jueves, 27 de noviembre de 2014

Solidaridad universitaria

Las manifestaciones de solidaridad tras la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, han formado un fuerte eslabón entre las universidades privadas, las públicas y las escuelas normalistas.

En 1972, México estaba quizá tan revuelto como ahora. Las heridas de la represión a universitarios por un grupo paramilitar al servicio del estado llamado “Los Halcones” aún estaban frescas. 

En ese marco, el entonces presidente de Chile, Salvador Allende, visitó la Universidad de Guadalajara para dar un discurso inspirador.

“Ser joven, en esta época, implica una gran responsabilidad (...) La juventud tiene que asumir su responsabilidad histórica (…) Y si es universitario, con mayor razón (…) Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción, incluso biológica”.

Han pasado más de 40 años. Allende está muerto, pero la juventud universitaria parece más viva que nunca. 

Las manifestaciones de solidaridad tras la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, han formado un fuerte eslabón entre las universidades privadas, las públicas y las escuelas normalistas. 

Una argolla que acorta la brecha que separa a los estudiantes que pueden pagar 80 mil pesos por semestre y cuyos ideales se basan en el éxito empresarial, y los que como requisito de ingreso deben mostrar un certificado de pobreza y otro de pureza ideológica. 

Las muestras de apoyo se han extendido por países tan lejanos a México que probablemente solo tengan en común la solidaridad universitaria. 

18 de octubre

La Asociación Universitaria Iberoamericana de Postgrado -conformada por 185 instituciones de educación superior de España, Portugal, Latinoamérica y el Caribe- condenó la desaparición forzada de los 43 estudiantes y exigió al Estado Mexicano cumplir con su obligación para la localización inmediata de los jóvenes.

A través de un desplegado, la organización -que integra 20 países- exhortó a las autoridades a que se recupere la normalidad institucional, se fortalezca el Estado de Derecho y se consoliden las bases para una cultura de la paz.

16 de octubre

Las principales universidades públicas del país amanecieron en paro de labores.

Las asambleas estudiantiles de más de 30 escuelas y facultades de la UNAM, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Pedagógica Nacional y la Universidad Autónoma de Chapingo aprobaron un paro de 48 horas en solidaridad con los estudiantes de Ayotzinapa.

Los universitarios de todo mundo se solidarizaron.

3 de noviembre

En Estados Unidos, 136 estudiantes universitarios - de 43 nacionalidades diferentes- exigió justicia por los 43 normalistas mediante un video subido a YouTube.

“Estudiantes de Harvard, MIT, Boston University, Berklee College of Music y Tufts, se solidarizan; queremos justicia... El mundo está viendo”.

En Suiza, alumnos de la Universidad de Basilea protestaron por la visita del embajador de México, Jorge Castro-Valle, quien había sido invitado a un homenaje a Octavio Paz.

5 de noviembre

Al cumplirse la cuarentena de la tragedia en Iguala, eran ya 115 las instituciones de educación superior que realizaron paro de labores de 72 horas. 

En Holanda, 43 estudiantes de 33 países que estudian en la academia de arte Gerrit Rietveld realizaron un performance donde en diferentes idiomas prestan voz a los 43 normalistas.

15 de noviembre

En Australia, estudiantes y maestros de la Universidad de Sydney realizaron una marcha por el campus para mostrar su apoyo a los familiares de los normalistas. 

En la inauguración de la cumbre del G20, ciudadanos se unieron a los estudiantes para exigir justicia para el caso.


Personas que se organizaron a través del grupo de Facebook llamado Acción por Ayotzinapa protestaron en siete ciudades de ese país: Hobart, Canberra, Adelayde, Perth, Melbourne, Sidney y Brisbane, esta última donde se llevó a cabo la reunión de los líderes mundiales.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: CAROLINA HERNÁNDEZ.

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