miércoles, 1 de octubre de 2014

Tormenta en Guerrero

En los últimos días a Guerrero le ha llovido sobre mojado. Además del mal clima por el ciclón Simón, los enfrentamientos entre policías y normalistas, estudiantes desaparecidos, políticos asesinados y multihomicidios han empeorado su panorama.

El ciclón Simón tocará Guerrero en las próximas horas. 

Según la Conagua, podría ser el de mayor riesgo en lo que queda de la temporada de huracanes. 

Sin embargo, en nada se compara con la tormenta política y social que ya azota al estado.

Tan mal está en clima en Guerrero, que el presidente Enrique Peña Nieto canceló la gira que realizaría el lunes por el estado. Su argumento fue las “malas condiciones climatológicas”, según informó personal de la Presidencia de la República. Y tiene razón. En los últimos días, a Guerrero le ha llovido sobre mojado.

Enfrentamientos entre policías y normalistas. Estudiantes desaparecidos. Políticos asesinados. Multihomicidios. Autodefensas….

Toda una tormenta destrozando el estado sin que el gobernador, Ángel Aguirre Rivera, de señales de vida.

Iguala, el ojo del huracán

La noche del viernes, el ojo del huracán estuvo en Iguala. Tras un enfrentamiento entre policías y normalistas de Ayotzinapa, se reportaron seis muertos –uno de ellos con rastros de tortura y la cara desollada-, 17 heridos, 22 elementos de seguridad consignados y 57 normalistas desaparecidos.

Pero la historia está envuelta en una densa bruma.

El alcalde de Iguala, José Luis Abarca, dijo a #AsíLasCosas que mientras él estaba en un evento del DIF, el secretario de Seguridad Pública le informó que había estudiantes haciendo disturbios, que se habían apoderado de unos autobuses. 

El edil aseguró que pidió a los elementos de seguridad que no cayeran en ninguna provocación.

“Ellos son muchachos rebeldes que les gusta provocar. Nosotros los conocemos, lo han hecho en varias partes del estado”, dijo en la entrevista.

Sin embargo, al parecer sus instrucciones no fueron atendidas al pie de la letra. 

De acuerdo a las versiones de ese día, agentes de la policía municipal y presuntos pistoleros atacaron a tiros a los estudiantes.

El titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero (PGJEG), Iñaki Blanco, confirmó que los policías municipales accionaron sus armas contra los normalistas a las afueras del nuevo Palacio de Justicia de Iguala.

En su versión de los hechos, el representante del Comité Ejecutivo Estudiantil de Ayotzinapa, Pedro David García López, aseguró que los normalistas habían acudido a Iguala para recaudar fondos mediante “boteos”. 

Dijo que hablaron con los choferes de los camiones y que estos accedieron a llevarlos de regreso de la central de autobuses a su escuela. 

“No fue un rapto o amenaza contra un chofer, no lo íbamos a hacer, porque somos estudiantes. Nos subimos a las unidades del centro a aquí al Periférico para trasladarnos a la Normal. Los autobuses ya habían bajado a sus pasajeros”, explicó García López en una rueda de prensa. 

El ataque contra los normalistas no fue el único. Horas después, un vehículo que transportaba a jugadores del equipo de futbol de la tercera división, Los Avispones, también fue baleado.

El autobús se desbarrancó y murió el chofer y un futbolista de 14 años. Un taxista que pasaba por el lugar resultó herido, y  su pasajera falleció.

Hasta ayer, de los 57 estudiantes que la Normal de Ayotzinapa había reportado como desaparecidos, 19 ya estaban en sus casas.

Autoridades de la escuela confirmaron que los normalistas llegaron a sus domicilios y reportaron que estaban bien. Confirmaron que siete de ellos, acudieron ya a la escuela.

Ayer por la mañana, el edil de Iguala se mantenía firme en su postura de desconocer cómo sucedieron los hechos y aseguraba que no renunciaría a su cargo.

Horas más tarde solicitó licencia para separarse del cargo para que la Fiscalía de Guerrero pueda realizar las investigaciones y él declare sin que lo arrope su investidura de edil.

Se desata la tempestad

El sábado 27 de septiembre, el director general del Comité Estatal del PAN, Braulio Zaragoza Maganda, fue asesinado en el interior de un restaurante del hotel El Mirador en Acapulco. Le dieron tres tiros por la espalda.

Según información de El Diario de Iguala, Zaragoza Maganda -junto con el dirigente estatal, Andrés Bahena Moreno- había sido acusado por desvíos de dinero dentro del partido.

Refiere que desde el 2012 se hicieron desvíos de recursos bajo conceptos que no ha sido comprobados y que fueron utilizados para apoyar a candidatas a senadores de la República.

El periódico local guerrerense revela que el 21 de junio del 2012, Zaragoza Maganda recibió un cheque con un monto de 250 mil pesos, bajo el concepto de “pago de gastos por comprobar para actividades del Comité Estatal” y el 25 de julio de ese mismo año, otro por un monto de 436 mil 400 pesos, por el mismo concepto.

El pasado mes de agosto, durante una de las asambleas del partido, los consejeros aprobaron por mayoría solicitar a la Comisión Permanente del CEN la destitución de Zaragoza Maganda y de Bahena Moreno.

La mañana de ese sábado, el director general del Comité Estatal del PAN estaba con el edil Jorge Isaac Pérez Salas y que esperaba a integrantes del Movimiento Jaguar, que impulsa la aspiración del senador Armando Ríos Piter al gobierno de Guerrero.

“Lo que se maneja es que el hoy occiso acudió al lugar porque lo habían convocado a una reunión para definir algunas cuestiones, arreglos de carácter político”, indicó Iñaki Blanco, procurador General de Justicia del Estado en una entrevista radiofónica.

Sigue el mal clima

El lunes, el mal clima continuó en el puerto de Acapulco.


Hombres armados asesinaron a cinco personas que convivían afuera de un domicilio particular.

Algunas versiones de los vecinos informaron que durante la madrugada se escucharon disparos de arma de fuego, avisaron a las autoridades, pero estas acudieron hasta la mañana siguiente.

El jueves 25 de septiembre, habían sido encontrados otros cinco cadáveres en Arcelia, una comunidad cercana al Estado de México. Las víctimas tenían entre 20 y 29 años, y fueron encontradas con impactos de bala y huellas de tortura, de acuerdo a información oficial.

Un día después, el hermano del comandante de la Policía Ciudadana del poblado del Carrizal de la Vía, en Chilpancingo, fue asesinado a balazos. La madrugada de ese mismo día, pero en el puerto de Zihuatanejo, un grupo armado atacó a dos personas y dejaron sobre los cadáveres mensajes que aludían a cárteles del narcotráfico.

Con el agua hasta el cuello

Pese a la tormenta que se vive en el estado, el gobernador Ángel Aguirre Rivero, ha hecho esporádicas apariciones. 

Tras el asesinato del secretario general del PAN, el mandatario se hizo presente mediante un mensaje en su cuenta de Twitter.

“Condeno rotundamente el homicidio del secretario general del Comité Directivo Estatal del PAN, Braulio Zaragoza Maganda Villalba”, publicó.

Nada más. 

El lunes, un grupo de estudiantes normalistas atacaron la sede del Congreso durante una marcha por Chilpancingo para exigir la renuncia del gobernador. Los manifestantes exigieron un diálogo con los diputados, quienes ignoraron la petición. Entonces, los alumnos realizaron destrozos en la entrada principal y en la fachada de las instalaciones.

Los normalistas también exigieron la dimisión del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, a quien acusaron de ser cómplice de la delincuencia organizada.

También responsabilizaron al mandatario y al edil de la muerte de tres alumnos y de la desaparición de los 57 estudiantes.

Dirigentes panistas en Guerrero pidieron al gobernador que detalle cuál es la estrategia de su gobierno para terminar con la violencia en la entidad.

Incluso el presidente Enrique Peña Nieto instruyó a Aguirre Rivero a asumir su responsabilidad en el esclarecimiento de los actos de violencia que se han dado en los últimos días en la entidad.

“Que el gobierno del Estado asuma su responsabilidad (...) es muy claro que el Gobierno Federal no puede sustituir las responsabilidades que tienen los propios gobiernos estatales. Aquí estamos en una amplia coordinación y en una gran disposición para sumar esfuerzos y sumar la fuerza federal a los esfuerzos locales, pero no sustituirlos o remplazarlos o asumir responsabilidades que corresponden a los gobiernos locales”, dijo el mandatario federal, desde la capital de país.

Llueve sobre mojado

Guerrero es uno de los estados más pobres y violentos de México. 

De acuerdo a cifras oficiales, el 31.7 por ciento de la población vive en pobreza extrema. 

Es la segunda entidad en el país con los más altos índices de rezago social por municipio y encabeza la lista de la mayor incidencia de asesinatos y secuestros en el país, de acuerdo a las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

Por si fuera poco, debido a su ubicación geográfica, la entidad es territorio clave para el trasiego de drogas.

 Guerrero es uno de los estados más castigados por la diseminación de los cárteles tras los golpes del Gobierno Federal a las grandes bandas del crimen organizado, refiere la Secretaría de Marina (Semar). 

La entidad es disputada por al menos 20 grupos del narcotráfico, entre los que destacan el de los hermanos Beltrán Leyva en alianza con Los Zetas, bajo el nombre de Cártel del Pacífico Sur.

También están Los Caballeros Templarios, La Familia Michoacana, el Cártel Independiente de Acapulco y el Cártel de Sinaloa.

El estado tiene una de las plazas con mayor producción de mariguana y amapola por lo que también han surgido nuevos grupos delictivos que pelean la plaza,  como La Barredora, Los Pelones, Los Rojos y La Resistencia.

Además, de acuerdo a medios locales, grupos de hombres y mujeres armados se levantaron en armas para conformar nuevas autodefensas en la comunidad de Lagunillas, municipio de la Unión Isidoro Montes de Oca.


Esto, dijeron, derivado de supuestos abusos y atropellos  por parte del cártel criminal de los Hermanos Sierra Santa que también operan en la región.

FUENTE: REPORTE INDIGO.
AUTOR: CAROLINA HERNÁNDEZ.

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