayores registros de secuestros (121) y extorsiones (275).

Comisionado sin credibilidad

Al terminar la comparecencia de Alfredo Castillo ante la Comisión Permanente aquel martes 13, la senadora Calderón estaba molesta por la alusión del comisionado, la cual podría interpretarse en el sentido de que ella sabía que el capo Nazario Moreno no murió en 2011, como afirmaba Felipe Calderón.

Y aunque no se le dio la oportunidad de responder al funcionario federal en la comparecencia, porque no forma parte de la Comisión Permanente, en una entrevista posterior la senadora califica de irresponsables las afirmaciones del enviado presidencial:

“Así es, desordenado. Hay una falta de credibilidad por todo el desorden que hay ahí. Siempre he dicho que el desorden no se puede arreglar con desorden, hay que poner orden, claridad. Lo que hay en Michoacán es desorden.”

Ella esperaba que Castillo presentara un informe real sobre la situación en Michoacán e informara si se reorganizó un grupo delictivo o si los cárteles protagonizaron los enfrentamientos recientes. Pero no fue así, por eso cuestiona las medidas que implantó el enviado federal:

“Tenemos un problema grave de credibilidad. Yo digo que el desorden no se puede organizar con desorden: legitimar a un grupo de ciudadanos que se levantaron para defender su vida y luego pedir que cuiden de la delincuencia organizada, así no es. ¿En qué cabeza cabe, con qué fundamento legal lo hizo? El Ejército tiene una figura que se llama Guardias Rurales, ¿por qué no incorporó a esos ciudadanos en esa figura constitucional y que fueran coadyuvantes, como lo son las policías rurales? Si ya está esa figura, ¿por qué no usarla y meter orden?

“Si se legitima que tengan armas y sólo dicen que no las traigan en las calles, eso es violar la Ley de Armas de Fuego. Si se entiende que por allá la gente tiene muchas armas, pues que se hable.”

–¿Que salga Castillo? –se le plantea.

–Entendemos que es un problema de largo aliento, la delincuencia organizada tiene 50 años. No hay varita mágica, pero no se entiende que quieran que lo resuelvan las fuerzas rurales que fueron enlistadas en desorden. Hay gente que estaba en la delincuencia organizada y dijo: yo también voy a entrar. El tema es que con desorden no se pueden hacer las cosas.

Aclara que no se trata de dar plazos sino de ser escuchados, de que haya claridad en la situación de Michoacán porque en la comparecencia no quedó claro si hay o no delincuencia organizada, si la fuerza rural va a ser legalizada y, sobre todo, quién manda.

Por ejemplo, pone en duda la versión de Castillo sobre la muerte de 13 civiles en Apatzingán la noche del 6 de enero, cuando un grupo ocupó la presidencia municipal exigiendo que se aclarara la muerte del hijo de Hipólito Mora semanas antes, en el enfrentamiento con las fuerzas del Americano en la comunidad de La Ruana.

Según el comisionado, la meta del operativo de la noche de Reyes no fue desa­lojar la presidencia municipal, sino detener a personas armadas y en posesión de autos robados. No obstante, vecinos y familiares de los fallecidos afirmaron que se trató de ejecuciones extrajudiciales. Según ellos, las víctimas estaban desarmadas y sólo querían la libertad de amigos y familiares detenidos por militares.

“Nos preocupa que nadie cree en nadie, si fue o no alteración de la escena, si fue o no lo que ocurrió. La gente ahí dice que la fuerza federal llevaba detenidas a algunas gentes y los que estaban ahí fueron a rescatar a los suyos. Dicen que uno de ellos, llamado Miguel, se rindió, abrazó a su familia y ahí lo mataron”, apunta Calderón.

“Crimen institucionalizado”

Guillermo Valencia, expresidente del municipio de Tepalcatepec, ubicado en la región de Tierra Caliente, tampoco le cree a Castillo:

“Tengo mis dudas sobre lo que ha estado detrás de las últimas emboscadas, como en Aquila o Uruapan. Más que rivalidades entre grupos criminales, parece que se están incubando conflictos y que éstos vienen de personas vinculadas a la autoridad, en este caso con Castillo.”

Y como lo ha hecho en otras ocasiones, denuncia que el enviado de Peña Nieto pactó con la organización criminal encabezada por Juan José Farías, El Abuelo, con quien Castillo se reunió en Tepalcatepec a principios de 2014.

“El panorama en Michoacán está muy desdibujado porque antes teníamos muy claro quiénes eran los malos y los buenos; ahora no, todo es una confusión. La muestra es lo de Apatzingán, con Los Viagras que pactaron con el comisionado y los utilizó. Lo que está haciendo Castillo es limpiarle la plaza al cártel del Abuelo Farías, quien pactó con La Tuta haciendo negocios desde antes que nacieran las autodefensas”, acusa.

Según el exalcalde, destituido por el Congreso michoacano alegando que no había condiciones de seguridad en 2013, quien gana con este año de la gestión de Castillo es Servando Gómez, La Tuta.
Por eso considera que el comisionado “es el caballo de Troya de un nuevo cártel delictivo, porque desde adentro operó para la destrucción del cártel de Los Caballeros Templarios, haciendo una alianza con el Abuelo Farías. Por eso no agarraron a La Tuta; las autodefensas nunca atacaron su región y los que operan ahí son gentes allegadas. La Tuta goza de la protección de las autoridades, pues no se entiende que a un año de que llegó el comisionado aún no lo haya detenido: es la cereza del pastel”.

Recientemente Valencia ha querido regresar a Tepalcatepec para acabar su administración. Por lo que ha visto, rechaza que el problema en Michoacán ya no sea de seguridad sino de “conflictividad social”, como dice el comisionado:

“No se le cree. Ha engañado, ha distorsionado la realidad social. A pesar de que mucha gente confió en Alfredo Castillo, la ha traicionado, como al doctor Manuel Mireles e Hipólito Mora. Ahora están Los Viagras, que no sé si son un grupo de criminales porque no soy autoridad para decirlo, pero con ellos pacto, los empoderó y armó, les permitió actuar con impunidad, y cuando se le salieron del huacal los traicionó y los masacró.”

Para el exalcalde, “eso fue lo que pasó en Apatzingán: no fue producto de una circunstancia o un hecho que se suscitara por una confusión, accidente o emboscada. Fue una trampa, y con ella Castillo buscó demostrar que tiene el poder y que todo el que se salga del huacal tendrá las mismas consecuencias”.

–Pero Castillo dice que en Michoacán el problema no es de seguridad, incluso dio datos del Inegi de que el secuestro bajó, que ya no hay pago de derecho de piso ni extorsiones.

–El propio SNSP lo desmiente. El Inegi no veo que venga a hacer encuestas y sus datos son a través del Censo de Población y Vivienda de cada 10 años. Lo que veo en la realidad es que están cobrando cuotas a los transportistas, taxistas y comercios. Sigue el secuestro y no se denuncia porque la gente no confía en las autoridades. Es un desorden, rebasamos el récord histórico en homicidios dolosos. Así que no sé dónde saca las estadísticas el comisionado… es con base en ocurrencias y algunos medios que confían en la autoridad, pero basta profundizar e investigar para darse cuenta que son datos falsos.

Valencia sostiene que Michoacán sufre una crisis de seguridad como nunca antes en la historia: “El problema es que antes extorsionaban, secuestraban o asesinaban los criminales, pero ahora lo hace la autoridad porque los personajes oscuros que llegaron con el comisionado Castillo desde el Estado de México y de otros lugares son los que extorsionan. Entonces sólo les quitaron el trabajo a los criminales para tomarlo ellos”.

A principios de abril arrancarán las elecciones para renovar la gubernatura, las 113 presidencias municipales y el Congreso de Michoacán. Para el expresidente de Tepalcatepec, las elecciones serán difíciles por la situación de la entidad, pero el principal beneficiado será el comisionado federal:

“Alfredo Castillo será el gran elector, va a poner al candidato y al gobernador porque tiene los recursos y las instituciones a su favor. A la mejor en Morelia no se resentirá pero en las comunidades rurales y en las poblaciones más pequeñas sí, porque ahora sufrirán al crimen institucionalizado.”

Enfatiza que ese gran elector incluso va a poner a los candidatos:

“No va a importar si eres narcotraficante, secuestrador o asesino; mientras no aparezcas en un video con La Tuta, podrás conseguir cualquier puesto. Hay muchos políticos que están en videos, que tenían contacto con Los Caballeros Templarios y les debían sus puestos, y ahora al tener Castillo los videos y las fotografías que los comprometen, los tiene en sus manos.


“Esa es la forma en que se va a perpetuar en el poder porque los va a impulsar a tener cargos de elección y va a seguir manipulándolos como ahora”, concluye Valencia.

FUENTE: PROCESO.
AUTOR: JOSÉ GIL OLMOS (REPORTAJE ESPECIAL)

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