En la Mesa Política de MVS, señaló que es evidente la posibilidad de que a los 43 los mataron y desaparecieron, como lo había dicho primero el padre Alejandro Solalinde.
“¿Cómo es posible que se siga procediendo de esta manera?”, preguntó en referencia a la Segunda Guerra Mundial. Lo ocurrido con los jóvenes, indicó, es “a una escala mucho menor pero en el fondo igual”.
“El pensamiento me regresa a la Segunda Guerra Mundial y decisiones políticas de eliminar a un grupo de gente, matarlos, incinerarlos, desaparecerlos. Las desapariciones, que fueron ahí millones, en este caso son menos, pero hay algo en esta situación tan increíble, algo acerca al sistema político y social y cultural mexicano a lo que se suponía que tenía que ser rebasado en la historia mundial”, expuso.
Refirió que el hecho de asesinar, incinerar y desaparecer personas en México es “parte de una política de algo que podríamos llamar mininarcoestados”, que parecen estar copiando en su esencia una de esas partes más siniestras del siglo XX.
Expuso que ahora quien lleva la voz cantante son los padres de familia, y atrás o alrededor de ellos los estudiantes de Ayotzinapa; “son los únicos que tienen legitimidad”, pues lo que diga la PGR o cualquier otra instancia no tiene “el mismo peso moral”.
Por su parte, Sergio Aguayo subrayó que el gobierno mexicano, para resolver este caso, tuvo que recurrir a instituciones extranjeras, como los peritos argentinos y la Universidad de Innsbrucken.
Eso demuestra, aseguró, una profunda desconfianza entre las víctimas y el Estado mexicano.
“Estamos esperando los dictámenes de 2 instituciones que ahora entran en desacuerdo sobre de dónde vienen los restos”, dijo sobre el comunicado de los peritos argentinos.
Además, agregó que existe un “hueco gigantesco” en las instituciones mexicanas.
“Es necesario que las instituciones y quienes las presiden se den cuenta de que la ausencia de la CNDH de esta discusión no es saludable para el país, porque es el momento en que deberíamos ver a una institución muy rica, la más rica del mundo, interviniendo en el debate para aportar y dar información sustentada que no va a resolver tragedia pero va a dar certidumbre sobre lo que pasó”, expuso.
Estamos en un vacío de credibilidad, legitimidad y de instituciones, con víctimas que están a expensas de organismos extranjeros, finalizó el académico.
Por su parte, a Denise Dresser no le deja de sorprender la reacción del gobierno de Enrique Peña Nieto, por su insensibilidad y falta de oficio político; refirió que el padre de Alexander Mora no recibió “una sola llamada” en la que la administración peñista manifestara sus condolencias.
La politóloga señaló que hay una “ausencia de humanidad esencial” para tratar este caso.
Además, apuntó que hay un “ominoso silencio del PRD cuyos gobiernos de Iguala y Guerrero están involucrados en esta tragedia”.
Añadió que en este caso se ve el fracaso de instituciones, como la PGR, la CNDH, y otras tantas creadas con el objetivo de aplicar la ley pero que no lo hacen.
En ese sentido, propuso al nuevo fiscal anticorrupción comenzar a investigar 4 casos: la casa blanca, a Arturo Montiel, los “moches” en el Congreso y a Carlos Romero Deschamps.
“Que se construyan de entrada instituciones creíbles… si no no veo la manera en la cual las instituciones vayan a sacarnos de la crisis”, sostuvo la doctora.
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FUENTE: ARISTEGUI NOTICIAS.
AUTOR: REDACCIÓN.
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