jueves, 15 de enero de 2015

El bunker energético

Hoy Pemex pondrá a la venta un paquete de información para la explotación y exploración de aguas profundas. Esta será administrada durante los próximos cinco años por la compañía texana Schlumberger.

El primer paquete de información de 14 bloques de aguas profundas de México para su exploración y explotación sale hoy sale a la venta con una novedad: Cualquier empresa interesada en concursar por uno de esos espacios nacionales tendrá que contactar a una empresa texana.

A partir de la Reforma Energética, toda la información generada y resguardada por Pemex, más la que genere ésta y las petroleras privadas que explotarán yacimientos en México, se concentra en el Centro Nacional de Información de Hidrocarburos operado por empleados de la compañía Schlumberger, que durante años también ha recopilado información de gran interés para Pemex.

La contratación a Schlumberger, compañía texana de servicios petroleros Schlumberger, con sede en Houston, fue firmada el 29 de septiembre pasado por 254.3 millones de pesos. Tendrá vigencia hasta septiembre de 2019 y fue producto de una invitación a tres empresas, en la que compitió contra la francesa CGG y la texana Halliburton.

Durante los próximos cinco años administrará la información más sensible del sector petrolero, que hasta finales del año pasado estuvo a resguardo de Pemex. 

No está exenta de polémica ni de riesgo, reconoce Oscar Roldán Flores, funcionario de la Comisión Nacional de Hidrocarburos que se encargó de la licitación. 

En entrevista con Reporte Indigo, defiende por qué determinaron la elección de la compañía, cuyo trabajo de implementación se concretará hoy con la venta de los primeros paquetes de información geofísica para los licitantes de la ronda uno. 

Responsabilidad de resguardo

Uno de los cambios más radicales de la reforma energética consistió en la colocación, desde los artículos transitorios de la reforma constitucional, de un mandato para que toda la información sísmica, de geofísica, de pozos y de producción pasara a la Comisión Nacional de Hidrocarburos. 

Estos datos históricamente fueron generados y guardados por Pemex. Incluyen desde muestras físicas de petróleo y rocas del interior de los pozos, hasta cantidad de producción y reacciones químicas en cada yacimiento. 

La responsabilidad de resguardo y manejo de toda la información ya existente, más la recopilación de la que generarán en el futuro tanto Pemex como las petroleras privadas que ahora explotarán yacimientos en México, se concentró en los últimos meses en el Centro Nacional de Información de Hidrocarburos.

El centro de datos se ubicó en un bunker en Monterrey y dos fibras ópticas trasladarán la información hasta el edificio a unos pasos del Parque Hundido, en la Ciudad de México. 

Durante el próximo lustro, cuando se firmarán los contratos de las primeras rondas para privados, que podrán durar hasta 35 años, los operadores de este Centro no serán empleados de gobierno sino de la compañía texana Schlumberger, que durante años también ha recopilado información de un interés crucial para Pemex. 

La decisión para contratarlos, dice en entrevista el director general de Estadística y Evaluación Económica de la CNH, Oscar Roldán, fue en principio por falta de tiempo. 

Después de la aprobación de las leyes secundarias, la CNH tuvo entre julio y octubre para elaborar y terminar la licitación, para comenzar a operar y tener listos hoy los cuartos de datos, de acuerdo con el calendario de implementación de la reforma que la propia Comisión publicó cuando dieron a conocer la ronda uno. 

Hicieron una invitación a tres porque son de las únicas compañías en el mundo que tienen softwares de manejo de datos para ligar la información petrolera que tendrán en el centro de datos y hacer un mapa comprensible para trabajar los millones de datos digitales, que sólo con la primera entrega de Pemex de cuatro activos es ya de 15 mil archivos, dice Roldán.

Una característica esencial de este nuevo Centro es que todos los datos son propiedad de la Nación, lo que hace doblemente delicado su resguardo.  

Aunque Schlumberger dará un “servicio integrado”, que va desde la colocación de cada cable hasta la operación de todo el sistema digital, el funcionario defiende que “cada puerta de decisión requiere supervisión y aprobación nuestra. Ahí es donde entra este contrato con la Universidad de Coahuila. La decisión sobre qué control de calidad le van a aplicar a la sísmica es de nosotros”.

Se refiere a un segundo contrato por tres millones de pesos, firmado con la Universidad Autónoma de Coahuila para supervisar el de Schlumberger.

“El gran riesgo es que pierdes control de lo que está pasando al interior de ese contrato. Se vuelven cajas negras, eso le pasó a Colombia, que tiene una mala experiencia con esta misma empresa, Schlumberger. 

“La empresa no es hermana de la caridad. Si haces un mal contrato y una mala supervisión te van a llevar al baile. La empresa no va a decir: ay, pobre regulador. Si haces mal la elaboración y supervisión del contrato tu proyecto sin duda fracasa”, acepta el director del área.


A pesar de esta triangulación y de que firmaron otra asesoría técnica por 1.4 millones de pesos con el ingeniero en sistemas con experiencia en manejo de sistemas integrados, Juan Alfonso Mireles Belmonte, para ayudarles en el proceso de licitación, Roldán asegura que este depositario “es el más barato en el mundo. A Brasil le cuesta solamente la parte de la base de datos 85 millones de dólares”.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: PENILEY RAMÍREZ.

No hay comentarios:

Publicar un comentario